¡Buenas noches a tod@s!
Sólo escribo porque hoy me ha estado rondando esta canción por la cabeza todo el día... De hecho, desde que el último disco de Manolo García salió allá por mayo del 2001, esta canción no se va de mi cabeza. Pues eso... que sólo quiero compartirla.
CON LOS HOMBRES AZULES
Manuel García García-Pérez
Sobre mis párpados vela el gallo de la madrugada.
Sobre el péndulo que la vigilia mueve.
Tus rotundas palabras, tu cortante gesto
son el gélido viento que silba
por las rendijas de mi pensamiento.
Y es tan grande la tristeza que hoy siento...
Aléjate espejismo del amor eterno,
sólo eres literaria veleidad.
Ni al peregrino das posada
ni al sediento agua
ni al que ansía saber muestras la verdad.
Detesto el tiempo, la ansiedad lamento.
Descansar sólo quiero, junto al calor del fuego...
Me amarro al momento, y lo único que poseo,
con los hombres azules es el azul desierto.
Es lo que hoy deseo, y a ti te deseo
que de cascabeles, pífanos y timbales sea alegre tu camino.
Que nunca te sea adverso el destino.
Que encuentres en tu vida amigos diáfanos y entretenidos.
Sobre mis párpados velas, frágil ave de la madrugada.
Eres péndulo que en la vigilia hiere.
Tus cortantes palabras, tu rotundo gesto
son el gélido viento que silba
por las rendijas de mi pensamiento.
Y es tan honda la nostalgia que hoy siento...
Aléjate espejismo del amor eterno,
sólo eres literaria veleidad.
Ni al peregrino das posada
ni al sediento agua
ni al que ansía saber muestras la verdad.
Somete el tiempo apagará el lamento
bajo un límpido cielo al calor del fuego.
Me acojo al momento y lo único que deseo
es con los hombres azules irme al azul desierto.
Es lo que deseo.
Y a ti te deseo que encuentres tu camino.
Es lo que hoy te deseo y lo que hoy te escribo.
----------------------------------------------
Esta otra también me viene agradablemente de forma muy frecuente a mi cabeza, para inundar mis sentidos con su extraña composición. Las letras de El Último de la Fila y de sus dos componentes son muestras de la mejor poesía moderna.
YA NO DANZO AL SON DE LOS TAMBORES
(Manuel García García-Pérez/Quimi Portet Serdá)
Como barca en la mar que encendida en brea muge y zozobra,
me enciendo así yo con tu recuerdo, con tu mención.
Se me altera el pulso, la sangre... como a un niño ladrón.
Y mi débil engranaje golpetea azorado, en completa confusión.
No es que a tu paso ardan candiles... inflama el aire la yesca que es tu sola presencia.
Si tan sólo al pensar que él encontrará morada entre tus pies
tiemblo de ira y de celos, que no se alterará mi condición.
Al saberte al alcance de sus besos bandoleros... prendí hogueras que no supe mantener.
Ya no danzo, loco, al son de los tambores,
porque al fin, porque al fin te consiguió él,
que tiene un corazón tan guerrero como cruel.
Tan infiel.
Que se desencajen las baldosas a mi paso,
que se abran simas,
que se desplomen las paredes sobre mí,
que en tu regazo supliqué.
Como barca en la mar que ha roto el timón y al pairo va.
Como barca en la mar, yo ardo por tí custodio que fui.
Que no piense que obtiene tu favor por dar tesoros
que más tarde no podrá recuperar.
Porque al admitirlos son maneras tuyas de confiar.
Confundir y confiar... para golpear después... de confiar.
Confundir y confiar... para golpear después...
Confiar.
¡¡¡Salud a tod@s!!!
50% Masculino (ergo J.uan M.a)
Sólo escribo porque hoy me ha estado rondando esta canción por la cabeza todo el día... De hecho, desde que el último disco de Manolo García salió allá por mayo del 2001, esta canción no se va de mi cabeza. Pues eso... que sólo quiero compartirla.
CON LOS HOMBRES AZULES
Manuel García García-Pérez
Sobre mis párpados vela el gallo de la madrugada.
Sobre el péndulo que la vigilia mueve.
Tus rotundas palabras, tu cortante gesto
son el gélido viento que silba
por las rendijas de mi pensamiento.
Y es tan grande la tristeza que hoy siento...
Aléjate espejismo del amor eterno,
sólo eres literaria veleidad.
Ni al peregrino das posada
ni al sediento agua
ni al que ansía saber muestras la verdad.
Detesto el tiempo, la ansiedad lamento.
Descansar sólo quiero, junto al calor del fuego...
Me amarro al momento, y lo único que poseo,
con los hombres azules es el azul desierto.
Es lo que hoy deseo, y a ti te deseo
que de cascabeles, pífanos y timbales sea alegre tu camino.
Que nunca te sea adverso el destino.
Que encuentres en tu vida amigos diáfanos y entretenidos.
Sobre mis párpados velas, frágil ave de la madrugada.
Eres péndulo que en la vigilia hiere.
Tus cortantes palabras, tu rotundo gesto
son el gélido viento que silba
por las rendijas de mi pensamiento.
Y es tan honda la nostalgia que hoy siento...
Aléjate espejismo del amor eterno,
sólo eres literaria veleidad.
Ni al peregrino das posada
ni al sediento agua
ni al que ansía saber muestras la verdad.
Somete el tiempo apagará el lamento
bajo un límpido cielo al calor del fuego.
Me acojo al momento y lo único que deseo
es con los hombres azules irme al azul desierto.
Es lo que deseo.
Y a ti te deseo que encuentres tu camino.
Es lo que hoy te deseo y lo que hoy te escribo.
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Esta otra también me viene agradablemente de forma muy frecuente a mi cabeza, para inundar mis sentidos con su extraña composición. Las letras de El Último de la Fila y de sus dos componentes son muestras de la mejor poesía moderna.
YA NO DANZO AL SON DE LOS TAMBORES
(Manuel García García-Pérez/Quimi Portet Serdá)
Como barca en la mar que encendida en brea muge y zozobra,
me enciendo así yo con tu recuerdo, con tu mención.
Se me altera el pulso, la sangre... como a un niño ladrón.
Y mi débil engranaje golpetea azorado, en completa confusión.
No es que a tu paso ardan candiles... inflama el aire la yesca que es tu sola presencia.
Si tan sólo al pensar que él encontrará morada entre tus pies
tiemblo de ira y de celos, que no se alterará mi condición.
Al saberte al alcance de sus besos bandoleros... prendí hogueras que no supe mantener.
Ya no danzo, loco, al son de los tambores,
porque al fin, porque al fin te consiguió él,
que tiene un corazón tan guerrero como cruel.
Tan infiel.
Que se desencajen las baldosas a mi paso,
que se abran simas,
que se desplomen las paredes sobre mí,
que en tu regazo supliqué.
Como barca en la mar que ha roto el timón y al pairo va.
Como barca en la mar, yo ardo por tí custodio que fui.
Que no piense que obtiene tu favor por dar tesoros
que más tarde no podrá recuperar.
Porque al admitirlos son maneras tuyas de confiar.
Confundir y confiar... para golpear después... de confiar.
Confundir y confiar... para golpear después...
Confiar.
¡¡¡Salud a tod@s!!!
50% Masculino (ergo J.uan M.a)
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