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De visita al lugar más frío del planeta Tierra
El lugar más frío del planeta Tierra está en Rusia y se llama Oymyakon, en la república rusa de Yakutia. En el año 1926 alcanzó los 71,2 grados bajo cero, la temperatura más baja registrada en un territorio habitado de la Tierra.
En Oymyakon, el frío quema, el aire casi revienta los pulmones en la primera bocanada y la nariz está entumecida en menos de un minuto, según escribe Andreas Albes en El País. Su clima se debe a las cadenas montañosas que rodean la localidad y que impiden que las masas de aire frío huyan del valle.
Según asegura un nativo del lugar, "a partir de los 64 grados bajo cero uno puede oír cómo se hiela el aliento". Aunque cuando se ven sometidos a esas temperaturas las calles están desiertas: los 2.300 habitantes viven encerrados en sus casas, anclados en el pasado. No en vano, sólo hay un par de teléfonos privados y pocos se pueden permitir una radio".
Ahora todas las esperanzas están depositadas en Alexander Krylov, el hijo pródigo que volvió con un pequeños ingresos gracias al comercio de material de construcción y creó el Festival del Polo de Frío y la elección de Miss Polo de Frío. Busca atraer turistas a la zona, para lo que ha construido el primer hotel con agua corriente caliente con diez habitaciones.
- Oymyakon, en Rusia, alcanzó en 1926 la temperatura más baja registrada en un territorio habitado de la Tierra: -71,2º.
- Tiene 2.300 habitantes, que viven encerrados en sus casas.
- El médico tiene 71 años y la enfermera, 72.
El lugar más frío del planeta Tierra está en Rusia y se llama Oymyakon, en la república rusa de Yakutia. En el año 1926 alcanzó los 71,2 grados bajo cero, la temperatura más baja registrada en un territorio habitado de la Tierra.
En Oymyakon, el frío quema, el aire casi revienta los pulmones en la primera bocanada y la nariz está entumecida en menos de un minuto, según escribe Andreas Albes en El País. Su clima se debe a las cadenas montañosas que rodean la localidad y que impiden que las masas de aire frío huyan del valle.
Según asegura un nativo del lugar, "a partir de los 64 grados bajo cero uno puede oír cómo se hiela el aliento". Aunque cuando se ven sometidos a esas temperaturas las calles están desiertas: los 2.300 habitantes viven encerrados en sus casas, anclados en el pasado. No en vano, sólo hay un par de teléfonos privados y pocos se pueden permitir una radio".
Ahora todas las esperanzas están depositadas en Alexander Krylov, el hijo pródigo que volvió con un pequeños ingresos gracias al comercio de material de construcción y creó el Festival del Polo de Frío y la elección de Miss Polo de Frío. Busca atraer turistas a la zona, para lo que ha construido el primer hotel con agua corriente caliente con diez habitaciones.