Bad 25 en portada de Rolling Stone Australia
Aunque ya lo puse en el tema de promoción, dejo más info y fotos de las páginas.
El texto está bastante bien, sobre todo para venir de Rolling Stone, que no ha vuelto a decir nada bueno de MJ desde Thriller. Como es muy largo resumo algunos puntos interesantes:
En 1986, MJ encargó a Frank Dileo y John Branca la misión de convertir "Toda su carrera en el mayor espectáculo del mundo". Para guiarles les entregó a cada uno la autobiografía de PT. Barnum, que había leído muchas veces: "Esto es mi biblia y quiero que sea la vuestra" les dijo.
Habla de We Are The World: Quincy Jones llamó a MJ y a L. Richie diciendo, "Queridos hermanos, en seis semanas vendrán 46 estrellas y necesitamos una maldita canción." La primera tirada del disco fue de 800.000 copias y se vendieron en tres días.
Debido al parón entre Thriller y Bad, muy raro para la forma de publicar discos en los 80, se perdió la fe en MJ. La revista Spine dijo en 1985, "Jackson se enfrenta al mayor fiasco de la historia de la música popular".
Steve Stevens dormía en Manhattan cuando sonó su teléfono. Era Quincy Jones. Stevens "procedió a colgar" asumiendo "que alguien le estaba jodiendo". A momento volvió a sonar. Le dijo que no llamaría una tercera.
Cuando Jones le explicó que le quería para tocar en un tema (Dirty Diana). Stevens puso una condición. MJ debía estar en el estudio: "He trabajado en otras sesiones en el pasado y entiendo que el artista debería estar en el estudio. Luego resulta que no es el caso. Estoy yo, el productor y el ingeniero. Bueno, yo no valgo para esto. No trabajo como en una cadena de montaje". Entonces me dicen, "Por supuesto que Michael estará en el estudio, es su jodido album!"
La imagen que recibió a Stevens a la llegada a Westlake Studios en Los Angeles en abril de 1987 le sorprendió y deleitó. Se puso un poco nervioso en la sesión, pero la atmosfera de la sala era tranquilizadora. Estaban MJ, Quincy y el ingeniero. Michael le explicó cómo tenía que hacer el solo de guitarra. Cuando la grabó según las pautas, le dijeron que tocara otra improvisada. Todo duró algo menos de cuatro horas. En ese tiempo MJ le hizo preguntas sobre rock duro, como si conocía a Motley Crue y que cómo eran. "No pudo ser más amable. No pudo ser mas guay. Todo era música."
En su día Rolling Stone publicó que MJ tenía no menos de 66 canciones de las que editaría 33 en un triple album. Jones se negó. Se centraron en las 11 de Bad hasta el más mínimo detalle. MJ quería crear sonidos "que el oído no escuchara". Para 48 minutos y 16 segundos necesitaron 800 multipistas.
"Había mucho stress," recuerda el guitarrista de sesión David Williams, "Yo tenía que tocar la misma parte al menos cinco veces por cada canción".
MJ: "[Quincy y yo] no estabamos de acuerdo en muchas cosas. Había mucha tensión porque sentíamos que esbamos compitiendo con nosotros mismos. Es muy duro crear algo cuando sientes que estás compitiendo contigo mismo."
Greg Phillinganes: "Recuerdo lo divertido que fue grabar aquellas partes rítmicas... y ver la expresión en la cara de Michael - tenía esa gran sonrisa que significaba que ya lo teníamos".
Sobre el video de Bad, el director de cine Allen Hughes (El libro de Eli) dijo en MTV News que la actuación de MJ era el trabajo de "un actor increíble".
Bad vendió más que el resto de los discos del Top 40 sumados. En el Reino Unido vendió medio millón de copias en sus primeros 5 días.
El crítico de Rolling Stone, Davitt Stigerson dijo, "Aun sin un hito como Billie Jean, Bad es mejor disco que Thriller." Jon Pareles de New York Times dijo que el album era "un disco brillante de alta tecnología quizá algo excéntrico en algunos momentos". En The Washington Post, Richard Harrington, dijo que Bad estaba "producido inmaculadamente" y tenía "algunas actuaciones vocales de Jackson brillantes." "El album suplica ser juzgado por su música y no por sus ventas."
