Fantasy Island
Unas vacaciones familiares en las Bermudas transformadas por Michael Jackson
Alan Goldstein y su mujer, Lynn, recuerdan que estaban preparándose para unas bonitas vacaciones con su hijo, Brock, y su mejor amigo, Mac, cuando escucharon como Brock le decía por teléfono a Mac, algo como 'si, claro, tráelo también'.
Así fue como la superestrella Michael Jackson apareció en su hotel de Bermuda con una venda en la nariz, una sonrisa tímida en su famosa cara, y un cargamento de pistolas de agua, coches de carreras y bombas fétidas sobre su cama de la suite VIP.
Encantados de conocerle, dijeron los Goldsteins, o algo similar.
Han pasado 14 años, pero como una postal, las vacaciones de los Goldsteins están ahora bajo el escrutinio de 12 extraños sentados en el banco del jurado de California.
Una vez más, Michael Jackson se metió en las vidas de un ejecutivo de hotel, su esposa, una profesora y su hijo, un ahora camarero de 24 años que lo ve todo como "una locura".
Pero lo que el jurado del caso escuchó recientemente sobre esa semana en Bermudas y lo que los Goldsteins recuerdan son dos historias totalmente distintas: Una evoca la imagen de un depredador siniestro usando un Rolex de oro para conseguir a un niño; el otro, a un famoso solitario intentando reclamar una niñez robada a base de tirar globos de agua a los turistas.
El idilio surrealista de la isla comenzó cuando Brock Goldstein, que fue actor en Orlando, conoció a Macaulay Culkin en un rodaje y los dos chicos de 10 años se hicieron amigos. Tras su éxito con "Solo en casa" de ese año, Mac Culkin consiguió otro amigo: Michael Jackson.
"Suena divertido. ¿Te importa si me uno?" recuerda Culkin que le dijo Jackson cuando le mencionó su próximo viaje a las Bermuda con su amigo Brock.
A pesar de que la fiscalía sugirió que Jackson estropeó la fiesta, Alan Goldstein recuerda que la familia llevaba unos días en las Bermudas y alucinaron cuando recibieron un mensaje en el hotel diciendo que por favor llamaran a "Señor Michael Jackson".
La voz más vendedora del mundo estaba al otro lado de la linea. "Bien, necesito un descanso" explicó Jackson. "¿Os importaría?" Goldstein, que creció en Wheaton, comenzó a buscar habitaciones válidas hasta que Jackson volvió a llamar y dijo que ya lo tenía todo organizado, dos suites en el lujoso Hamilton Princess. Goldstein sudó.
"No puedo pagar eso" admitió.
"No te preocupes" dijo Jackson, "yo me ocupo de todo."
Llegó al día siguiente con su "camisa roja estándar, pantalón negro, calcetines amarillos y un sombrero de ala ancha" Goldstein, ahora con 60 años, lo recuerda en una entrevista telefónica desde su casa de Las Vegas. Jackson invitó a toda la panda a su suite.
"Trajo un gran baúl. La tiró sobre la cama y la abrió" dice Goldstein. "Parecía que hubiese hecho un registro en Toys R Us. Tenía pistolas de agua, coches de carreras, chicle que te ponía la boca negra, bombas fétidas...."
Mientras Lynn Goldstein se secaba tras ellos con toallas turcas, los dos hombres y los dos niños corrían por la habitación en una guerra de Supersoakers.
"Fue muy divertido", recuerda Goldstein.
"Fue una pesadilla" dice Lynn.
Jackson llegó solo a Bermudas, y el papel de manager de alquiler recayó en Lynn, que se aseguró de que las comidas de la estrella fueran vegetarianas y que el personal del hotel alejara a los fans. El viaje de Jackson fue cubierto por la prensa local y los medios internacionales.
Durante casi dos semanas, primero en Bermudas y luego de vuelta en Orlando en Disney World, los Goldsteins se encontraron inmersos en otro mundo de estrellato con un benefactor al que consideraban raro y maravilloso.
Pero con Jackson a bordo, los sueños de días soleados en la playa desaparecieron, y todos se convirtieron en Turistas de la Noche, saliendo sólo a altas horas para proteger a Jackson y Culkin de ser acosados en aglomeraciones. Eso significaba bañarse a las 2 a.m. en la piscina del hotel, servicio de habitaciones en lugar de restaurantes, y compras organizadas cuando las tiendas cerraban al público.
Jackson intentó compensarles por los inconvenientes.
"Estábamos hablando un día sobre lo divertido que sería bucear" dice Alan Goldstein, "y lo siguiente que supe es que teníamos una lancha para bucear y monitores para enseñarnos."
