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Lo único que no tiene remedio es la muerte, reza la sabiduría popular. Sin embargo, miles de personas en el mundo están pagando millones de dólares por tener alguna posibilidad de regresar a la vida.
Sus inertes cuerpos pagan estadía en cementerios congelados durante mucho tiempo con la idea de que la ciencia pueda burlar la muerte y los traiga del más allá.
Existen dos opciones: por 80.000 dólares se puede dejar el cerebro en un contenedor lleno de nitrógeno líquido por un tiempo ilimitado. Eso sí garantizando un abono anual de 500 dólares. La idea es que en el futuro el cerebro —con recuerdos y personalidad intactos— pueda ser anexado a un cuerpo sano.
Pero si dispone de US$150.000, los científicos de los bancos de criogenia le garantizan dejarlo congelado por cien años y revivirlo en un futuro —2025 ó 2050—, prometen las empresas en sus páginas de internet. En esos años, calculan, ya se habrá encontrado la fórmula de la juventud eterna y la mayoría de los males por los que la gente está muriendo ahora ya tendrán cura.
Según la teoría de la crionización, los cuerpos conservados a una temperatura de 195.5 grados centígrados bajo cero pueden esperar muchos años a ser revividos. Se trata de conservar suspendidas sus funciones vitales para reanimar a la persona con su conciencia, conocimientos y personalidad intactas.
Pero para que la complicada operación tenga éxito, el procedimiento de “congelación” deberá iniciarse pasados los primeros dos minutos de muerte. Según los expertos en crionización, “este tiempo es clave pues después de un paro cardiaco, el cerebro tiene seis minutos de oxígeno. Ese es el tiempo que hay que aprovechar para poder salvar recuerdos, memoria y conocimientos”, explican.
El proceso total —es decir, en donde se introducen líquidos especiales a través del sistema circulatorio con el objetivo de mantener las células vivas— dura 15 minutos. Y aunque empresas como Cryonics, con sede en Arizona, prometen hacerlo hasta una hora después, sí advierten que los resultados no pueden ser los mismos.
Después de este proceso, el cuerpo es introducido en un recipiente de acero especial y luego es almacenado en inmensos congeladores de nitrógeno líquido a una temperatura de -196 grados centígrados. El proceso para congelar el cerebro es igual, sólo que antes debe hacerse una decapitación, pues este órgano debe guardarse con la cabeza para garantizar su protección.
En cuanto a los riesgos, Sviatosláv Medvédev, director del Instituto de Medicina Cerebral de Rusia, advierte que la información del cliente se podría perder si las células cerebrales hubiesen muerto antes de la congelación.
En este momento existen 300 personas en las listas de espera de los bancos de cuerpos. Se calcula que 710 ya están congeladas y que un número igual de cerebros están almacenados. En su mayoría son ancianos millonarios que murieron de ataques cardiacos o cáncer. Lo curioso es que miles de personas ya dieron su consentimiento para que a la hora de su muerte sean enviados a los “cementerios congelados”. Están tan convencidos de la resurrección que hasta se “autoheredaron” sus fortunas para resucitar con una buena cantidad de dinero en sus bolsillos.
Según dicen los expertos, a la temperatura del nitrógeno líquido las reacciones bioquímicas de los tejidos se detienen y no se producen procesos biológicos que puedan dar lugar a degradación o envejecimiento. Así cuando alguien sea resucitado, tendrá todas sus funciones vitales intactas.
Hasta el momento ningún ser humano ha sido revivido de un proceso de crionización, pero los científicos aseguran que la ciencia avanza tan rápidamente, que seguramente en unos pocos años esto será posible. “La mayoría de las personas que viven hoy en día tienen posibilidades de alcanzar la inmortalidad física”, afirma la empresa rusa KrioRus, el más reciente banco de cuerpos congelados.
Estos bancos de humanos ofrecen, entre otras cosas, crear computadores con cerebros humanos, recuperar los recuerdos de personas muertas a partir de la clonación de su tejido cerebral, y hasta la reanimación o “reconstrucción” de personas cuyos cuerpos se congelaron durante años.
Para evitar problemas legales advierten que no existen tecnologías de resurrección de cerebros o cadáveres humanos “por ahora” y que el plazo de conservación de éstos depende del cliente.
Estos centros criónicos ya existen en Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Holanda, Noruega, España, Suecia, Reino Unido, Dinamarca, Alemania, Australia, Nueva Zelanda y Japón. Ya son muchos los bancos de órganos humanos y cuerpos enteros que aguardan congelados el día en que se les podrá devolver la vida.
