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De gira con MICHAEL JACKSON. Cynthia Horner. Editora del magazine RIGHT ON!

Un artículo de 1988 escrito por Cynthia Horner, editora de la revista Right On! y vieja amiga de Michael Jackson desde su juventud.

De gira con MICHAEL JACKSON

Cynthia Horner



Si eres un invitado VIP de Michael no tienes que preocuparte por el transporte hasta su concierto, porque ya está todo preparado para que sus amigos sean trasladados en un autobús especial. Todos fuimos reunidos en una habitación del hotel, donde había bebidas y esperamos a que llegaran los demás invitados. Por supuesto, había bastante Pepsi para beber. Finalmente, bajamos todos y el personal de seguridad de Michael nos llevó a empujones a través de la multitud de gente que había allí esperando ver un breve destello de la superestrella.

De hecho, la multitud había estado allí durante toda la semana, pero la publicidad del concierto había alcanzado un nivel máximo, y fans de Estados Unidos y otras partes de las Islas Británicas se habían unido a los londinenses por el camino. Se instalaron puestos de venta de recuerdos e incluso había taxis alineados en las aceras con cámaras colgando de las ventanillas. A lo largo de las calles, los obreros de la construcción se paraban en sus andamios con sus herramientas en una mano y las cámaras fotográficas en la otra.

Algunos fans se acercaron corriendo hacia mí intentando averiguar si yo era amiga o pariente de los Jacksons. Algunos insistían en hacerse una foto conmigo solo porque se pensaban que yo era alguien. Una vez llegamos todos hasta el autobús, arrancamos a toda velocidad calle abajo junto con otros dos autobuses, uno de los cuales llevaba a Michael ( para evitar que la gente le siguiera, se había informado a los medios que él llegaría en helicóptero). Un policía nos escoltaba para poder saltarnos algunas reglas del tráfico. Las cosas no pudieron ir según lo previsto, porque los tres autobuses llamaban demasiado la atención. Unos cuantos fans curiosos intentaron seguirnos, pero el tráfico londinense se lo impidió.

Cuando llegamos al Estadio de Wembley fui escoltada inmediatamente al camerino privado del artista, donde un tembloroso Michael me sonreía y bromeaba conmigo mientras esperaba para conocer a los ganadores de un concurso. Nos hicimos fotos y Michael corría juguetón de un lado a otro, intentando pillar a su fotógrafo con la guardia baja. Todo el mundo me pregunta siempre cómo es conocerle, pero realmente no sé qué decir. Le conozco desde que él tenía 18 años y me trata como a una amiga cercana. He tenido montones de oportunidades de observar su comportamiento con otra gente, y normalmente, es tranquilo y más bien humilde. Sin embargo, podría sonar extraño al decirlo, pero la gente siente la energía saliendo de él, casi como si estuviera dotado de poderes súper humanos. La gente se queda tan impresionada con él que casi no puede hablar. Ciertamente, Michael ejerce un mágico encanto sobre sus fans.

Michael parece sentirse más abierto y extrovertido alrededor de los niños, especialmente aquellos que conoce bien, como su amigo Jimmy, del anuncio de Pepsi, y los hijos de su manager, Frank Dileo. Ellos le adoran, y él actúa como un hermano mayor con ellos.

A diferencia de otros artistas, a Michael no le gusta tener a mucha gente a su alrededor antes de un concierto. Se pasa la mayor parte del tiempo preparándose y reuniéndose con invitados especiales. No hace falta conocer bien a Michael para darse cuenta de que es un completo profesional fuera y dentro del escenario. Su organización funciona como un reloj. Su manager, Frank Dileo, lo resume de esta manera: “Todo el mundo sabe que Michael es la estrella y que este es su show. Cada uno hace su trabajo”.

Cuando Michael sale al escenario finalmente, los invitados VIP (en esta ocasión incluyen al cineasta George Lucas y al actor Harrison Ford), son escoltados hasta los asientos especiales. Sin embargo, el vicepresidente de Comunicación de Michael, Bob Jones, me llevó al escenario, para que pudiera tener una buena vista del público. Aunque ya he estado en escenarios de conciertos anteriormente, nunca antes había estado en uno frente a 70.000 personas. Cuando hay tal cantidad de público, las caras de todos se desdibujan; solo notas su movimiento, mucho movimiento y un intercambio de energía entre los fans, leales y escépticos, pero todos bajo el embrujo de Michael Jackson. Fue la emoción de mi vida. ¡Gracias, Michael!


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Otro tema de Cynthia Horner:

http://mjhideout.com/forum/showthread.php?t=125861&highlight=Horner
 
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