BUENO CHIC@S, ESTO LO ENCONTRE HACE TIEMPO EN INTERNET....ERA UN ARTICULO Q TRATABA DE ELVIS PRESLEY Y AL FINAL ACABABA HABLANDO DE MIKE, EL CASO ES Q DICE Q HIZO UN PACTO CON EL DIABLO Y LE VENDIO EL ALMA... SI LO LEN SE REIRAN....
Si la vida real de ELVIS fue excéntrica y accidentada, con una vida póstuma que se ha convertido en la mitología folklórica más persistente de este siglo pues aún continua siendo motivo de supersticiosa veneración, podría decirse que la de Michael Jackson —quien irónicamente se convirtió en su yerno— es la que más se le acerca en algunos aspectos. No en el área artística por supuesto, ya que en esa esfera Elvis continúa siendo el Supremo, sino en lo de perversa notoriedad. Dejando de lado las acusaciones de corrupción de menores (que el matrimonio con la hija de Presley no alcanzó a despejar) está toda una galaxia de aberrantes manías que cómodamente rebasan la más desorbitada ficción. Tanto así que hasta se ha llegado a comentar —presumiblemente sin base probatoria— de un presunto pacto con la Satánica Majestad.
En el ámbito del show business donde esoterismo y superstición son prácticamente una forma de vida, existe la soterrada convicción de que tras el éxito y asombrosa metamorfosis de Jackson se esconde un elemento sobrenatural. Cierto psíquico, de los muchos que abundan en los EE.UU. insiste con toda seriedad que Michael habría entregado su alma al Señor de las tinieblas a cambio de que éste le convirtiera en el artista más famoso del mundo y, además, transformara sus características negroides (a las cuales evidentemente detestaba) por una piel blanca, cabello liso y nariz perfilada. Avala tal creencia el hecho de que su Majestad Satánica, luego de complacer al cantante, le asignara la correspondiente sombra o familiar. En el argot de la demonología, un familiar nada tiene que ver con parentesco y más bien se refiere a guardián. Generalmente se trata de un diablejo menor (o quizás un alma en pena) designada por Satán para que vigile y ayude a cumplir su pacto a la persona que haya negociado con él.
(Sacheverel Sitwell en su biografía de Liszt menciona que el gran violinista Nicolo Paganini, quien presuntamente habría hecho su pacto con el diablo a cambio de una insólita destreza con el instrumento, siempre era acompañado —día y noche— por un hombrecito, simpático y rechoncho, de nombre Mr. Harrys, quien fungía como administrador y asistente del gran virtuoso pero en realidad no era otra cosa que el familiar que le había asignado Satán).
A comienzos de Febrero de 1993, la entrevistadora de color Oprah Winfrey acudió a la mansión de Jackson, en Encino, California para conversar con él y según dijo: «Poner en claro o desmentir el océano de rumores acerca de su persona». Una de las primeras cosas que Jackson intentó explicar fue que su actual color blanco alabastrino se debía no al uso de substancias químicas, sino a una rara enfermedad de la piel conocida como vitiligo. Afirmó además que ese aclaramiento de su cutis de ninguna manera debía considerarse como un rechazo a su ancestro africano. Pero quienes observaron la entrevista, con abundantes close-ups del ex-negro, pudieron comprobar que si bien el vitiligo decolora en forma irregular áreas relativamente pequeñas de la piel, ello no ocurre de manera uniforme y tan perfecta como luce la de Jackson. Por otra parte, y si es verdad eso de que el cantante está orgulloso de su negritud, ¿por qué alisó su pelo y se hizo esculpir la típica nariz ancha y aplastada de la raza africana llegando al extremo de operar los labios para eliminar su protuberancia? Así como la entrevistadora muy diplomáticamente evitó emplazarlo sobre ese aspecto, también se eximió de preguntar acerca de un personaje (presunto delegado satánico) de nombre Houston Hawkings de quien se ha dicho que siempre y muy discretamente anda tras él.
De acuerdo con la famosa vidente hollywoodense Christine Jones, ese mítico familiar a veces se desdobla en cuatro entes distintos, haciéndose pasar por masajista, maquillador, valet, peluquero, e incluso guardaespaldas o chofer del cantante cambiando de aspecto y personalidad según las circunstancias. Siempre de acuerdo a la versión de la Jones, uno de esos familiares, a veces toma posesión del cantante haciéndole actuar en forma irracional. Se rumorea por ejemplo que insertándose dentro del cuerpo de Jackson y personificando la voz de una mujer ha llamado a personalidades hollywoodense para proponerles citas eróticas en diversos lugares de la ciudad. Nunca acude a ellas, pero posteriormente el cantante escucha la cinta grabada para disfrutar burlonamente de la conversación.
