• Cambios en el aspecto y funcionamiento del foro. Ver detalles

Creciendo...

Planeando una vida

LUCÍA BALTAR GONZÁLEZ

Nuestro destino es semejante al de aquellos que nos precedieron, nuestros miedos son los mismos, nuestros sueños similares, nuestra vida parecida y nuestro mundo afín al que ellos dejaron aquí, al que abandonaron en busca de sueños frustrados, de ideas irrealizables, de caminos inexorables...

Nuestra ingenuidad, la que está vinculada con la juventud, es la que nos hace creer que podemos cambiar lo que nos rodea, que podemos desafiar a un mundo en el que ya todo está firmado y sentenciado, en el que ya poco es lo que se puede hacer para cambiar, para mejorar.

Creemos en lo que nos han enseñado a creer, viviendo siempre en un mundo paralelo, el mundo de lo desarrollado, ése en el que todos vencen y nadie es vencido, ése en el que aquellos que intentan ver más allá de lo que se aprecia como real son alejados, son considerados los extraños de la sociedad, los discriminados.

Existen razones suficientes para intentar cambiar la realidad actual, para variar nuestra percepción de lo que es la vida, para ayudar a mejorar este mundo, y es entre los jóvenes donde se debe fomentar todo este pensamiento, donde se ha de hallar este sentimiento de renovación, y esto es a favor de lo que me manifiesto: a favor de la vida, en contra de la muerte, a favor de la ayuda, en contra del egoísmo, en pro de la verdad, en contra de la mentira.

El mundo estará en manos de los jóvenes que hoy somos, en las manos de los jóvenes que ayer fuimos enseñados a creer en un mundo que no existe, en las manos de los jóvenes que crecimos sin una meta ni un destino, porque ya todo es lo mismo. Todo es la repetición de las vidas pasadas. Por eso quiero \"denunciar\" esta situación, quiero que los jóvenes que me procedan crean que aún se puede cambiar esta problemática, que crean en un mundo mejor, donde todos seamos iguales, donde nadie muera de hambre y las guerras ya no fueran necesarias porque creo en la utopía, creo en las quimeras y necesito que alguien más crea y tenga fe en lo imposible, en lo impensable, en lo inimaginable.

Pueden calificarnos de ingenuos, pueden vernos como niños grandes, como pequeños adultos, pero esto no descarta el hecho de que también podemos pensar y creer y que, además, podamos sentir la necesidad de corregir los errores del pasado, los problemas del presente, y los futuros conflictos que aún están por llegar.

Somos pequeños grandes hombres y mujeres, más cerca de la vida adulta que de la adolescente. Vivimos en continuos cambios, cambios que a largo plazo convertirán nuestras ansias de mejorar el mundo en un simple sueño que dejaremos abandonado en algún rincón junto con nuestros deseos, junto con lo que creíamos que iba a ser nuestra vida, lo que queríamos que fuera. Es en ese lejano rincón donde habita nuestro verdadero yo, donde dejaremos abandonado al niño que fuimos, al niño que ya nunca seremos. Y todo esto a causa del miedo, miedo a la vida, a vivir nuestros sueños, a empezar a creer en lo imposible, a errar en el camino, miedo a lo que quisimos llegar a ser, a lo que queríamos alcanzar, miedo a no saber cómo continuar, a desear morir viviendo, a morir en vida, a vivir una vida vacía, en definitiva, miedo a la vida.

La ventaja está en que nosotros aún somos jóvenes para cambiar lo que parece inevitable. Tenemos miedo a lo que pasará, tememos lo que será de nuestra vida, en lo que nos convertiremos con el paso del tiempo. Tememos porque desconocemos cuál será nuestro destino, pero aún queda un resquicio para la esperanza, debemos tenerla depositada toda ella en la vida, teniendo fe en ésta, sabiendo apreciar lo que nos es dado y dejando de sufrir por lo que nos es arrebatado.