Noticia tomada de Elespectador.com
Sus inertes cuerpos pagan estadía en cementerios congelados durante mucho tiempo con la idea de que la ciencia pueda burlar la muerte y los traiga del más allá.
Existen dos opciones: por 80.000 dólares se puede dejar el cerebro en un contenedor lleno de nitrógeno líquido por un tiempo ilimitado. Eso sí garantizando un abono anual de 500 dólares. La idea es que en el futuro el cerebro —con recuerdos y personalidad intactos— pueda ser anexado a un cuerpo sano.
Pero si dispone de US$150.000, los científicos de los bancos de criogenia le garantizan dejarlo congelado por cien años y revivirlo en un futuro —2025 ó 2050—, prometen las empresas en sus páginas de internet. En esos años, calculan, ya se habrá encontrado la fórmula de la juventud eterna y la mayoría de los males por los que la gente está muriendo ahora ya tendrán cura.
Según la teoría de la crionización, los cuerpos conservados a una temperatura de 195.5 grados centígrados bajo cero pueden esperar muchos años a ser revividos. Se trata de conservar suspendidas sus funciones vitales para reanimar a la persona con su conciencia, conocimientos y personalidad intactas.
Pero para que la complicada operación tenga éxito, el procedimiento de “congelación” deberá iniciarse pasados los primeros dos minutos de muerte. Según los expertos en crionización, “este tiempo es clave pues después de un paro cardiaco, el cerebro tiene seis minutos de oxígeno. Ese es el tiempo que hay que aprovechar para poder salvar recuerdos, memoria y conocimientos”, explican.
El proceso total —es decir, en donde se introducen líquidos especiales a través del sistema circulatorio con el objetivo de mantener las células vivas— dura 15 minutos. Y aunque empresas como Cryonics, con sede en Arizona, prometen hacerlo hasta una hora después, sí advierten que los resultados no pueden ser los mismos.
Después de este proceso, el cuerpo es introducido en un recipiente de acero especial y luego es almacenado en inmensos congeladores de nitrógeno líquido a una temperatura de -196 grados centígrados. El proceso para congelar el cerebro es igual, sólo que antes debe hacerse una decapitación, pues este órgano debe guardarse con la cabeza para garantizar su protección.
En cuanto a los riesgos, Sviatosláv Medvédev, director del Instituto de Medicina Cerebral de Rusia, advierte que la información del cliente se podría perder si las células cerebrales hubiesen muerto antes de la congelación.
En este momento existen 300 personas en las listas de espera de los bancos de cuerpos. Se calcula que 710 ya están congeladas y que un número igual de cerebros están almacenados. En su mayoría son ancianos millonarios que murieron de ataques cardiacos o cáncer. Lo curioso es que miles de personas ya dieron su consentimiento para que a la hora de su muerte sean enviados a los “cementerios congelados”. Están tan convencidos de la resurrección que hasta se “autoheredaron” sus fortunas para resucitar con una buena cantidad de dinero en sus bolsillos.
Según dicen los expertos, a la temperatura del nitrógeno líquido las reacciones bioquímicas de los tejidos se detienen y no se producen procesos biológicos que puedan dar lugar a degradación o envejecimiento. Así cuando alguien sea resucitado, tendrá todas sus funciones vitales intactas.
Hasta el momento ningún ser humano ha sido revivido de un proceso de crionización, pero los científicos aseguran que la ciencia avanza tan rápidamente, que seguramente en unos pocos años esto será posible. “La mayoría de las personas que viven hoy en día tienen posibilidades de alcanzar la inmortalidad física”, afirma la empresa rusa KrioRus, el más reciente banco de cuerpos congelados.
Estos bancos de humanos ofrecen, entre otras cosas, crear computadores con cerebros humanos, recuperar los recuerdos de personas muertas a partir de la clonación de su tejido cerebral, y hasta la reanimación o “reconstrucción” de personas cuyos cuerpos se congelaron durante años.
Para evitar problemas legales advierten que no existen tecnologías de resurrección de cerebros o cadáveres humanos “por ahora” y que el plazo de conservación de éstos depende del cliente.
Estos centros criónicos ya existen en Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Holanda, Noruega, España, Suecia, Reino Unido, Dinamarca, Alemania, Australia, Nueva Zelanda y Japón. Ya son muchos los bancos de órganos humanos y cuerpos enteros que aguardan congelados el día en que se les podrá devolver la vida.
Noticia tomada de Elespectador.com