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Los contaminantes reducen la inteligencia
Enferma y mata. Y reduce la inteligencia. La contaminación del aire afecta a los humanos por un lado y por el otro.
Sí, la exposición de la madre a ciertos contaminantes del aire urbano, los conocidos hidrocarburos aromáticos policíclicos pueden afectar, para mal, el cociente de inteligencia de un niño, de acuerdo con un estudio apoyado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud y Ambientales de Estados Unidos.
La investigación encontró que los niños expuestos a altos niveles de esos compuestos en la ciudad de Nueva York, tenían en la escala verbal registros de su cociente de 4,31 a 4,67 puntos menos que los niños menos expuestos.
Los altos niveles de tales hidrocarburos fueron definidos en el estudio sobre la mediana de 2,26 nanogramos por metro cúbico (ng/m3).
Una diferencia de cuatro puntos, como la vista en el estudio, puede ser significativa en términos del éxito escolar medido en exámenes estándares de desempeño académico, aunque los efectos varían de niño a niño, precisaron los investigadores.
Los hidrocarburos aromáticos policíclicos son químicos liberados al aire por la combustión de carbón, diesel, aceite y gasolina, y por otras sustancias orgánicas como el tabaco. En las áreas urbanas, los vehículos a motor son la gran fuente productora.
Linda Birnbaum, Ph. D., directora del Instituto, expresó que "es el primer estudio que reporta una asociación entre la exposición a los HAP, y el cociente intelectual y debería servir como una campana de alerta para todos nosotros. Necesitamos prevenir más para que las exposiciones ambientales no afecten nuestros niños".
En el estudio dirigido por científicos del Columbia University Center for Children's Environmental Health, se incluyeron niños nacidos de no fumadores negros y mujeres dominicanas-americanas de 18 a 35 años residentes en Washington Heights, Harlem o el South Bronx en Nueva York. A los niños se les hizo un seguimiento desde el útero hasta cumplir los 5 años.
Las mamás usaron monitores personales del aire durante el embarazo para medir la exposición a aquellos químicos y respondieron algunos cuestionarios.
A los 5 años, a los niños se les hizo un test de inteligencia conocido como el Wechsler Preschool and Primary Scale of the Intelligence, que suministra resultados del desempeño en el lenguaje.
La disminución en el cociente entre los niños más expuestos a ese tipo de contaminantes fue similar a la vista en la exposición baja al plomo", indicó la autora líder, Frederica P. Perera.
Enferma y mata. Y reduce la inteligencia. La contaminación del aire afecta a los humanos por un lado y por el otro.
Sí, la exposición de la madre a ciertos contaminantes del aire urbano, los conocidos hidrocarburos aromáticos policíclicos pueden afectar, para mal, el cociente de inteligencia de un niño, de acuerdo con un estudio apoyado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud y Ambientales de Estados Unidos.
La investigación encontró que los niños expuestos a altos niveles de esos compuestos en la ciudad de Nueva York, tenían en la escala verbal registros de su cociente de 4,31 a 4,67 puntos menos que los niños menos expuestos.
Los altos niveles de tales hidrocarburos fueron definidos en el estudio sobre la mediana de 2,26 nanogramos por metro cúbico (ng/m3).
Una diferencia de cuatro puntos, como la vista en el estudio, puede ser significativa en términos del éxito escolar medido en exámenes estándares de desempeño académico, aunque los efectos varían de niño a niño, precisaron los investigadores.
Los hidrocarburos aromáticos policíclicos son químicos liberados al aire por la combustión de carbón, diesel, aceite y gasolina, y por otras sustancias orgánicas como el tabaco. En las áreas urbanas, los vehículos a motor son la gran fuente productora.
Linda Birnbaum, Ph. D., directora del Instituto, expresó que "es el primer estudio que reporta una asociación entre la exposición a los HAP, y el cociente intelectual y debería servir como una campana de alerta para todos nosotros. Necesitamos prevenir más para que las exposiciones ambientales no afecten nuestros niños".
En el estudio dirigido por científicos del Columbia University Center for Children's Environmental Health, se incluyeron niños nacidos de no fumadores negros y mujeres dominicanas-americanas de 18 a 35 años residentes en Washington Heights, Harlem o el South Bronx en Nueva York. A los niños se les hizo un seguimiento desde el útero hasta cumplir los 5 años.
Las mamás usaron monitores personales del aire durante el embarazo para medir la exposición a aquellos químicos y respondieron algunos cuestionarios.
A los 5 años, a los niños se les hizo un test de inteligencia conocido como el Wechsler Preschool and Primary Scale of the Intelligence, que suministra resultados del desempeño en el lenguaje.
La disminución en el cociente entre los niños más expuestos a ese tipo de contaminantes fue similar a la vista en la exposición baja al plomo", indicó la autora líder, Frederica P. Perera.
