nkingdon
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Chicas y chicos por que no? pongo el tema ya que me parece interesante, no se si habran pasado por lo mismo o conocen a otra persona que le haya sucedido.
Es lo que siempre quisiste. Soñaste con ser madre desde que tienes uso de razón y sin embargo, ahora que tienes a tu bebé no paras de llorar. No sabes qué te pasa, parece que ya todo ha perdido el sentido. Quizás te ayude saber que no estás sola: miles de mujeres sufren de depresión posparto cada año. Y, aunque para el actor Tom Cruise sólo se trate de una "debilidad", es un tema que merece mucha atención y requiere, en algunos casos, ayuda profesional.
Un tema célebre
En los últimos meses el tema de la depresión posparto ha generado polémica dentro del ambiente artístico y científico, después de que el actor Tom Cruise criticó a Brooke Shields por tomar antidepresivos para tratar la depresión luego del nacimiento de su bebé.
Para Cruise, fiel a los principios de la Cientología, la depresión posparto es consecuencia de un desbalance hormonal y debe ser tratado con vitaminas y ejercicios y no con “drogas letales y peligrosas” como los psicofármacos.
La actriz Brooke Shields, quien escribió "Down Came the Rain", un libro sobre su batalla contra la depresión posparto, se sintió herida por las declaraciones de Cruise y explicó en una columna publicada en el diario The New York Times que “comentarios como el de Tom Cruise son una falta de consideración con las madres de todo el mundo. El hecho de sugerir que me equivoqué al tomar fármacos para luchar contra la depresión y que en su lugar debería haberme tratado con vitaminas y ejercicios muestra una falta total de entendimiento de lo que significa la depresión posparto y el nacimiento de un hijo”.
Las declaraciones de Cruise, de 43 años, fueron tildadas de "irresponsables" por la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos, y le valieron al actor reproches de sus colegas Marie Osmond, Tom Arnold y Carnie Wilson, entre otros, que acudieron en defensa de Shields.
Tener un bebé es al mismo tiempo la experiencia más fascinante de tu vida y la más agotadora. El recién nacido no es el único miembro de la familia que debe adaptarse a las nuevas circunstancias que lo rodean. De la mano del deleite que implica la llegada del bebé, surgen una gran cantidad de expectativas y responsabilidades que conllevan una profunda ansiedad. Todos los padres que aman profundamente sufren la ansiedad sobre la responsabilidad y el cuidado de esa nueva vida. Ahora bien, si la ansiedad no puede ser procesada correctamente, puede volverse abrumadora y provocar un cuadro depresivo en la madre.
Se denomina depresión posparto al estado anímico que a veces acompaña a la recuperación física de la mamá y la búsqueda del equilibrio de hormonas después del parto”, explica el pediatra Berry Brazelton en su libro Su Hijo y agrega que generalmente logra identificar a la madre deprimida por su aspecto desaliñado y por la forma en que toma al bebé “lo agarra fuertemente como si temiera tropezarse o dejarlo caer”.
La depresión posparto puede tener diferentes grados de severidad. Se caracteriza por un acentuado desgano, llanto, franca irritabilidad hacia los demás, trastornos del sueño y del apetito y serias dificultades en el manejo del bebé. Suele aparecer en el 25 % de las madres primerizas y en el 20% de las mujeres que ya han tenido un hijo. En general, se trata de mujeres que sufren de carencia o ausencia de apoyo afectivo, falta de ayuda doméstica con las tareas de la casa y el cuidado del niño y severos problemas de comunicación con el marido. Todo esto, por supuesto, sumado a las variaciones hormonales propias del estado de posparto, lo cual afecta a unas mujeres más que a otras.
Si bien en la mayoría de los casos la única forma de superar este estado es con el paso del tiempo, hay mujeres que necesitan de la intervención de un terapeuta para superar este estado depresivo.
Alrededor de tres mil mujeres estadounidenses sufren de una aguda depresión posparto cada año y requieren asistencia profesional.
Factores no hormonales para explicar este estado depresivo:
- El sentimiento de vacío que produce el final del embarazo.
- La sensación de que eso que tanto esperabas, el parto y el nacimiento de tu hijo, ya pasó.
- El paso de ser el centro del escenario a quedar atrás. Ahora, el bebé es la estrella y eso puede ser intolerable para muchas mujeres.
- La hospitalización que acompaña el nacimiento.
- La vuelta a casa, sin la ayuda con la que contabas en el hospital y no sabiendo bien qué hacer.
- Desilusión por tu bebé o por ti misma como madre, debido a expectativas idealizadas y no realistas.
- Agotamiento debido a la falta de sueño y al estrés que te produce la responsabilidad de cuidar a un recién nacido.
- Dolor y malestar físico, debido a secuelas del parto o molestias en el pecho.
- Sentimientos de impotencia para manejar el bebé. ¿Para qué tuve un hijo si no sé cómo cuidarlo?
- Sentimientos de culpabilidad porque quizás no deseabas el embarazo desde un comienzo o por no creer que tu bebé es hermoso, o por tener que volver a trabajar en un futuro cercano.
- Duelo por lo que ya no eres, porque el centro de tu vida cambió y tu vida de pareja también.
- Disconformidad por tu apariencia física.
- Falta de apoyo emocional de tu familia o amigos.
- Otros problemas no relacionados con el bebé que puedan alterar tu estado anímico (problemas financieros, de trabajo, familiares, etc.).
Besos