Cuando la familia quería ver un espectáculo de variedades en un hotel de la isla, los actores les hacían una actuación privada a la 1 de la mañana en un auditorio vacío, dicen los Goldsteins. "Había un doble de Michael Jackson, que era un poco inútil, pero a Michael le pareció bien," dice Alan Goldstein.
Brock Goldstein recuerda que la excitación de las que ocurren "una vez en la vida" de tener como compañero de juegos a su estrella favorita de la música. Recuerda a Jackson jugando con una pequeña luz láser y asomándose por el balcón con los niños para proyectarlo sobre los turistas que iban a la playa.
"Intentábamos que la siguieran" recuerda Brock. "Chillábamos: 'Seguid la luz rooooooooooooja, seguid la luz roooooooooja. ¡La luz roja tiene un regalo para vosotros. ¡Mira, es un globo rojo!" Entonces los tres tiraban globos de agua a sus víctimas, agachándose tras el balcón para morirse de risa.
Las vacaciones acabaron en Orlando, donde vivían los Goldsteins entonces, y se alojaron en suites separadas en un hotel de Disney World para disfrutar del parque durante una semana.
Verano tras verano lo recuerdan ante sus albumes de fotos. Perdieron el contacto con ambos, Jackson y Culkin.
Volvieron de vacaciones esta semana y encontraron un mensaje en el contestador de un investigador de sheriff de Santa Barbara. No saben con certeza lo que quería. Pero sus nombres ya son parte de los documentos del juicio People v. Michael Joe Jackson .
La fiscalía que, con permiso de la ley de California, puede introducir acusaciones no probadas del pasado de Jackson para dar fuerza a las presentes acusaciones, interrogó a Culkin la semana pasada. ¿Ha dormido en la cama de Michael Jackson? ¿No ha pasado horas con Jackson en su rancho Neverland? Y ¿qué querían saber sobre el viaje a Bermudas? Es perfectamente inocente, dijo Culkin.
La fiscalía sugiere en sus preguntas a Culkin que los Goldsteins se cuidaban de Jackson. ¿ No han sido preguntados sobre lo inapropiado de dar al niño un Rolex cuando le dio a Culkin uno con la inscripción "From Michael Jackson"? Culkin se quedó en blanco.
Igual que los Goldsteins.
No están de acuerdo en que la fiscalía diga de ellos que ponían pegas si Jackson llevaba a Mac a viajes privados en Bermudas. "Eso nunca ocurrió" declara Lynn Goldstein, de 61 años, su recuerdo coincide con el de su marido, su hijo y el de Culkin cuando subió al estrado. Es más, los Goldsteins se quejan de que nadie se haya molestado en preguntarles antes de sacar a relucir sus vacaciones como parte de un gran juicio criminal.
Dicen que tras la acusación de 1993, los investigadores les interrogaron.
"Dijeron, "Tenemos una víctima, le creemos, y vamos a pillarle (a Jackson). Se ajusta al perfil', No me gustó eso. Quería saber qué evidencias tenían" recuerda Lynn Goldstein. Les dijo lo que recuerda hoy: Jamas pasó nada impropio, los niños durmieron en su propia habitación en la suite de Goldstein en un piso separado del de Jackson, y Jackson "ni una sola vez intentó quedarse sólo con los niños. Esos niños solían tener una rivalidad como de hermanos para ver quién conseguía su atención, y Michael les decía que no, que tenían que hacer las cosas juntos, con todos nosotros".
Como profesora en la Laurel High School, y más tarde en Florida, Lynn Goldstein dice que sabe reconocer los signos de alarma ante un abuso de menores y que incluso "tuve que denunciar en una ocasión". Lo siente mucho por Jackson, pero no tiene miedo.
Durante una conversación en Bermudas, recuerda, Jackson se volvió hacia ella y le dijo: "Sabes, los niños son distintos a los adultos. Los niños son honestos contigo. Puedes confiar en ellos. No he conocido a un adulto que haya sido mi amigo sin que haya acabado queriendo algo de mi".
"Era como cualquiera de nosotros" dice Brock Goldstein de Jackson, y sus formas infantiles en Bermudas. "Para mi tiene todo el sentido porque él nunca tuvo infancia. Obviamente no es normal. Tuvo un crecimiento irregular".
Como sus padres, odia las preguntas siniestras que se han hecho. "Me gustaría acabar con ello, pero al mismo tiempo, si la gente dice cosas que nosotros no hemos dicho, esto tiene que aclararse" dice Brock. Piensa que nada estará nunca por encima de aquél mágico verano en el que estuvo por ahí con la mayor estrella pop del mundo.
"Quiero decir, ¿dónde vas después de eso?" se pregunta.
Y es más, ¿con quién vas?
[WASHINGTON POST]
*Traducido por Xtarlight y Mpenziwe para www.MJHideOut.com
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