Daniela
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El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de
la línea aérea British Airways tuvo lugar el siguiente
suceso: A una dama la sentaron en el avión al lado de
un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata
que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al
lado de una persona tan desagradable. La azafata
argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría
a revisar a primera clase a ver por si acaso podría
encontrar algún lugar libre. Todos los demás pasajeros
observaron la escena con disgusto, no solo por el
hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera un
sitio para la mujer en primera clase. La señora se
sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a
quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella
persona. Minutos más tarde regresó la azafata y le
informó a la señora: "Discúlpeme señora, pero
efectivamente todo el vuelo está lleno.... pero
afortunadamente encontré un lugar vacío en primera
clase. Sin embargo, para poder hacer este tipo de
cambios le tuve que pedir autorización al capitán. Él
me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al
lado de una persona tan desagradable." La señora con
cara de triunfo, intentó salir de su asiento, pero la
azafata en ese momento se voltea y le dice al hombre
de raza negra: "¿Señor, sería usted tan amable de
acompañarme a su nuevo asiento?". Todos los pasajeros
del avión se pararon y ovacionaron la acción de la
azafata. Ese año, la azafata y el capitán fueron
premiados y gracias a esa actitud, la empresa British
Airways se dio cuenta que no le había dado demasiada
importancia a la capacitación de su personal en el
área de atención al cliente, la empresa hizo cambios
de inmediato; desde ese momento en todas las oficinas
de British Airways se lee el siguiente mensaje: "Las
personas pueden olvidar lo que les dijiste, las
personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero nunca
olvidarán como los hiciste sentir."
la línea aérea British Airways tuvo lugar el siguiente
suceso: A una dama la sentaron en el avión al lado de
un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata
que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al
lado de una persona tan desagradable. La azafata
argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría
a revisar a primera clase a ver por si acaso podría
encontrar algún lugar libre. Todos los demás pasajeros
observaron la escena con disgusto, no solo por el
hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera un
sitio para la mujer en primera clase. La señora se
sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a
quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella
persona. Minutos más tarde regresó la azafata y le
informó a la señora: "Discúlpeme señora, pero
efectivamente todo el vuelo está lleno.... pero
afortunadamente encontré un lugar vacío en primera
clase. Sin embargo, para poder hacer este tipo de
cambios le tuve que pedir autorización al capitán. Él
me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al
lado de una persona tan desagradable." La señora con
cara de triunfo, intentó salir de su asiento, pero la
azafata en ese momento se voltea y le dice al hombre
de raza negra: "¿Señor, sería usted tan amable de
acompañarme a su nuevo asiento?". Todos los pasajeros
del avión se pararon y ovacionaron la acción de la
azafata. Ese año, la azafata y el capitán fueron
premiados y gracias a esa actitud, la empresa British
Airways se dio cuenta que no le había dado demasiada
importancia a la capacitación de su personal en el
área de atención al cliente, la empresa hizo cambios
de inmediato; desde ese momento en todas las oficinas
de British Airways se lee el siguiente mensaje: "Las
personas pueden olvidar lo que les dijiste, las
personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero nunca
olvidarán como los hiciste sentir."