βιυειίτε
0
“¡Viva la vida sin sexo!”, gritan tres de cada cien personas que habitan este planeta. La cifra sorprende, pero también da cuenta de una realidad oculta que, poco a poco, empieza a encontrar una válvula de escape: la de aquellos seres a quienes no se les mueve ni un solo pelo por tener una relación sexual. Raro. En una sociedad donde el sexo es estrella y en donde la palabra virginidad deja de tener vigencia a los trece años, comienza a surgir un nueva voz que grita sin ningún pudor su condición de asexual. Gente que ya está organizada con la finalidad de que, de una vez por todas, se les quite la etiqueta de enfermitos o de homosexuales reprimidos.
¿Es posible tener una vida plena sin sexo? Anthony Bogaert, un psicólogo experto en sexualidad de la Universidad Brock, ubicada en Ontario, tomó un estudio realizado en Inglaterra y analizó dieciocho mil respuestas de personas que fueron encuestadas acerca de sus preferencias sexuales. Bogaert encontró que el tres por ciento nunca había sentido atracción sexual por alguien, lo que significa que una de cada cien personas encuestadas se podría considerar como asexual. “Ellos no e xperimentan ninguna atracción sexual hacia otras personas, pero lejos de causarles ningún trauma, se declaran altamente felices, eso es lo increíble del caso”, comenta el científico.
Según un artículo publicado en el periódico Hindustan Times, los investigadores creen que algunos “asexuales” pueden tener impulsos eróticos extremadamente bajos y que otros tienen niveles normales pero simplemente no se sienten atraídos por otras personas. Igualmente, algunos desean establecer vínculos emocionales duraderos e incluso tener hijos pero recurriendo a la inseminación artificial para evitar el contacto físico. Así, por ejemplo, para Montserrat Calvo Artés, psicóloga y sexóloga, asegura: “La sexualidad no es ni una obligación ni una necesidad, por lo tanto la asexualidad puede considerarse una orientación asexual”. Según las últimas corrientes de la sexología, el disgusto por el sexo no significa, necesariamente, acceder al celibato.
Aunque ambos términos tienen en común la ausencia de práctica sexual, los motivos que derivan a esta situación son diferentes. Al celibato se llega por convencimientos morales o religiosos. Se rechaza el sexo, pero esto no significa la ausencia de deseo. Por el contrario, para los asexuales el sexo no existe. Muchos hablan del resurgimiento de una nueva orientación sexual, una auténtica identidad sexual carente de sexo, aunque ambos términos puedan resultar, a priori, incompatibles. Por ejemplo, hay asexuales que al no sentir atracción por otra persona son incapaces de enamorarse. Sin embargo, algunos suelen tener una vida socialmente muy activa y cultivan con gran cariño valores como la amistad y la fidelidad familiar. También los hay que tienen pareja y han formado su propia familia.
Lucía -una empleada pública de 33 años- dice, sin temor a ponerse colorada, que ella nunca mantuvo relaciones íntimas y que sus doctores aseguran que no padece ningún problema físico o psicológico. "He tenido varios novios que han intentado estimularme, pero yo, como si nada", expuso la joven. También está el caso de Geri Rich Jones, cantante y fundadora de la Sociedad Asexual Americana, quien se sintió híper protegida al saber que no era la única: "Al conocer a personas semejantes me sentí muy aliviada. Mi primer novio me abandonó por culpa del sexo y me hizo muchísimo daño. La única vez que lo intentamos sentí muchísimo asco y eso no ha variado en absoluto, así que dudo que se trate de algo temporal. No me atraen los hombres ni las mujeres, así de simple".
Ya hay varios sitios en Internet creados para brindar información acerca de la “asexualidad”, entre ellos el foro denominado Asexual Visibility and Education Network. Allí se encuentra una lista de preguntas comunes que fueron respondidas por Jay, el creador del sitio, una de ellas: ¿Es posible que sólo se trate de que todavía no se ha encontrado a la persona adecuada? Otro ejemplo es Asexual Pals, quienes consideran que han abierto la puerta a los que reclaman su aversión al sexo con la finalidad de que se reconozca a la asexualidad como una nueva orientación sexual. ¿Alguno quiere formar parte del club?
¿Es posible tener una vida plena sin sexo? Anthony Bogaert, un psicólogo experto en sexualidad de la Universidad Brock, ubicada en Ontario, tomó un estudio realizado en Inglaterra y analizó dieciocho mil respuestas de personas que fueron encuestadas acerca de sus preferencias sexuales. Bogaert encontró que el tres por ciento nunca había sentido atracción sexual por alguien, lo que significa que una de cada cien personas encuestadas se podría considerar como asexual. “Ellos no e xperimentan ninguna atracción sexual hacia otras personas, pero lejos de causarles ningún trauma, se declaran altamente felices, eso es lo increíble del caso”, comenta el científico.
Según un artículo publicado en el periódico Hindustan Times, los investigadores creen que algunos “asexuales” pueden tener impulsos eróticos extremadamente bajos y que otros tienen niveles normales pero simplemente no se sienten atraídos por otras personas. Igualmente, algunos desean establecer vínculos emocionales duraderos e incluso tener hijos pero recurriendo a la inseminación artificial para evitar el contacto físico. Así, por ejemplo, para Montserrat Calvo Artés, psicóloga y sexóloga, asegura: “La sexualidad no es ni una obligación ni una necesidad, por lo tanto la asexualidad puede considerarse una orientación asexual”. Según las últimas corrientes de la sexología, el disgusto por el sexo no significa, necesariamente, acceder al celibato.
Aunque ambos términos tienen en común la ausencia de práctica sexual, los motivos que derivan a esta situación son diferentes. Al celibato se llega por convencimientos morales o religiosos. Se rechaza el sexo, pero esto no significa la ausencia de deseo. Por el contrario, para los asexuales el sexo no existe. Muchos hablan del resurgimiento de una nueva orientación sexual, una auténtica identidad sexual carente de sexo, aunque ambos términos puedan resultar, a priori, incompatibles. Por ejemplo, hay asexuales que al no sentir atracción por otra persona son incapaces de enamorarse. Sin embargo, algunos suelen tener una vida socialmente muy activa y cultivan con gran cariño valores como la amistad y la fidelidad familiar. También los hay que tienen pareja y han formado su propia familia.
Lucía -una empleada pública de 33 años- dice, sin temor a ponerse colorada, que ella nunca mantuvo relaciones íntimas y que sus doctores aseguran que no padece ningún problema físico o psicológico. "He tenido varios novios que han intentado estimularme, pero yo, como si nada", expuso la joven. También está el caso de Geri Rich Jones, cantante y fundadora de la Sociedad Asexual Americana, quien se sintió híper protegida al saber que no era la única: "Al conocer a personas semejantes me sentí muy aliviada. Mi primer novio me abandonó por culpa del sexo y me hizo muchísimo daño. La única vez que lo intentamos sentí muchísimo asco y eso no ha variado en absoluto, así que dudo que se trate de algo temporal. No me atraen los hombres ni las mujeres, así de simple".
Ya hay varios sitios en Internet creados para brindar información acerca de la “asexualidad”, entre ellos el foro denominado Asexual Visibility and Education Network. Allí se encuentra una lista de preguntas comunes que fueron respondidas por Jay, el creador del sitio, una de ellas: ¿Es posible que sólo se trate de que todavía no se ha encontrado a la persona adecuada? Otro ejemplo es Asexual Pals, quienes consideran que han abierto la puerta a los que reclaman su aversión al sexo con la finalidad de que se reconozca a la asexualidad como una nueva orientación sexual. ¿Alguno quiere formar parte del club?