Muchos comentadores carecieron de humanidad para separar al artista de su arte. Uno dijo que "la cara (de MJ) tenía tanto plástico como el propio vinilo". "Wacko Jacko vuelve al candelero todavía más femenino que antes". Estos comentarios penetraron como veneno en la opinión pública que se polarizó. En una encuesta de Rolling Stone de 1988, Jackson fue votado "Peor Cantante Masculino" y Bad como "Peor Album".
Otras historias salieron del entorno de MJ. Frank Dileo filtró la noticia de la cámara de oxigeno y a Michael le encantó diciendo "Parece que puedo decir a la prensa cualquier cosa sobre mi y se lo creen".
El periodista australiano Ian "Molly" Meldrum, entrevistó a MJ en 11 ocasiones: "Vi su ascenso meteórico y le vi hacerse más y más y más grande". "Haciendose tan grande se vio forzado a cambiarse a sí mismo. Luchaba contra su timidez. Y básicamente en las entrevistas desde Off The Wall, Thriller, y luego Bad, fueron siendo más y más controladas (teniendo que entregar las preguntas por adelantado). Y eso era muy raro. Era como si hubiese un cristal a su alrededor. Puedo entenderlo, porque era una de las mayores estrellas del mundo." "Daba la impresión de que era muy frágil, y posiblemente no fuese así".
Michael creía en la maestría de las maniobras de su gente y en un momento llegó a decir "Podemos controlar a la prensa". En los años siguientes comprendió la dura lección de que estaba totalmente equivocado.
La gira llegó a Australia en noviembre de 1987 con cinco conciertos: uno en el Olympic Park Stadium de Melbourne, dos en el Brisbane Entertainment Centre (en uno estuvo Stevie Wonder en el escenario), y dos en el Parramatta Stadium en las afueras de Sydney.
Denis Handlin (jefe de CBS Records Australia en 1987): "La gira fue simplemente increíble a todos los niveles. El espectáculo, la producción, su forma de bailar, la increíble música y por supuesto, el própio Michael Jackson, el artista brillante... Su determinación eran los fans y producir la mejor experiencia en concierto para ellos. Tras el escenario, todos vimos que Michael era un perfeccionista. Practicaba y ensayaba muchas horas, a veces después de un concierto para asegurarse de que el siguiente iba a ser una gran experiencia."
El promotor de la gira australiana fue Kevin Jacobsen. Una vez anunciados, las entradas se vendieron en menos de tres semanas. En esa época sin internet la gente hacía colas en las tiendas de discos que las distribuían y la publicidad era limitada (por ejemplo, en ese momento sólo había una emisora de FM en Australia).
El empresario, ahora con 75 años lo recuerda como "sensacional". El trabajo de un artista que "definió el rock and roll, una música bellísima".
"Fui el promotor de sus tres giras por Australia. No tengo dudas de que Michael Jackson es uno de los mayores artistas de todos los tiempos" dice en presente.
Jacobsen no sólo movió los cielos, sino literalmente movió también tierra para los dos shows del Parramatta Stadium. La razón para que Jackson actuara en aquel estraño recinto poco conocido fue porque Jacobsen no pudo conseguir el Sydney Cricket Ground ni el Sydney Football Stadium. Al ver el diseño del estadio, Jacobsen decidió que el mejor lugar para colocar el escenario era en uno de los extremos abierto al campo, donde había una gran colina de hierba. El promotor recuerda traer "grandes tractores y máquinas para mover terreno para dejar aquella zona al nivel del suelo del estadio". "Luego montramos el escenario donde había estado la colina. Tras los dos shows tuvimos que volver a traer la tierra y reconstruir la colina y replantar la vegetación y asegurarnos que se regara todos los días. De no haberlo hecho me habría metido en un problema gordo!"
Años después en otra gira de Jackson en Australia organizada por Jacbosen Entertainment, el promotor se vio desayunando con Michael en Melbourne la mañana antes del show. Jackson llegó a la mesa, le dio la mano a Jacobsen y abrió la conversación con las palabras, "Le cuento a todo el mundo cómo mi promotor australiano movió una montaña para mi concierto".
