Nueva York, Estados Unidos (1 mayo 2006).- Cientos de miles de inmigrantes salieron hoy a las calles de Estados Unidos para sumarse a la protesta nacional y exigir mejores derechos para los millones de indocumentados.
Durante el llamado "Día Sin Migrantes", miles de hispanos faltaron al trabajo, a la escuela y aplican un boicot al abstenerse de realizar compras. Además, participan en marchas en todo el territorio estadounidense en un intento por demostrar el poder político y económico que han adquirido.
En Union Square, Nueva York, el mercado al aire libre, generalmente bullicioso, presentaba una actividad mucho menor a la habitual. En las aceras de Broadway, las tiendas de productos baratos de importación, generalmente caóticas, estaban cerradas en su mayoría.
"Todo el mundo aquí es inmigrante. El único americano auténtico es el indio", declaró Rene Ochart, un puertorriqueño portero del elegante Hotel Pierre en el Upper East Side de Manhattan.
Un proyecto de ley aprobado en diciembre por la Cámara de Representantes, que convertiría a todos los inmigrantes ilegales en criminales, provocó un movimiento de protestas masivo, llevando a las calles a personas que anteriormente trabajaban y vivían en las sombras de la sociedad estadounidense.
A lo largo del país, varias de las mayores plantas de empaque de carne permanecieron cerradas, pero los operarios intentaron prepararse para el cierre acelerando la producción durante el fin de semana.
La compañía de comida rápida McDonald´s Corp. señaló que algunos de sus restaurantes estaban funcionando con personal limitado, durante menos horas o sólo por servicio al automóvil.
La empresa dijo que respaldaba firmemente la reforma de inmigración para "proteger a los empleados, empleadores y salvaguardar la seguridad de la frontera de nuestra nación".
En Los Ángeles, la policía se estaba preparando para dos enormes marchas y se esperaba que cientos de miles de personas escucharan el llamado del alcalde Antonio Villaraigosa y del cardenal católico Roger Mahony.
La policía en Chicago también espera que cerca de medio millón de personas marche, mientras se planificaban otras manifestaciones en la mayoría de las grandes ciudades del país.
Por la tarde también se esperan marchas en las ciudades texanas de San Antonio y Houston, donde ya se encuentran concentrados grupos de hispanos.
El impacto del boicot también se vio reflejado en el bajo flujo vehicular que registran los principales puentes internacionales en la frontera con México, los cuales lucen prácticamente vacíos.
(Con información de Agencias y Corresponsales)