Siendo niños quisimos crecer apresuradamente y no comprendimos que uno de nuestros objetivos en esta vida es apreciar el presente, olvidando el pasado y sabiéndonos capaces de vivir intensamente. Ahora, siendo jóvenes, pretendemos crecer rápidamente, comenzar la fase adulta, dejar atrás definitivamente nuestra etapa adolescente, sin comprender que pronto dejaremos atrás lo mejor de nuestra vida y sin percatarnos de cómo sucede, llega el momento que todos tememos, siendo éste cuando nuestra vida empieza a moverse con más rapidez, cuando todo gira sin cesar y dejamos de vivir, empezamos a morir y todo parece no tener fin; y la vida empieza a carecer de sentido y todo se convierte en nada y esto comienza a suceder cuando abandonamos un sueño, cuando dejamos de reírnos por las pequeñas comedias del día a día, cuando endurecemos el corazón para no sentir tanto dolor como sentimos, cuando cerramos las puertas de nuestra alma, cuando gritamos a un niño sin entender primero por qué lo hacemos, cuando dejamos de crecer tan precipitadamente como lo estamos haciendo, cuando rompemos nuestras promesas y callamos nuestro dolor, cuando cerramos los ojos para no ver el sufrimiento que nos rodea y nos tapamos los oídos para evitar escuchar el llanto, cuando evitamos sufrir y es inevitable, cuando negamos la existencia de la magia y sólo soñamos por la noche sin sospechar que los verdaderos sueños aparecen cuando ya no dormimos, cuando dejamos de apreciar la belleza que existe a nuestro alrededor, en la sonrisa de un niño, en la mirada de un amigo, cuando dejamos de vivir por miedo a la vida, cuando olvidamos lo más importante de todo este teatro del vivir: nadie estará en este mundo el tiempo suficiente como para poder entender el porqué de las incógnitas de la vida; la única solución para no vivir una vida en profunda frustración es vivirla dejándose llevar.

Muchos son lo que piensan equivocadamente que aún somos demasiado jóvenes para sentir tanto dolor, que aún somos demasiado jóvenes para llorar por el sufrimiento propio y ajeno, que somos demasiado jóvenes para hacernos cargo de una vida, demasiado jóvenes para poder pensar cómo actuar y llevar a cabo ese pensamiento, demasiado jóvenes para saber como hay que escuchar y para poder aconsejar, en definitiva, que aún somos demasiado jóvenes para vivir en plena libertad. Lo que los adultos no logran apreciar es que los jóvenes de hoy en día no son tan distintos a los que un día también lo fueron porque todos tuvimos y tenemos en común ese deseo de mejorar, esas ansias renovadoras, esa necesidad de cambio, ese espíritu de rebeldía... Todos quisimos y queremos marcar la diferencia y dejar una huella en el camino, encontrar la manera de ser especiales, el problema es que pocos alcanzan esta meta y al final la juventud termina dejando paso a la vida adulta.

La principal diferencia entre la juventud actual y las anteriores es que se están perdiendo valores primordiales que antes predominaban, y es que ya no se aprecia lo que antes se consideraba importante, ya no se vive con los mismos ideales y lo materialista y el consumismo está devorando a nuestras sociedades. El mundo, con todo esto está entrando en un periodo de decadencia y la única solución que encontramos es vivir en un pasado casi olvidado para no enfrentarnos a un presente por miedo al futuro que aún está por llegar, todo por nuestro miedo a cambiar la vida que conocemos, a la que nos hemos acostumbrado y la que no queremos modificar, todo por miedo a cambiar nuestra concepción del mundo y descubrir la mentira en la que nos hayamos, quizás sintamos miedo a lo desconocido o a las personas, quizás tengamos miedo a VIVIR LA VIDA.

La juventud no es más que una etapa de transición entre la niñez y la vida adulta. El mundo de los jóvenes está compuesto entonces por momentos efímeros que permanecerán grabados en nuestra mente para siempre. Y es en el mundo de los jóvenes donde aun queda un lugar para la esperanza y donde aun se puede encontrar un ligero brillo en los ojos de las personas porque todavía permanece algún resquicio de la infancia casi olvidada.

