Deseo hacer un comentario sobre lo tan repetido "adicción o abuso de medicamentos".
Yo personalmente no creo en ello. Me lo dice la razón, no el corazón.
Lo concibo como una mentira abusiva y, como la verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio, quiero aportar mis reflexiones, basadas en mi criterio.
Los medicamentos y otros supuestos, se han repetido tantas veces que suenan a verdades. Yo los veo una gran cortina de humo.
Es como una bola de nieve que rueda, crece y parece verdad. Aún así no conozco el sentido de continuar con esta mentira (prefiero que no lo tenga, vamos que no sea la verdad la que se percibe como inconveniente).
Concretamente sobre los medicamentos sólo se conocían maledicencias, comentarios y rumores de terceros. No existían pruebas reales.
Por desgracia ahora existen. No se encontró en el cuerpo, ni en la casa, medicación que lo acredite. Más bien al contrario. Se encontraron las cantidades corrientes en una persona medicada a nivel normal-bajo (a excepción del propofol en cantidad suficiente para una cirugía mayor).
A pesar de todo se sigue repitiendo la misma canción. No me entra en la cabeza.
No es por defender a Michael de ese tema, puesto que para mi ese tipo de temas no necesitan defensa, sino compasión y apoyo. Cuando hablo de ellos, hablo de una enfermedad y, como todas, a la que estamos expuestos todos.
Tampoco falleció a causa de esto, ni del cansancio, ni del estrés, ni de muchos temas que se mencionan alegremente, con aseveración y que, de ser ciertos (que si nos ceñimos a lo realmente comprobado, no tienen porqué serlo) pudieran haber sido grandes problemas, llevado a enfermedad, hospitalización e incluso muerte. Pero no es el caso.
Michael falleció por la administración de propofol en cantidades fuera de toda comprensión y no fue reanimado, ni se disponía de los medios para ello. Los motivos que llevaron a que todo esto se diera, si serían motivo de su fallecimiento, junto con los hechos concretos.
Michael, hace ya muchísimos años (coincidiendo con otros momentos dificilísimos en su vida) tuvo problemas con los medicamentos contra el dolor (opiáceos) y sufrió la tragedia de la adicción.
Como persona acostumbrada a estar sana y que cuida su salud, se sometió a tratamiento para su desintoxicación. Eso acabó allí. Diría más, una persona que ha pasado por esa experiencia, probablemente cuide mucho más el tema. Aún así se depende de las necesidades por razón de salud y se está a expensas del control responsable de los profesionales.
Haciendo uso de un tipo de moral (que no es la mía, ni la comparto), también habría que tener en cuenta que, en todo caso, sería debida a medicación por razones de salud. No a ingesta de drogas para flipar, disfrutar, evadirse, desinhibirse, volar, etc. (insisto que para mí, en todo caso, sería igual de triste y respetable).
Siento que se toca el tema con un deje peyorativo. Peor todavía, desde aquellos tiempos, terceros han mencionado este tema como una realidad, una actualidad, tantas veces, que se da por cierto. Este tema es similar, en mi opinión, a otros igual de manidos y absurdos (color, operaciones, gay, asexual, infantiloide, extravagante, raro, absurdo, controlado, etc. –la lista no tiene fin, son muchos años oyendo y leyendo todo tipo de patrañas-).