LOS HOMBRES TAMBIÉN TIENEN MEDIDAS
POR ROSA BELMONTE
Las damas, primero. Después del hombre de Vitrubio, la mujeres de Bernat. A consecuencia de la polémica con las modelos excesivamente delgadas en la Pasarela Cibeles, la presunta relación con la anorexia y una ponencia del Senado, los poderes públicos pensaron que había que tomar medidas. Y las tomaron, en sujetador y bragas tipo «extreme makeover», a 10.415 hembras de 12 a 70 años. El ministerio de Sanidad, tras el dizque pionero estudio, que ha salido por 1,5 millones de euros, ha concluido que las españolas responden a tres formas: cilindro, diábolo (el New Look de Dior) y campana. Mujer pantera siempre ha sonado bien. Mujer campana no tanto.
Se trata de una morfología con denominación de origen específicamente femenina que va más allá (al menos se muestra creativa en el bautismo) de la tradicional clasificación de Kretschmer: pícnico, atlético y leptosómico, pensada para el cuerpo masculino y donde se estudiaba tanto lo físico como lo psíquico. De hecho, empezó con enfermos mentales. La de Sheldon (endomorfo, mesomorfo y ectomorfo), en cierto modo paralela, sí extendió la investigación a las mujeres.
En cualquier caso, desfasados o no los anteriores, parece que había necesidad de tallar a la población, igual que los mormones tienen necesidad de guardar bajo tierra un archivo de personas en Utah. El fin, unificar tallas. El Gobierno, con vocación de sastrecillo valiente, pretende si no el «bespoke tailoring» (la sastrería a medida), casi el «made to measure» (la confección a medida) para terror de la industria textil. Se ha empezado por las mujeres, pero María Teresa Fernández de la Vega, tras la mención de Bernat Soria al respecto, ha confirmado que el estudio antropométrico se extenderá a los varones. Se les medirá lo mismo. Es decir, pecho, cintura y cadera en relación con la estatura. En las cabinas del Instituto Biomecánico de Valencia, que calculan 130 parámetros en unos segundos, lo que recuerda al escáner de «Desafío total».
Como la tarea se ha dejado para la siguiente legislatura, de momento tendremos que tirar del bueno de Kretschmer y atribuir a ojo las clasificaciones (sólo la parte física) a hombres concretos. Cosa que además nos sale gratis. El pícnico (individuo rechoncho, de formas redondeadas, estatura mediana, cuello corto y ancho, cabeza y abdomen voluminoso) responde a ciudadanos del tipo de Paquirrín, José Blanco, Fernando Esteso y, en la forma más sofisticada, Álex de la Iglesia.
Del atlético (talla y longitud de miembros mediana a grande, hombros anchos, tórax voluminoso, caderas escuetas, musculatura muy desarrollada) es perfecto representante Darek, ex novio de Ana Obregón, así como David Beckham. Claro que no todos los tipos son puros: Fernando Alonso es medio pícnico, medio atlético. Los leptosómicos (tronco y miembros delgados, hombros estrechos y caídos, musculatura débil, tórax aplanado, rostro alargado y estrecho) serían Andrea Casiraghi, Hedi Slimane o Capullo de Jerez. El leptosómico, por hacer pareja con la campana, quizá pueda ser el hombre badajo.
(la última frase):jajaja: