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Arítculo - 1983-2003: LOS FENOMENOS DE MICHAEL JACKSON Y MADONNA - LOS MUTANTES

Esto salió en la portada del suplemento "Espectáculos" del Diaro Clarin, de Argentina, en el día de hoy:

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1983-2003: LOS FENOMENOS DE MICHAEL JACKSON Y MADONNA

Comenzaron a reinar en el pop hace 20 años. Basaron sus carreras en MTV, el impacto, la ambigüedad sexual, el escándalo y el cambio de apariencia. Hoy siguen dando pelea: Madonna está a punto de sacar el disco "American life" y Michael Jackson blanquea su imagen por televisión... ¿Qué hay detrás de las máscaras?

Veinte años de una máscara tras otra

Estallaron en 1983. Y no pararon. Forjados en el manejo formidable de la imagen, estos mutantes del pop aún dan pelea.

Videogenia: la virtud de saber vender una imagen de sí mediante clips. Este mes, el término cumple los mismos veinte años que la irrupción de las dos megaestrellas pop globales, Madonna y Michael Jackson. ¿Qué hubiera sido de ellos sin MTV? ¿Y a la inversa? En marzo de 1983 ambos compartían manager (Fred DeMann) y director de clip, Steve Barron, el inglés que, en 1990, nos legaría el largometraje de las Tortugas Ninja. El fue el encargado de darle dimensión narrativa a un género como el "promo televisivo de un hit radial" que aún no superaba las escenas de playback con algún efecto técnico. Barron terminó el clip de Billie Jean (Jackson, extraído de Thriller, 82) y el de Burning up (Madonna, corte de su debut homónimo) con diferencia de semanas. Los cantantes debieron actuar y mostrarse más como personajes que personas.

Pronto, a Michael se le ocurriría pedir 800.000 dólares para filmar los 14 minutos de Thriller (John Landis). Desde el estreno de este clip, en el 83, "ya no bastaba con ser un compositor brillante y gran músico, tenías que ser actor o, por lo menos, tener una cara bonita", escribió Anthony De Curtis. Michael y Madonna lo sabían y fueron los dos ejemplares que mejor superaron el nuevo darwinismo de la "videocracia". Ambos se dedicaron al marketing de su cuerpo e imagen pública al punto de recrearse a piacere . Conscientes de que hay que ofrecerle a los fans un modelo a imitar, recurren a los caprichos de la moda y a las coreografías ya desde sus primeros clips. Madonna trabaja con la diseñadora Maripol quien le propone mezclar crucifijos con bijou mersa y lencería. Michael recurre al detalle (un solo guante, medias blancas) e inventa el paso "moonwalking" (caminata lunar).

Aún cuando los dos hicieron de la metamorfosis su modus operandi con un antecedente en Bowie, existe una gran diferencia. Madonna busca despistar cambiando de máscaras y subvirtiendo los códigos culturalmente aceptables (erotismo + catolicismo). En cambio, Michael se identifica cada vez mejor con su "ideal de yo" (sea Diana Ross o Peter Pan) recurriendo a la cirugía. Si Madonna se aprovecha de los medios para ofrecer simulacros de sí, Michael lo vive en carne propia: ya es un cyborg, un humano biónico que desafía a Freud concretando sus máximos deseos (ser un eterno niño blanco). Ella ama el "voguing" (imitación de poses que hacían los gays neoyorquinos de las modelos de Vogue) y ser objeto del voyeurismo; él prefiere las películas de hombres — lobos y el efecto Morphing (ver Black or White). Saben que los medios no son transparentes y los manipulan. Si hasta hacen sus propios documentales: ella ya tuvo su A la cama con... en 1992. Siguen vigentes porque encarnan el mismo ritmo de cambio sin cambio de la moda y el mercado. Nadie sabrá nunca quiénes y cómo son en realidad. ¿A alguien le importa?


Jackson: Tribulaciones de un rey imaginario o no

1983

Si en Off the Wall (1979), Michael se había perfilado como el Principito de la música disco, ahora, con Thriller se propone ser el Rey del Pop. Y el disco terminó siendo el más vendido de la historia.

Otra vez tendría en los controles al productor Quincy Jones (digámoslo: el George Martin del pop negro), un músico de jazz que había trabajado con Ray Charles y Frank Sinatra. Mientras éste se acerca a las máquinas desde un oído musical, Michael lo hace con el cuerpo: somatiza el ritmo. Basta comparar Babe, be Mine de Jackson con Sexual Healing de Marvin Gaye del mismo año. En este caso, las máquinas de ritmos suenan cosméticas, metronómicas. Michael quiere vivir el puslo rítmica con el cuerpo entero.

Sus vocalizaciones varían entre los agudos de un niño, la prepotencia de un hombre rudo (Beat it) y lo que es más fundacional, una especie de retórica erótica traducida en hipos, gruñidos, exhalaciones y ese gritito piel roja ("¡Uh!") que lo hizo famoso. Temáticamente es de lo más perverso: el sexo es visto como una animalada. O concluye en una reproducción no deseada (Billie Jean es sobre un embarazo no deseado) o empuja a los machos a pelearse por una hembra (tal el dueto con Paul McCartney en The Girl is Mine).

Thriller, la canción que contiene un rap del actor de terror Vicent Price, exhibe un paisaje social parecido a una selva donde la paranoia y el temor prevalecen. La aparición del guitarrista Eddie Van Halen en Beat It y de McCartney demuestra que Jackson estaba en busca de un integracionismo pop entre géneros y razas. De ahí el éxito unánime del disco. Thriller todavía es monumental (si no, pregunténle al N' Sync Justin Timberlake que trató de clonarlo el año pasado en su debut).

1993

Jackson se presenta en el estadio de River y tiene un encuentro con el entonces presidente Menem. Cada vez que se soba las entrepiernas (gesto que también adoptó con ironía feminista Madonna), uno recuerda que está frente a una especie de humano con genitales, en el resto de las acrobacias, no se sabe si ya estamos ante el hombre biónico.

Está presentando el disco que Nirvana con Nevermind se adjudicaba haber superado en ventas, Dangerous. El álbum continuaba la extraña atracción de Jackson por la violencia juvenil que ya había exhibido en Bad del 87, una atracción que siempre equilibró con su mensaje filantrópico y a favor de la paz.

2003

Tras las pocas ventas que recibió su último y decadente álbum Invincible, entra en deudas que ponen en juego su fortuna. Una hipótesis dice que su imagen de extraterrestre y sus sospechas de paidofilia lo alejaron del gran público (además de su falta de creatividad, claro).

Este año, se presentó su video-documental Viviendo con Michael Jackson donde el peridista Martin Bashir lo sigue paso a paso por su casa (especialmente por su parque de diversiones gigantesco, Neverland), por la calle cuando va de compras a escala millonaria. El músico muestra a sus dos hijos que salen cubiertos con máscaras, charla con un niño de 13 años y niega el chisme donde se lo hace acreedor de varias cirugías estéticas. El documental parece un reality show que el mismo Jackson puso en escena a su medida. Lo mismo la segunda parte que veremos hoy.


Madonna: Los zigzagueos de la chica material

1983

Como Michael Jackson, Madonna emerge de la escena disco (neoyorquina, en su caso) con un objetivo pop. "Los temas dance son sólo sonidos de laboratorio y yo quiero que parezcan canciones para que pueda tocarlas un grupo en vivo", le decía a The Face. Su simple Burning up (ritmo mecánico + guitarras: influjo de Clics Modernos a Pink), nació como maxi bailable (12 pulgadas), en tanto Holiday está producido por dos djs.

