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XXY. El síndrome de Klinefelter.

AMBIGÜEDAD GENITAL, MÁS QUE UNA PELÍCULA

Aunque mucha gente lo desconozca existe un elevado número de bebés que nacen con lo que se denomina ambigüedad genital debido a alteraciones genéticas. Recientemente, se ha estrenado una película argentina con el sugerente título de XXY. Esta película cuenta el momento brutal y transformador en el que una adolescente llamada Alex se encuentra con su identidad, una identidad sexual ambigua.

Esta historia recuerda a la de Herculine Barbin, una niña que nació en Francia en 1838. Su familia era pobre y consiguió una beca para estudiar en una escuela de un convento de Ursulinas. Según lo que cuenta en sus memorias, se enamoró de una amiga aristócrata en el colegio. Aunque había pasado la pubertad, no tenía la menstruación, su pecho era plano y se afeitaba el bigote, la barba y los brazos. En 1857, recibió un puesto como docente en una escuela femenina. Se enamoró de otra profesora, Sara, con quien tuvo un romance y los rumores empezaron a circular. Además, se quejaba de unos intensos dolores por los que cuenta que fue a un médico que se horrorizó con lo que vio en su examen físico.

Barbin se confesó al obispo de La Rochelle y éste le pidió romper el secreto de confesión para pedir un examen médico. El doctor Chesnet realizó el examen en 1860 y descubrió que Barbin tenía una pequeña vagina, un cuerpo masculinizado, un pequeño pene y testículos dentro del cuerpo. Una determinación legal posterior dictó que Barbin fuera oficialmente varón y dejó a su amante y su trabajo, cambiando su nombre por el de Abel Barbin, algo que se mencionó en los periódicos. Se mudó a París, donde vivió en la pobreza y comenzó a escribir sus memorias. En febrero de 1868, el conserje de su edificio en la rue de l'École-de-Médecine encontró su cuerpo: se había suicidado con el gas de la cocina y sus memorias se hallaban al lado de su cama.

Y es que el sexo está determinado principalmente mediante los cromosomas. Los humanos tenemos 48 cromosomas, 46 son llamados autosomas y los otros 2 son los cromosomas sexuales, el X y el Y. El sexo de las personas está determinado por los cromosomas X e Y. Los hombres tienen los cromosomas XY y las mujeres tienen los cromosomas XX.

En el síndrome de Klinefelter se encuentran 49 cromosomas porque estos individuos tienen 3 cromosomas sexuales: XXY. Esta condición es relativamente común, ya que afecta a uno de cada 500 hombres. Al nacer, el niño presenta una apariencia masculina normal, pero el defecto usualmente comienza a notarse cuando llega a la pubertad y las características sexuales secundarias no se desarrollan o lo hacen de manera tardía, y se presentan cambios en los testículos que finalmente producen esterilidad en la mayoría de los afectados. Algunos casos leves pueden pasar inadvertidos por no presentar anomalías, a excepción de la esterilidad.

El síndrome de Klinefelter, el XXY, es un trastorno muy diferente al de Alex, una adolescente a la que se le diagnosticó al nacer una hiperplasia suprarrenal congénita y que tenía genitales ambiguos, diagnóstico que la convierte en una pseudohermafrodita femenina, ya que tiene características genéticas femeninas —46 XX— pero una alteración endocrinológica que le hace tener excesivas hormonas masculinas provoca una virilización y da lugar al nacer a unos genitales con un clítoris hipertrófico, semejante a un pene pequeño, un orificio vaginal y unos labios hipertróficos semejando un escroto sin testículos.

Como tantas otras cosas, el término de hermafroditismo viene de la mitología griega: Hermafrodito era el hijo de Hermes y Afrodita. Una ninfa llamada Salmácide se enamoró locamente de él, pero éste no le correspondía. Un día, la desesperación de Salmácide le llevó a arrastrar al fondo de un lago a Hermafrodito mientras lo abrazaba. Al tiempo que ambos caían lentamente en las profundidades, Salmácide rezó con todas sus fuerzas para que los dioses jamás permitieran que sus dos cuerpos se separaran. De esa forma, se fundieron en un único cuerpo, con ambos sexos.

El hermafroditismo verdadero es muy infrecuente, ya que el individuo hermafrodita tiene los aparatos sexuales masculino y femenino o un aparato mixto y es capaz de producir gametos masculinos y femeninos al mismo tiempo. Probablemente en humanos no hay ningún caso constatado médicamente de auténtico hermafroditismo (es decir, con la capacidad de producir óvulos y espermatozoides al mismo tiempo). En definitiva, aunque interesante, la película XXY resulta científicamente inexacta y confusa.

Ignacio Moncada-Presidente de la Alianza Europea de Disfunciones Sexuales.
 
Ya... y en este caso estas personas "pecan" cuando tienen sexo con chicas, o cuando tienen sexo con chicos? O ellos si tienen carta abierta para tener relaciones con quien quieran sin incurrir en el "pecado" ¬_¬... lo digo por curiosidad dado en el mundo que vivimos nada más.
 
I

INMATE W17S

Guest
Yo creo que ya lo he contado varias veces en el foro, pero tengo un primo (o es prima? :confused:) que padece de esto. Es un primo por parte de padre y con la familia de mi padre apenas tenemos contacto, asi que le he visto solo unas 2 o 3 veces en mi vida. Se llama Ivan ahora (bueno, desde que nacio) pero la segunda vez que le vi era yo muy niña y el era una niña tambien, aun cuando la primera vez que le vi era un niño. Ahora es un hombre echo y derecho y no se si le dan cambios de ser mujer o yo que se, pero lleva años ya de hombre aunque claro, tiene rasgos muy femininos. Yo solo le veo en la tele una vez al año porque canta chirigotas del carnaval de Cadiz y Canal Sur lo retransmite. Si encuentro una foto de su chirigota lo pongo.
 
Joder que interesante,cuanta verdad hay en esa frase de "La realidad siempre supera la ficción".
La verdad que la gente que padece este síndrome tienen que haberlo pasado fatal tanto física como psicológicamente.
 
Última edición:
Conozco muy de cerca estos casos. Son un ejemplo exacto de lo que se ha de ser, integridad y una búsqueda constante d ela identidad a través de la honestidad y la autoreflexión.
El film es bellísimo sin lugar a dudas, me impacto profundamente aún sabiendo de qué y cómo se resolvería. Es literalmente hermoso
 
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