Angie
Esto es MUY surrealista
Hoy he iniciado la lectura de El grito de la gaviota y me está pareciendo interesantísima.
Es una novela biográfica escrita por Emmanuelle Laborit, una actriz francesa y sorda profunda de nacimiento, que narra como superó el aislamiento de su infancia (debido a la ausencia de un lenguaje que le proporcionase una identidad) al redescubrir un mundo de sensaciones con el aprendizaje de la Lengua de Signos.
En definitiva, conocer la experiencia de la protagonista te recuerda la enorme importancia de poder comunicarte, de no vivir en un silencio impuesto. Esto me ha hecho pensar más todavía sobre lo difícil que es salvar una carencia de este tipo para poder integrarte en la cotidianidad.
La anosmia (ausencia de sentido del olfato), afecta a un 2% de la población y puede incapacitar ante peligros como un escape de gas. Sin embargo, no solemos plantearnos qué sería de nuestra vida sin olfato.
Padecer ceguera o sordera (2,2% y 2,3% de la población, respectivamente) sigue siendo en la actualidad un grave problema debido a las enormes barreras que suponen.
¿Cómo imaginar los colores si no puedes ver, o los sonidos si no puedes oír?
Supongo que alguna vez os habréis llegado a plantear esta cuestión.
Volviendo al libro, curiosamente hay un fragmento donde la autora habla de la manera en que se imagina la música:
"(...) ¡Y Michael Jackson! Cuando le veo bailar... es un cuerpo eléctrico, el ritmo de la música es eléctrico, lo asocio con esa imagen eléctrica, le siento eléctrico."
Imaginad que, por circunstancias de la vida, os veis privados del sentido de la visión o la audición. Teniendo en cuenta el uso que le damos a los sentidos para percibir nuestra propia existencia en el entorno que nos rodea, la pregunta es...
¿De qué sentido creéis que os resultaría menos penoso prescindir para hacer una vida lo más normal posible?
¿Oscuridad o silencio? Ya sé que es muy difícil ponerse en situación...
Es una novela biográfica escrita por Emmanuelle Laborit, una actriz francesa y sorda profunda de nacimiento, que narra como superó el aislamiento de su infancia (debido a la ausencia de un lenguaje que le proporcionase una identidad) al redescubrir un mundo de sensaciones con el aprendizaje de la Lengua de Signos.
En definitiva, conocer la experiencia de la protagonista te recuerda la enorme importancia de poder comunicarte, de no vivir en un silencio impuesto. Esto me ha hecho pensar más todavía sobre lo difícil que es salvar una carencia de este tipo para poder integrarte en la cotidianidad.
La anosmia (ausencia de sentido del olfato), afecta a un 2% de la población y puede incapacitar ante peligros como un escape de gas. Sin embargo, no solemos plantearnos qué sería de nuestra vida sin olfato.
Padecer ceguera o sordera (2,2% y 2,3% de la población, respectivamente) sigue siendo en la actualidad un grave problema debido a las enormes barreras que suponen.
¿Cómo imaginar los colores si no puedes ver, o los sonidos si no puedes oír?
Supongo que alguna vez os habréis llegado a plantear esta cuestión.
Volviendo al libro, curiosamente hay un fragmento donde la autora habla de la manera en que se imagina la música:
"(...) ¡Y Michael Jackson! Cuando le veo bailar... es un cuerpo eléctrico, el ritmo de la música es eléctrico, lo asocio con esa imagen eléctrica, le siento eléctrico."
Imaginad que, por circunstancias de la vida, os veis privados del sentido de la visión o la audición. Teniendo en cuenta el uso que le damos a los sentidos para percibir nuestra propia existencia en el entorno que nos rodea, la pregunta es...
¿De qué sentido creéis que os resultaría menos penoso prescindir para hacer una vida lo más normal posible?
¿Oscuridad o silencio? Ya sé que es muy difícil ponerse en situación...