Al final el equipo de Jackson y su intento de controlar los medios se convirtió en un monstruo sin control. El cantante acabó herido por las infinitas historias sobre su gusto o adicción a la cirugía. Pasó de ser Michael Jackson a Wacko Jacko", una frase repetida con tanta frecuencia que su imagen mística estudiada con cuidado acabó en una locura y en algunos casos en repulsión pública.
A pesar de esto, todos los entrevistados tienen los mejores recuerdos de Jackson. Steve Stevens describe la grabación del video de "Dirty Diana" como "mágical", y disfruta recordando como Michael imitaba a David Lee Roth entre tomas. Denis Handlin opina que Jackson fue "el profesional definitivo con el que trabajar" y alguien "siempre increiblemente educado". El cantante alquiló una vuelta en barco por la bahía de Syendy para sus empleados principales y para que su discográfica celebrara el éxito de Bad en Australia. Kevin Jacobsen lo recuerda como "muy profesional, muy respetuoso, educado y honrado"
Steven Stevens recuerda que hubo algo que le advirtió de lo que le pasaría a MJ años más tarde. Le invitaron a tocar en el Madison Square Garden en marzo de 1988 a beneficio de la NAACP. Stevens salió con Jackson para "Dirty Diana". Se sintió honrado por la invitación y conmovido por el hecho de que colocaran una fina extra de butacas para que pudiera verle su familia. "Cuando acabó el concierto, pude ver lo aislado que es estaba volviendo. No le pude ver hasta que no subí al escenario. En el instante en que acabó el show le llevaron a una furgoneta y desapareció. Quincy no estaba por allí, y creo que Quincy era casi como un padre para él que le hacía las cosas fáciles. Sin Quincy, comencé a ver otra cara. Y esa cara me mostró lo aislado que estaba. Me di cuenta que le habían apartado de todo, que estaba realmente aislado. Me entristeció. No es bueno cuando se aparta a alguien de todo."
*Traducido por Xtarlight y Mpenziwe para www.MJHideOut.com
Por favor, no utilices esta traducción en otra web, en su lugar, pon un link directo a este post. Gracias!
Aunque ya lo puse en el tema de promoción, dejo más info y fotos de las páginas.
El texto está bastante bien, sobre todo para venir de Rolling Stone, que no ha vuelto a decir nada bueno de MJ desde Thriller. Como es muy largo resumo algunos puntos interesantes:
En 1986, MJ encargó a Frank Dileo y John Branca la misión de convertir "Toda su carrera en el mayor espectáculo del mundo". Para guiarles les entregó a cada uno la autobiografía de PT. Barnum, que había leído muchas veces: "Esto es mi biblia y quiero que sea la vuestra" les dijo.
Habla de We Are The World: Quincy Jones llamó a MJ y a L. Richie diciendo, "Queridos hermanos, en seis semanas vendrán 46 estrellas y necesitamos una maldita canción." La primera tirada del disco fue de 800.000 copias y se vendieron en tres días.
Debido al parón entre Thriller y Bad, muy raro para la forma de publicar discos en los 80, se perdió la fe en MJ. La revista Spine dijo en 1985, "Jackson se enfrenta al mayor fiasco de la historia de la música popular".
Steve Stevens dormía en Manhattan cuando sonó su teléfono. Era Quincy Jones. Stevens "procedió a colgar" asumiendo "que alguien le estaba jodiendo". A momento volvió a sonar. Le dijo que no llamaría una tercera.
Cuando Jones le explicó que le quería para tocar en un tema (Dirty Diana). Stevens puso una condición. MJ debía estar en el estudio: "He trabajado en otras sesiones en el pasado y entiendo que el artista debería estar en el estudio. Luego resulta que no es el caso. Estoy yo, el productor y el ingeniero. Bueno, yo no valgo para esto. No trabajo como en una cadena de montaje". Entonces me dicen, "Por supuesto que Michael estará en el estudio, es su jodido album!"