Dejando de lado tan absurdas fantasías sobrenaturales, el Dr. Aarón Hershowitz, profesional de psicología en la Universidad Yeshiva de Nueva York, ha dicho que Michael sí cambia la tonalidad de su voz a fin de no dejar ver su verdadera personalidad. Prefiere, al falsearla, trasladarse al mundo de la fantasía.
Cuando Oprah Winfrey alardeó el pasado 10 de Febrero de que Jackson nunca pudo ser entrevistado a fondo en su inner sanctum de Encino, California estaba exagerando pues ya en 1984, la revista Time lo había logrado. La periodista de ese semanario hasta consiguió que Jackson le mostrara las habitaciones interiores (cosa que no logró Oprah) y, según lo comentó en el reportaje en cuestión, al cruzar por un pasillo de regreso del baño creyó ver a Michael Jackson sentado en una salita pequeña mirando a la pantalla de un televisor y junto a él a otra persona, indefinible por cierto, ya que sólo se distinguía una silueta obscura. Al preguntar luego la reportera quién era su acompañante, el cantante respondió lacónico: «Un amigo». Para muchos sin embargo, incluyendo al británico Boy George, aquel amigo pudo haber sido el enigmático Mr. Houston Hawkings de quien el propio George diría: «He hablado con ese hombre en varias llamadas trasatlánticas y aunque parezca raro yo pienso que se trata del mismo Jackson quien cambia de voz y personalidad. Cuando le pregunté acerca del tal Hawkings respondió que sólo era ‘un amigo’ y que éste le había robado su agenda con mi número telefónico. Todo muy extraño por cierto». En el reportaje de la revista Time se menciona que Jackson tenía el hábito de disfrazarse cambiando la voz y caracterizado con traje de predicador y con un bigote falso, visitó varias casas de Birmingham, Alabama, para distribuir folletos acerca de una muy conocida secta religiosa. En otra ocasión y utilizando una exagerada peluca afro así como poblada barba acompañó a Tatum O’Neal al Radio City en Nueva York. Cierta vez, cuando se le preguntó sobre su rápido ascenso al estrellato y asombrosa metamorfosis de negro con típica nariz chata y pelo afro a ese híbrido albino de cabello liso que es en la actualidad, contestaría textualmente: «Yo soy más que el individuo que todos ven en el escenario y hay más de una personalidad involucrada en mi yo íntimo».
Sería desde luego completamente absurdo y un insulto a la inteligencia de los lectores estar proponiendo la existencia de pactos diabólicos y entes o delegados de Satán en esta época. Pero, ante esa declaración textual que hizo Jackson de que: «Yo soy más que el individuo que todos ven en el escenario y hay más de una personalidad involucrada en mi yo íntimo», se podría pensar cualquier cosa.
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Si la vida real de ELVIS fue excéntrica y accidentada, con una vida póstuma que se ha convertido en la mitología folklórica más persistente de este siglo pues aún continua siendo motivo de supersticiosa veneración, podría decirse que la de Michael Jackson —quien irónicamente se convirtió en su yerno— es la que más se le acerca en algunos aspectos. No en el área artística por supuesto, ya que en esa esfera Elvis continúa siendo el Supremo, sino en lo de perversa notoriedad. Dejando de lado las acusaciones de corrupción de menores (que el matrimonio con la hija de Presley no alcanzó a despejar) está toda una galaxia de aberrantes manías que cómodamente rebasan la más desorbitada ficción. Tanto así que hasta se ha llegado a comentar —presumiblemente sin base probatoria— de un presunto pacto con la Satánica Majestad.
En el ámbito del show business donde esoterismo y superstición son prácticamente una forma de vida, existe la soterrada convicción de que tras el éxito y asombrosa metamorfosis de Jackson se esconde un elemento sobrenatural. Cierto psíquico, de los muchos que abundan en los EE.UU. insiste con toda seriedad que Michael habría entregado su alma al Señor de las tinieblas a cambio de que éste le convirtiera en el artista más famoso del mundo y, además, transformara sus características negroides (a las cuales evidentemente detestaba) por una piel blanca, cabello liso y nariz perfilada. Avala tal creencia el hecho de que su Majestad Satánica, luego de complacer al cantante, le asignara la correspondiente sombra o familiar. En el argot de la demonología, un familiar nada tiene que ver con parentesco y más bien se refiere a guardián. Generalmente se trata de un diablejo menor (o quizás un alma en pena) designada por Satán para que vigile y ayude a cumplir su pacto a la persona que haya negociado con él.
(Sacheverel Sitwell en su biografía de Liszt menciona que el gran violinista Nicolo Paganini, quien presuntamente habría hecho su pacto con el diablo a cambio de una insólita destreza con el instrumento, siempre era acompañado —día y noche— por un hombrecito, simpático y rechoncho, de nombre Mr. Harrys, quien fungía como administrador y asistente del gran virtuoso pero en realidad no era otra cosa que el familiar que le había asignado Satán).
