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Científicos de Hong Kong y China han desarrollado una vacuna experimental contra la neumonía atípica, basada en una variedad activa del coronavirus causante de la enfermedad, que está lista para ser probada en animales.
Según un comunicado de la Universidad de Hong Kong, se trata de una vacuna «experimental» para el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG), que ya se ha cobrado cerca de 730 vidas en todo el mundo e infectado a unas 8.000 personas. La potencial cura está ya «preparada para ser probada en animales», indica el documento.
El portavoz del Departamento de Microbiología de la Universidad de Hong Kong, Lennon Tsang, indicó que los resultados de las pruebas realizadas en animales se conocerán aproximadamente en unos seis meses.
«En caso de que sean positivos, una vacuna para seres humanos podría estar lista en dos ó tres años -el tiempo medio que tarda en ponerse a punto cualquier vacuna-, pero en el peor de los casos se podría tardar hasta ocho años», agregó el científico.
Los detalles de la investigación no han sido revelados, ya que el proceso «es muy largo y no queremos infundir falsas esperanzas», insistió.
El director de la investigación y jefe del Departamento de Microbiología, Yuen Kwok-yung, afirmó que, en cualquier caso, «se trata de un importante primer paso en el desarrollo de una vacuna».
Según un comunicado de la Universidad de Hong Kong, se trata de una vacuna «experimental» para el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG), que ya se ha cobrado cerca de 730 vidas en todo el mundo e infectado a unas 8.000 personas. La potencial cura está ya «preparada para ser probada en animales», indica el documento.
El portavoz del Departamento de Microbiología de la Universidad de Hong Kong, Lennon Tsang, indicó que los resultados de las pruebas realizadas en animales se conocerán aproximadamente en unos seis meses.
«En caso de que sean positivos, una vacuna para seres humanos podría estar lista en dos ó tres años -el tiempo medio que tarda en ponerse a punto cualquier vacuna-, pero en el peor de los casos se podría tardar hasta ocho años», agregó el científico.
Los detalles de la investigación no han sido revelados, ya que el proceso «es muy largo y no queremos infundir falsas esperanzas», insistió.
El director de la investigación y jefe del Departamento de Microbiología, Yuen Kwok-yung, afirmó que, en cualquier caso, «se trata de un importante primer paso en el desarrollo de una vacuna».