Buenos días,
Por quehaceres personales no he podido emitir mi aportación acerca de la cuarta filtración, relativa al tema A Place with No Name. De hecho, revelaré a continuación mi particular experiencia al ser testigo, por accidente, de su audición.
Me encontraba pergeñando un proyecto académico, el cual he remitido en tiempo y forma en la jornada de hoy, venturosamente. Al término de tal jadeante trabajo, me encontraba exhausto, y determiné recomponer fuerzas, secundando a un amigo mío, el cual conllevaba tiempo sin presenciar.
Permanecía -una vez accedió éste a abrirme la puerta de su domicilio, y tras atenderme diligentemente- rastreando información en busca de noticias por la red. Y, por azarosidades de la vida, navegó por Youtube y me inquirió, a voz en grito:
- (¡Siberian!) ¿No es ésta acaso la nueva canción del álbum de Michael Jackson?
A lo cual yo respondí de inmediato:
- Aparentemente, sí. ¿Cómo habrán procedido a colgarla, sin aparente autorización? Se tratará de una mezcla elaborada por algún usuario particular -les debo constar en acta el hecho de que yo había, como supongo alguno de ustedes, preordenado la misma a través del medio digital.
No pude resistir la inevitable tentación, con lo que le llegué a trasladar la siguiente petición:
- ¿De cuánto consta?
Él aseveró la consiguiente cifra, sospechosamente coincidente con la figurada en portales tales como Wikipedia. ¡Y también en el portal en el que la habría preordenado! No dispuse, en cambio, de oportunidad alguna de escucharla por motu proprio, al no hallarme en mi frugal hogar. Intrigado, y a la par, un tanto inmodestamente impaciente, terminé por claudicar, exclamando:
- En fin... probemos a darle al play.
Comienza la sintonización. Y desde el primer e incesante instante en el cual me topé con ella, debo confesar que la primera -e instantánea- noción que el subconsciente me convidó a proferir fue lo siguiente:
- Debe tratarse de una macabra broma pesada.
Hora y media más tarde, tras la calurosa despedida con la cual honré a mi estimado amigo, retorno a casa. Me dirijo con destino al ordenador portátil. Unos minutos después, tengo acceso efectivo a la canción y... los peores presagios se convirtieron en realidad.
Mi apreciación -respetando, POR SUPUESTO, en todo momento, las apelaciones de aquéllos a quienes les haya congraciado esta versión, retrabajada por Stargate- no proviene de alguien a quien -quizá constituya una minoría en esta comunidad- la edición original, conocida y filtrada hacía algunos años, le sumiera en un estado de éxtasis desatado. En mi opinión, la A Place with No Name de Michael se trataba de una correcta, buena melodía, pero carente de visos de conversión en éxito planetario. No obstante, debo reconocer que supo imprimirle un sello propio, aun correspondiendo en realidad a un cover de otro grupo de los años setenta.
En términos de sinceridad absoluta, las adaptaciones de otros solistas no han solido congratularme en demasía. No me imaginaría, en principio, a nadie diferente, en el futuro, planteando una reinterpretación personal de, pongamos a modo de ejemplo, Black or White. Pero he de reconocer que Michael trazó muy buenos temas de otros artistas, tales como Come Together -la cual se adecúa en mayor medida a mis preferencias musicales que la original de los Beatles- o Smile, ambos incluidos en HIStory.
Plasmando mi visión subjetiva del tema en cuestión, y sin ofender ni zaherir a nadie, desearía invertir las siguientes estrofas de mi intervención, procurando suministar al señor Stargate una serie de sugerencias humildemente prestas a ser recogidas, o no, por tal destinatario de mis invectivas:
a) Si la canción sobre la cual vas a operar resulta suficientemente notable, y debes, forzosamente, armonizarla, dotándole de arreglos alternativos, hazlo respetando la esencia de la legada por el solista al que estás representando, a priori, en este trabajo póstumo. Alterándola..., aceptémoslo como mal menor. Pero no mancillándola hasta los límites conocidos a raíz de la experiencia de hoy.
b) No inspires la instrumentación en una pista previa del mismo cantante al que vas a producirle otra canción -y máxime si resulta sumamente celebérrima entre sus seguidores-, porque podrías hacerle correr el riesgo a Michael de sonar, presumiblemente, por primera vez en su carrera, de forma análoga en dos canciones de semántica y significado diferentes. Y ello va a provocar, evidentemente, rechazo inmediato.
c) Bien, Stargate, bien: si acaso te empeñabas en inspirarte en Leave Me Alone; ¿por qué hacerlo con una base MIDI, cuanto menos, desfasada y arcaica como ninguna otra?