La imagen que recibió a Stevens a la llegada a Westlake Studios en Los Angeles en abril de 1987 le sorprendió y deleitó. Se puso un poco nervioso en la sesión, pero la atmosfera de la sala era tranquilizadora. Estaban MJ, Quincy y el ingeniero. Michael le explicó cómo tenía que hacer el solo de guitarra. Cuando la grabó según las pautas, le dijeron que tocara otra improvisada. Todo duró algo menos de cuatro horas. En ese tiempo MJ le hizo preguntas sobre rock duro, como si conocía a Motley Crue y que cómo eran. "No pudo ser más amable. No pudo ser mas guay. Todo era música."
En su día Rolling Stone publicó que MJ tenía no menos de 66 canciones de las que editaría 33 en un triple album. Jones se negó. Se centraron en las 11 de Bad hasta el más mínimo detalle. MJ quería crear sonidos "que el oído no escuchara". Para 48 minutos y 16 segundos necesitaron 800 multipistas.
"Había mucho stress," recuerda el guitarrista de sesión David Williams, "Yo tenía que tocar la misma parte al menos cinco veces por cada canción".
MJ: "[Quincy y yo] no estabamos de acuerdo en muchas cosas. Había mucha tensión porque sentíamos que esbamos compitiendo con nosotros mismos. Es muy duro crear algo cuando sientes que estás compitiendo contigo mismo."
Greg Phillinganes: "Recuerdo lo divertido que fue grabar aquellas partes rítmicas... y ver la expresión en la cara de Michael - tenía esa gran sonrisa que significaba que ya lo teníamos".
Sobre el video de Bad, el director de cine Allen Hughes (El libro de Eli) dijo en MTV News que la actuación de MJ era el trabajo de "un actor increíble".
Bad vendió más que el resto de los discos del Top 40 sumados. En el Reino Unido vendió medio millón de copias en sus primeros 5 días.
El crítico de Rolling Stone, Davitt Stigerson dijo, "Aun sin un hito como Billie Jean, Bad es mejor disco que Thriller." Jon Pareles de New York Times dijo que el album era "un disco brillante de alta tecnología quizá algo excéntrico en algunos momentos". En The Washington Post, Richard Harrington, dijo que Bad estaba "producido inmaculadamente" y tenía "algunas actuaciones vocales de Jackson brillantes." "El album suplica ser juzgado por su música y no por sus ventas."
Muchos comentadores carecieron de humanidad para separar al artista de su arte. Uno dijo que "la cara (de MJ) tenía tanto plástico como el propio vinilo". "Wacko Jacko vuelve al candelero todavía más femenino que antes". Estos comentarios penetraron como veneno en la opinión pública que se polarizó. En una encuesta de Rolling Stone de 1988, Jackson fue votado "Peor Cantante Masculino" y Bad como "Peor Album".
Otras historias salieron del entorno de MJ. Frank Dileo filtró la noticia de la cámara de oxigeno y a Michael le encantó diciendo "Parece que puedo decir a la prensa cualquier cosa sobre mi y se lo creen".
El periodista australiano Ian "Molly" Meldrum, entrevistó a MJ en 11 ocasiones: "Vi su ascenso meteórico y le vi hacerse más y más y más grande". "Haciendose tan grande se vio forzado a cambiarse a sí mismo. Luchaba contra su timidez. Y básicamente en las entrevistas desde Off The Wall, Thriller, y luego Bad, fueron siendo más y más controladas (teniendo que entregar las preguntas por adelantado). Y eso era muy raro. Era como si hubiese un cristal a su alrededor. Puedo entenderlo, porque era una de las mayores estrellas del mundo." "Daba la impresión de que era muy frágil, y posiblemente no fuese así".
Michael creía en la maestría de las maniobras de su gente y en un momento llegó a decir "Podemos controlar a la prensa". En los años siguientes comprendió la dura lección de que estaba totalmente equivocado.
La gira llegó a Australia en noviembre de 1987 con cinco conciertos: uno en el Olympic Park Stadium de Melbourne, dos en el Brisbane Entertainment Centre (en uno estuvo Stevie Wonder en el escenario), y dos en el Parramatta Stadium en las afueras de Sydney.