Somos nosotros, los jóvenes, los que aún podemos creer en la magia ya olvidada por los adultos, los que aún podemos creer en lo que no vemos y hacer realidad nuestros sueños porque somos capaces de seguir utopías para poder avanzar en nuestro camino de la vida, para mejorarla y ampliar nuestras fronteras.

Somos lo suficientemente adultos para intentar llevar a cabo nuestros sueños, convertidos en quimeras, y lo suficientemente jóvenes, y por tanto ingenuos, para creer que conseguiremos llevarlos a cabo.

Y ahora, cuando me encuentro intentando dar los últimos pasos de la vida adolescente y me dispongo a comenzar la etapa adulta, ahora es cuando intento mirar atrás para poder aferrarme a lo imposible y conseguir frenar el paso del tiempo y frenar esta huida del mundo de los sueños. Ahora es cuando intento no olvidar el país de nunca jamás y me encuentro dejando migas de pan en el sendero, tirándolas a cada paso que doy para saber que aún me queda un camino de regreso. Ahora es cuando todo termina sin más, cuando todo comienza a cambiar y sueño con llegar a ser quien quiero ser, ser capaz de soportar el dolor y poder ayudar a quienes lo necesiten. Sueño con poder volar con la imaginación a lugares desconocidos donde nadie pueda llegar a reconocerme, sueño con escapar de esta vida y vivir otra completamente diferente desde el inicio. Sueño con huir a ese rincón donde la vida parezca bella, donde no me atormenten viejas mentiras, viejas promesas. Ahora es cuando me encuentro en la encrucijada del camino y debo elegir sabiamente lo que quiero que sea mi vida y ser capaz de no alejarme demasiado de esa idea.

Y ahora también me doy cuenta de que cada circunstancia es diferente, todos somos distintos y semejantes a la vez y cada uno de nosotros pasa por situaciones parecidas. Todos debemos aprender de las etapas que vivimos y comprender que cada una tiene su belleza y su magia, que tienen su encanto, sólo hay que saber aprovechar cada una y entender que cuando una se termina empieza otra nueva, y que no se puede mirar atrás con la intención de revivir lo que ya no puede volver a materializarse, porque no se puede volver a vivir lo que ya se ha vivido.

En definitiva, siempre nos perdemos lo importante de la vida buscando algo mejor que no existe. Queremos crecer para que nos respeten y una vez hemos crecido queremos volver a ser niños. Queremos saber para darnos a entender, pero una vez hemos alcanzado un alto grado de sabiduría queremos aprender a olvidar porque no existen las respuestas definitivas y certeras para las grandes incógnitas de la vida y es que ésta hay que vivirla sin más, dejándose llevar, sin preguntarse qué hubiera pasado si... sólo hay que vivir, siendo niño, joven o adulto, sólo vivir... ¿sencillo? No lo parece.
 
Blue :urule: :bravo:

Vaya pasote de texto, si señor :D

Yo también quiero creer en las utopías, y....

Bluelite dijo:
Existen razones suficientes para intentar cambiar la realidad actual, para variar nuestra percepción de lo que es la vida, para ayudar a mejorar este mundo, y es entre los jóvenes donde se debe fomentar todo este pensamiento, donde se ha de hallar este sentimiento de renovación, y esto es a favor de lo que me manifiesto: a favor de la vida, en contra de la muerte, a favor de la ayuda, en contra del egoísmo, en pro de la verdad, en contra de la mentira.
:urule: :bravo:

Lucía Baltar González :bravo:
Gracias por el texto David, merece la pena leerlo :)
 
El WhO dijo:
Hay que leer?? nooo no tengo ganas hoy :D

Que alguien haga un resumen plis!
Yo tambien le tengo tirria a un texto largo cuando no me interesa, pero cuando empece de leer este, decia cosas tan importante y fundamentales que no pude parar de leer.

