La Liga Árabe está compuesta por 24 países miembros, tienen en común su lengua, aunque dialectos hay muchos, su religión, la Islámica, y su política represora de la homosexualidad. Sólo en uno de estos 24 países repartidos en dos continentes, Egipto, la homosexualidad no es un delito. En la mayoría se paga con la cárcel ser gay, pero en otros, caso de Yemen, Mauritania, Qatar, Iran o Afganistan la pena es la muerte.
Amnistía Internacional reconocía en su informe del 2000 violaciones de derechos humanos de los gays en todos estos países, también Egipto. Si legalmente te encarcelan, ilegalmente te torturan, te secuestran o te matan. El ACNUR concede etiqueta de refugiado político a todos los gays y lesbianas que huyen de estos países porque no tienen más remedio.
El integrismo chiíta (una de las dos sectas en las que se bifurca el islamismo, chiítas y sunitas) fue el pistoletazo de salida en una carrera para ver quien era más bestia e intransigente con los gays. Irán, el primer país convertido en república islámica que aplicaba la sharia, la ley del Corán, ganaba ese nefasto galardón. Pero ahora ha sido superado por Afganistán.
Este castigado país sufre una brutal guerra civil que ya dura 20 años, y desde hace cinco soporta el gobierno de los talibanes (curiosamente el nombre significa estudiantes) que han impuesto a sangre y fuego la sharia. En 1998 cinco hombres acusados de ser gays fueron aplastados por un tanque militar durante 30 minutos delante de cientos de ¿personas?, entre ellas el líder de estos fanáticos llamado Mohamed Omar. El 22 de marzo dos muchachos, Abdull Sami de 18 años y Bismullah de 22, que eran pareja, fueron aplastados por un pala excavadora hasta la muerte, por supuesto con el correspondiente auditorio.
Algunos países como Yemen, Mauritana, y Qatar están debatiendo sobre cambiar su legislación por la ley islámica que solo contempla la muerte como pena para la homosexualidad.
Malaysia es el paradigma de persecución legal a los gays. No aplican la sharia, pero castiga con 20 años de cárcel las relaciones homosexuales con penetración. En Bangladesh y Pakistán contemplan por igual los actos homosexuales y los de zoofilia. En ambos países los gays son perseguidos y tratados como enfermos con electroshock y otros tratamientos así de modernos y científicos.
Amnistía Internacional reconocía en su informe del 2000 violaciones de derechos humanos de los gays en todos estos países, también Egipto. Si legalmente te encarcelan, ilegalmente te torturan, te secuestran o te matan. El ACNUR concede etiqueta de refugiado político a todos los gays y lesbianas que huyen de estos países porque no tienen más remedio.
El integrismo chiíta (una de las dos sectas en las que se bifurca el islamismo, chiítas y sunitas) fue el pistoletazo de salida en una carrera para ver quien era más bestia e intransigente con los gays. Irán, el primer país convertido en república islámica que aplicaba la sharia, la ley del Corán, ganaba ese nefasto galardón. Pero ahora ha sido superado por Afganistán.
Este castigado país sufre una brutal guerra civil que ya dura 20 años, y desde hace cinco soporta el gobierno de los talibanes (curiosamente el nombre significa estudiantes) que han impuesto a sangre y fuego la sharia. En 1998 cinco hombres acusados de ser gays fueron aplastados por un tanque militar durante 30 minutos delante de cientos de ¿personas?, entre ellas el líder de estos fanáticos llamado Mohamed Omar. El 22 de marzo dos muchachos, Abdull Sami de 18 años y Bismullah de 22, que eran pareja, fueron aplastados por un pala excavadora hasta la muerte, por supuesto con el correspondiente auditorio.
Algunos países como Yemen, Mauritana, y Qatar están debatiendo sobre cambiar su legislación por la ley islámica que solo contempla la muerte como pena para la homosexualidad.
Malaysia es el paradigma de persecución legal a los gays. No aplican la sharia, pero castiga con 20 años de cárcel las relaciones homosexuales con penetración. En Bangladesh y Pakistán contemplan por igual los actos homosexuales y los de zoofilia. En ambos países los gays son perseguidos y tratados como enfermos con electroshock y otros tratamientos así de modernos y científicos.