He aquí mi alud de reflexiones finales:
Me defino como alguien portador de una mentalidad, en lo musical, muy aperturista. Puedo aclimatarme a la perfección al sonido Motown de los 60, al jazz de Joe 'King' Oliver, Louis Armstrong y Dizzie Gillespie, al rock psicodélico y a la música disco de los 70, el pop sintetizado de los 80, el rock alternativo de los 90 e, inclusive, al renacimiento del teen pop y del R&B de comienzos de 2000. En ese sentido, no emito mis conclusiones cegado por la ciénaga de la intransigencia. Pero la mayor prueba de honestidad con vosotros reside en emitir a flor de piel mis sensaciones, fundadas en la sinceridad, siempre desde la cordialidad, la cortesía hacia el pensamiento de los demás, concuerden, o no, conmigo, sin faltar a nadie. De lo contario, me negaría a mí mismo. Y le sustraería a los demás una porción de la autenticidad que a mí -y a todos- me/nos caracteriza, pues únicamente podemos mostrar lo más fecundo de nosotros mismos, a través de la verdad.
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a) Una producción desastrosa. Muy monótona. No sólo me lo ha parecido a mí. Han asistido a ella otros amigos, mi hermano y mi madre -los dos últimos, grandes entusiastas de Michael-: a ninguno les ha deparado una buena impresión. Un despropósito de principio a fin, sin contemplaciones. Siempre saldrá perdiendo en la comparativa con Leave Me Alone, la cual no llega a redimir ni la interpretación vocal de Michael, siempre a la altura.
b) En esta canción hemos podido advertir fragmentos anteriormente no conocidos de la canción original. Es de prever que también figuren en la edición deluxe.
c) Si bien Chicago provocó cierta división de opiniones, la A Place with No Name de Stargate la eleva a las alturas. Y la A Place with No Name de Michael de fines de los 90 la rebasa con creces -veinte mil, diría yo- en autenticidad, personalidad y carisma.
d) Love Never Felt So Good ha sido bien compilada; Loving You me agradó, aun con una duración un tanto raquítica -una demo inacabada, ¿quizá?-. Hasta la jornada de hoy, habría sopesado, incluso, adquirir la edición estándar en vinilo, junto a la deluxe (en CD), de haber perseverado en las gratas noticias registradas desde hacía algunos días. Pero esta canción me ha hecho desistir del afán de compra del LP, con las ocho pistas modernizadas.
e) Podría exagerar desconsoladoramente, pero, para mí, esta A Place with No Name se encuentra nominada como candidata a posar junto a las tres innombrables. Y no es responsabilidad de Michael. Él, en realidad, no se juega su prestigio aquí. Ya lo labró con suficiencia a lo largo de su vida y, en la edición de lujo, nos reencontraremos, de forma oficial, con killers como Xscape -versión original-. Ahora le corresponde el turno de las críticas, duras, pero limpias, sin mácula de mordacidad y acidez alguna, sobre Stargate.
Puntuación otorgada (*):
a) A Place with No Name -versión Stargate-: E (sí, lamentablemente, significa un suspenso).
b) A Place with No Name -versión original-: B+.
(*) -Valoraciones sujetas a modificaciones de última hora-
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Un cordial saludo -y lamento haberme mostrado tan beligerante en mi crítica; no entrañaba mi intención-.
D Sobre la cancion odio a morir el primer minuto, que onda con esa trompeta? eso es verdad? apartir de alli pues me gusta mas o menos :3
