Moy
2
Por Jorge Soltero/Enviado
Grupo Reforma
Guadalajara, México (12 mayo 2005).- Heidi Klum y Seal dejaron a un lado el glamour de Hollywood para unir sus vidas en una boda sencilla y muy familiar el martes en las playas de Careyes, Jalisco.
La pareja decidió invitar a aproximadamente 60 de sus amigos más allegados y familiares. Las celebridades del mundo de la farándula brillaron por su ausencia.
La noticia fue confirmada por una representante de la modelo en Nueva York y por su padre en declaraciones a una televisora alemana.
La Península de las Estrellas y una playa cercana fueron los escenarios que fungieron como testigos de la unión.
Según algunas fuentes presentes en el evento, el salón donde se llevó a cabo el brindis fue decorado en tonos blancos con una larga mesa y vivos en rojo, con arreglos al centro de rosas rojas con más de 30 flores cada uno.
Los novios arribaron después del atardecer al lugar vestidos en colores marfil, aunque por las luces del lugar y la hora parecían de color blanco.
El diseño del vestido de la novia fue creación de la prestigiada Vera Wang, aunque mostraba de lleno su embarazo.
En enero pasado la top model alemana, de 31 años, y el cantante británico, de 42, anunciaron su compromiso, pero fue hasta dos meses después que hicieron público que estaban esperando un hijo.
El encargado de amenizar el evento fue el grupo de bossanova de Sergio Méndez, pero éste no estuvo presente para tocar con ellos; además, estuvo organización Zeppelin y un violinista que portó un Stradivarius con un valor aproximado de 4 millones de dólares. Incluso hubo una persona encargada de resguardar al violín.
A petición de Seal, los ritmos que sonaron durante la larga noche fueron los brasileños como la samba y el bossanova.
Langosta, filete mignon y brochetas de pollo y camarón fueron parte del menú preparado por un cheff invitado y que la propia pareja escogió.
Durante la cena el violinista interpretó fragmentos de las "Cuatro Estaciones", de Vivaldi y fue un momento tan emotivo que, según uno de los presentes, el novio no pudo evitar alguna lágrima.
Otras grandes ausentes fueron las fotos, ya que a petición de los novios, todos los dispositivos celulares y cámaras digitales fueran recogidos en la entrada, según una empleada del Hotel Careyes.
Desde el atardecer y hasta las 5:00 horas del miércoles, las "margaritas" con tequila animaron la fiesta y a la pareja.
"Todo el tiempo se la pasaron juntos", relata uno de los presentes que prefirió omitir su nombre, "andaban por todos lados y se veían felices".
Una avioneta, una lancha y un yate con paparazzis trataban de captar los momentos, pero debido a la distribución geográfica del lugar, era casi imposible verlos.
Grupo Reforma
La pareja decidió invitar a aproximadamente 60 de sus amigos más allegados y familiares. Las celebridades del mundo de la farándula brillaron por su ausencia.
La noticia fue confirmada por una representante de la modelo en Nueva York y por su padre en declaraciones a una televisora alemana.
La Península de las Estrellas y una playa cercana fueron los escenarios que fungieron como testigos de la unión.
Según algunas fuentes presentes en el evento, el salón donde se llevó a cabo el brindis fue decorado en tonos blancos con una larga mesa y vivos en rojo, con arreglos al centro de rosas rojas con más de 30 flores cada uno.
Los novios arribaron después del atardecer al lugar vestidos en colores marfil, aunque por las luces del lugar y la hora parecían de color blanco.
El diseño del vestido de la novia fue creación de la prestigiada Vera Wang, aunque mostraba de lleno su embarazo.
En enero pasado la top model alemana, de 31 años, y el cantante británico, de 42, anunciaron su compromiso, pero fue hasta dos meses después que hicieron público que estaban esperando un hijo.
El encargado de amenizar el evento fue el grupo de bossanova de Sergio Méndez, pero éste no estuvo presente para tocar con ellos; además, estuvo organización Zeppelin y un violinista que portó un Stradivarius con un valor aproximado de 4 millones de dólares. Incluso hubo una persona encargada de resguardar al violín.
A petición de Seal, los ritmos que sonaron durante la larga noche fueron los brasileños como la samba y el bossanova.
Langosta, filete mignon y brochetas de pollo y camarón fueron parte del menú preparado por un cheff invitado y que la propia pareja escogió.
Durante la cena el violinista interpretó fragmentos de las "Cuatro Estaciones", de Vivaldi y fue un momento tan emotivo que, según uno de los presentes, el novio no pudo evitar alguna lágrima.
Otras grandes ausentes fueron las fotos, ya que a petición de los novios, todos los dispositivos celulares y cámaras digitales fueran recogidos en la entrada, según una empleada del Hotel Careyes.
Desde el atardecer y hasta las 5:00 horas del miércoles, las "margaritas" con tequila animaron la fiesta y a la pareja.
"Todo el tiempo se la pasaron juntos", relata uno de los presentes que prefirió omitir su nombre, "andaban por todos lados y se veían felices".
Una avioneta, una lancha y un yate con paparazzis trataban de captar los momentos, pero debido a la distribución geográfica del lugar, era casi imposible verlos.