Creo que las reflexiones que se dan alli, te renuevan, porque muchas veces como dice el texto, perdemos nuestro norte, y eso es bastante triste.
 
Gracias David, por compartir el texto :*) ... necesitaba leer algo así justo en estos días, es una pena que siempre estemos perdiendonos del presente en pro de un futuro que no sabemos si llegará o no, mantener esa esperanza es algo que trataré de conservar siempre, espero lograrlo :) .
 
Hola... Se que llego tarde pero es que me acabo de quedar sorprendida. Soy Lucia Baltar y nunca me habia imaginado cuando escribi ese texto hace ya cosa de 2 o 3 años que iba a aparecer por internet (en este foro concretamente). Gracias, de verdad porque he dejado un poco abandonada esa parte de mi vida (la de escribir y demas) desde que termine el colegio y empece la universidad, ahora me han dado animos para comenzar a escribir nuevamente (o eso espero).

Gracias. Me alegro de que les haya gustado, se que es bastante largo, a mi tambien me resultaria complicado leermelo entero pero fue lo que salio en ese momento, y ahora, casi no soy capaz ni de escribir dos lineas con sentido.

Un saludo enorme. ;)
 
Hola... Se que llego tarde pero es que me acabo de quedar sorprendida. Soy Lucia Baltar y nunca me habia imaginado cuando escribi ese texto hace ya cosa de 2 o 3 años que iba a aparecer por internet (en este foro concretamente).

Yo tampoco me imagine nunca cuando puse este admirable articulo, que la escritora del mismo viniera hasta aqui a postear y a agradecernos que nos hubiera gustado! :jar:

Bueno soy tu admirador por este articulo, espero que consideres el volver escribir, porque te sale muy bien e inspiras al personal.
 
Última edición:
Gracias por todo. A pesar del dia de hoy que no ha sido muy bueno, alguien me lo ha salvado por momentos.

"Creciendo"... eso es lo que estamos haciendo día a día, es inevitable. Buen título para el post.

Espero que este foro y sus vidas crezcan en una buena dirección sea o no la elegida, poco a poco se va llegando a algo (y yo que no lo sabia).

Un beso :)

PD: Gracias moecín por la bienvenida.
 
No habia leido esto antes! :llorando:

Q bueno esta y concuerdo en todo! La juventud representa el gran cambio de nuestra sociedad. Los adultos deberian ser responsables de educar a esa misma juventud en crear esa "Utopia" en q todos buscamos.

Pero, ahi da la pregunta si de vdd necesitamos una utopia? Y dsps q? Aunq tengamos la sociedad perfecta eso no necesariamente significara la felicidad eterna. Apatia seria creado, no habra algo en q luchar, ya q todo seria perfecto!

Bueno aparte de eso, estuvo muy bueno el texto, y me hizo mirar a mis valores de nuevo. Creo en esas palabras, y creo q todos deberiamos coger ejemplo. ;)
 
Gracias, gracias a los dos. Cuando escribi ese texto sabia de lo que iba a tratar porque era para un "concurso" en el que habia que escribir acerca de como los jovenes veiamos la juventud (o la adolescencia)o como creiamos que era el mundo de los jovenes (realmente no recuerdo muy bien si era asi pero se aproxima a la idea basica).

Y si, necesitamos de la utopia porque justamente la utopia es la que siempre te hara avanzar hacia adelante, entendia como aquello que nunca llegaremos a tener pero que ciertamente, nos ayuda a perfeccionarnos (que no a ser perfectos, es distinto). No creo ni quiero creer en la perfeccion de la condicion humana, tan solo intento aferrarme a la idea de que todo lo que esta llendo mal a nuestro alrededor, puede mejorar, quien sabe, o tal vez empeorar aun mas si cabe.

Supongo que con el paso de los años el texto significara mas o menos cosas para cada persona, espero que para mi y para todos ustedes siga siendo el mismo. Vivir hoy para hoy y para siempre que estemos aqui.

:)
 
Atrás
Arriba