En el debut se la oye muy limitada como vocalista (al chillido ese que enerva lo lograron subiendo de altura en altura su ya de por sí nasal voz). Y también, muy autorreferencial cantándole a la escena dance a la hora de las letras (lo mismo de Everybody a Music, pasando por Into the groove y Don' t Stop), a Madonna no le quedaba más que volverse estrella explotando su imagen. El periodismo de rock de entonces la tomaba por "algo pasajero" y apostaba a algo más rocker como... Cindi Lauper.

1993

Llega a Argentina con su Girlie Tour o la discoteca a escala de Broadway. Acaba de salir su mejor álbum, Erotica (92). Provoca una polémica que Clarín refleja en una discusión entre el vicepresidente de Cáritas, Osvaldo Musto ("El de ella es un sexo desvirtuado de su humanidad") y el dramaturgo Roberto Cossa ("Ni hereje ni blasfema: artista"). Luego volvería para la filmación de la película Evita, también envuelta en polémicas criollas.

2003

Mística, esposa y madre afincada en la Inglaterra rural, ya cedió a una editorial sus primeros cuentos para niños. Mientras tanto, hizo público esta semana su flamante hit (incluye versión con rap), American Life, por Internet. Ante las expectativas creadas por el videoclip aún inédito que decidió censurar en vistas de la guerra (se la veía de soldado entre parapléjicos y bebés ensangrentados), aclaró: "Me siento afortunada de ser una ciudadana norteamericana por la libertad de expresión de la que gozo. No soy anti-Bush, ni Pro-Irak: estoy por la paz". Quienes la vimos en el Drowned Tour del 2001 sabemos que su actitud ante el pasado es hoy como de balance de todas las imágenes que alguna vez usó y luego tiró. Pues bien, American Life, la canción, trata de hacer una tregua de la camaleona que fue ("Traté de ser un chico/ traté de ser una chica/ Traté de ser un lío/ traté de ser la mejor/ Y creo que hice todo mal/ es por eso que hice esta canción.// ¿Ahora tengo que cambiar mi nombre?"). Y rapea: "No soy cristiana, no soy judía/ vivo en el sueño americano/ y me doy cuenta de que nada es lo que parece".

Como lo pronosticaba la canción incluida en el soundtrack de James Bond, Die Another Day, American Life continúa el híbrido entre el sonido europeo y norteamericano (Entre Daft Punk y el productor de Missy Elliott, Timbaland). La misma fórmula ya la había presentado en su álbum anterior, Music. Otra vez la asiste el francés Mirwais Ahmadzaï pero esta vez como un excelente orquestador de sonidos acústicos (guitarras) junto a riffs que parecen guirnaldas de efervescencia sintetizada. El estribillo recuerda demasiado a Nobody's perfect.

Como El Acertijo lanzando pistas falsas, pidió subir a los sitios de piratería como Kazaa, versiones de sus futuras canciones (Hollywood, Nobody Knows Me, Easy Ride y Nothing Fails) que sólo constan de un loop del track American Life. Tramposa.


http://www.clarin.com.ar/diario/hoy/c-00801.htm
 
Última edición:
Bastante cercano a la realidad, ¿no? Quizás algo estereotipado en el apartado Michael (y supongo que en muchas partes del de Madonna). No me ha desagradado porque, realmente, la definición de Thriller es bastante buena.

Un saludo
 
Escrito originalmente por pady
Bastante cercano a la realidad, ¿no? Quizás algo estereotipado en el apartado Michael (y supongo que en muchas partes del de Madonna). No me ha desagradado porque, realmente, la definición de Thriller es bastante buena.

Un saludo
Totalmente de acuerdo, en realidad está muy bien y queda hasta guay ;)
 
hoy me regalaron una copia del diario de ayer, y la verdad que no esta mal el reportaje :D

cuando pueda esacaneo las fotos (hay una de michael en neverland con el paraguas, y una de jam aqui en argentina :D )
 
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