Denis Handlin (jefe de CBS Records Australia en 1987): "La gira fue simplemente increíble a todos los niveles. El espectáculo, la producción, su forma de bailar, la increíble música y por supuesto, el própio Michael Jackson, el artista brillante... Su determinación eran los fans y producir la mejor experiencia en concierto para ellos. Tras el escenario, todos vimos que Michael era un perfeccionista. Practicaba y ensayaba muchas horas, a veces después de un concierto para asegurarse de que el siguiente iba a ser una gran experiencia."
El promotor de la gira australiana fue Kevin Jacobsen. Una vez anunciados, las entradas se vendieron en menos de tres semanas. En esa época sin internet la gente hacía colas en las tiendas de discos que las distribuían y la publicidad era limitada (por ejemplo, en ese momento sólo había una emisora de FM en Australia).
El empresario, ahora con 75 años lo recuerda como "sensacional". El trabajo de un artista que "definió el rock and roll, una música bellísima".
"Fui el promotor de sus tres giras por Australia. No tengo dudas de que Michael Jackson es uno de los mayores artistas de todos los tiempos" dice en presente.
Jacobsen no sólo movió los cielos, sino literalmente movió también tierra para los dos shows del Parramatta Stadium. La razón para que Jackson actuara en aquel estraño recinto poco conocido fue porque Jacobsen no pudo conseguir el Sydney Cricket Ground ni el Sydney Football Stadium. Al ver el diseño del estadio, Jacobsen decidió que el mejor lugar para colocar el escenario era en uno de los extremos abierto al campo, donde había una gran colina de hierba. El promotor recuerda traer "grandes tractores y máquinas para mover terreno para dejar aquella zona al nivel del suelo del estadio". "Luego montramos el escenario donde había estado la colina. Tras los dos shows tuvimos que volver a traer la tierra y reconstruir la colina y replantar la vegetación y asegurarnos que se regara todos los días. De no haberlo hecho me habría metido en un problema gordo!"
Años después en otra gira de Jackson en Australia organizada por Jacbosen Entertainment, el promotor se vio desayunando con Michael en Melbourne la mañana antes del show. Jackson llegó a la mesa, le dio la mano a Jacobsen y abrió la conversación con las palabras, "Le cuento a todo el mundo cómo mi promotor australiano movió una montaña para mi concierto".
Al final el equipo de Jackson y su intento de controlar los medios se convirtió en un monstruo sin control. El cantante acabó herido por las infinitas historias sobre su gusto o adicción a la cirugía. Pasó de ser Michael Jackson a Wacko Jacko", una frase repetida con tanta frecuencia que su imagen mística estudiada con cuidado acabó en una locura y en algunos casos en repulsión pública.
A pesar de esto, todos los entrevistados tienen los mejores recuerdos de Jackson. Steve Stevens describe la grabación del video de "Dirty Diana" como "mágical", y disfruta recordando como Michael imitaba a David Lee Roth entre tomas. Denis Handlin opina que Jackson fue "el profesional definitivo con el que trabajar" y alguien "siempre increiblemente educado". El cantante alquiló una vuelta en barco por la bahía de Syendy para sus empleados principales y para que su discográfica celebrara el éxito de Bad en Australia. Kevin Jacobsen lo recuerda como "muy profesional, muy respetuoso, educado y honrado"
Steven Stevens recuerda que hubo algo que le advirtió de lo que le pasaría a MJ años más tarde. Le invitaron a tocar en el Madison Square Garden en marzo de 1988 a beneficio de la NAACP. Stevens salió con Jackson para "Dirty Diana". Se sintió honrado por la invitación y conmovido por el hecho de que colocaran una fina extra de butacas para que pudiera verle su familia. "Cuando acabó el concierto, pude ver lo aislado que es estaba volviendo. No le pude ver hasta que no subí al escenario. En el instante en que acabó el show le llevaron a una furgoneta y desapareció. Quincy no estaba por allí, y creo que Quincy era casi como un padre para él que le hacía las cosas fáciles. Sin Quincy, comencé a ver otra cara. Y esa cara me mostró lo aislado que estaba. Me di cuenta que le habían apartado de todo, que estaba realmente aislado. Me entristeció. No es bueno cuando se aparta a alguien de todo."
*Traducido por Xtarlight y Mpenziwe para www.MJHideOut.com
Por favor, no utilices esta traducción en otra web, en su lugar, pon un link directo a este post. Gracias!