A comienzos de Febrero de 1993, la entrevistadora de color Oprah Winfrey acudió a la mansión de Jackson, en Encino, California para conversar con él y según dijo: «Poner en claro o desmentir el océano de rumores acerca de su persona». Una de las primeras cosas que Jackson intentó explicar fue que su actual color blanco alabastrino se debía no al uso de substancias químicas, sino a una rara enfermedad de la piel conocida como vitiligo. Afirmó además que ese aclaramiento de su cutis de ninguna manera debía considerarse como un rechazo a su ancestro africano. Pero quienes observaron la entrevista, con abundantes close-ups del ex-negro, pudieron comprobar que si bien el vitiligo decolora en forma irregular áreas relativamente pequeñas de la piel, ello no ocurre de manera uniforme y tan perfecta como luce la de Jackson. Por otra parte, y si es verdad eso de que el cantante está orgulloso de su negritud, ¿por qué alisó su pelo y se hizo esculpir la típica nariz ancha y aplastada de la raza africana llegando al extremo de operar los labios para eliminar su protuberancia? Así como la entrevistadora muy diplomáticamente evitó emplazarlo sobre ese aspecto, también se eximió de preguntar acerca de un personaje (presunto delegado satánico) de nombre Houston Hawkings de quien se ha dicho que siempre y muy discretamente anda tras él.
De acuerdo con la famosa vidente hollywoodense Christine Jones, ese mítico familiar a veces se desdobla en cuatro entes distintos, haciéndose pasar por masajista, maquillador, valet, peluquero, e incluso guardaespaldas o chofer del cantante cambiando de aspecto y personalidad según las circunstancias. Siempre de acuerdo a la versión de la Jones, uno de esos familiares, a veces toma posesión del cantante haciéndole actuar en forma irracional. Se rumorea por ejemplo que insertándose dentro del cuerpo de Jackson y personificando la voz de una mujer ha llamado a personalidades hollywoodense para proponerles citas eróticas en diversos lugares de la ciudad. Nunca acude a ellas, pero posteriormente el cantante escucha la cinta grabada para disfrutar burlonamente de la conversación.
Dejando de lado tan absurdas fantasías sobrenaturales, el Dr. Aarón Hershowitz, profesional de psicología en la Universidad Yeshiva de Nueva York, ha dicho que Michael sí cambia la tonalidad de su voz a fin de no dejar ver su verdadera personalidad. Prefiere, al falsearla, trasladarse al mundo de la fantasía.
Cuando Oprah Winfrey alardeó el pasado 10 de Febrero de que Jackson nunca pudo ser entrevistado a fondo en su inner sanctum de Encino, California estaba exagerando pues ya en 1984, la revista Time lo había logrado. La periodista de ese semanario hasta consiguió que Jackson le mostrara las habitaciones interiores (cosa que no logró Oprah) y, según lo comentó en el reportaje en cuestión, al cruzar por un pasillo de regreso del baño creyó ver a Michael Jackson sentado en una salita pequeña mirando a la pantalla de un televisor y junto a él a otra persona, indefinible por cierto, ya que sólo se distinguía una silueta obscura. Al preguntar luego la reportera quién era su acompañante, el cantante respondió lacónico: «Un amigo». Para muchos sin embargo, incluyendo al británico Boy George, aquel amigo pudo haber sido el enigmático Mr. Houston Hawkings de quien el propio George diría: «He hablado con ese hombre en varias llamadas trasatlánticas y aunque parezca raro yo pienso que se trata del mismo Jackson quien cambia de voz y personalidad. Cuando le pregunté acerca del tal Hawkings respondió que sólo era ‘un amigo’ y que éste le había robado su agenda con mi número telefónico. Todo muy extraño por cierto». En el reportaje de la revista Time se menciona que Jackson tenía el hábito de disfrazarse cambiando la voz y caracterizado con traje de predicador y con un bigote falso, visitó varias casas de Birmingham, Alabama, para distribuir folletos acerca de una muy conocida secta religiosa. En otra ocasión y utilizando una exagerada peluca afro así como poblada barba acompañó a Tatum O’Neal al Radio City en Nueva York. Cierta vez, cuando se le preguntó sobre su rápido ascenso al estrellato y asombrosa metamorfosis de negro con típica nariz chata y pelo afro a ese híbrido albino de cabello liso que es en la actualidad, contestaría textualmente: «Yo soy más que el individuo que todos ven en el escenario y hay más de una personalidad involucrada en mi yo íntimo».
Sería desde luego completamente absurdo y un insulto a la inteligencia de los lectores estar proponiendo la existencia de pactos diabólicos y entes o delegados de Satán en esta época. Pero, ante esa declaración textual que hizo Jackson de que: «Yo soy más que el individuo que todos ven en el escenario y hay más de una personalidad involucrada en mi yo íntimo», se podría pensar cualquier cosa.
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