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Detenida una niñera tras ser grabada maltratando a los niños
Mariana tiene 35 años, pocos escrúpulos y la mano demasiado larga. Llegó, como asistenta doméstica, a una casa de Las Rozas, en Madrid, hace dos meses. En apariencia era una mujer educada y una buena cuidadora. La realidad es otra. Pegaba, gritaba y maltrataba a los trillizos a quienes, supuestamente, debía de atender.
Encarnación es madre de dos niños y una niña, trillizos, de dos años y medio. Desde hacía dos meses habían contratado a Mariana para ayudar en el cuidado de los pequeños. El pasado mes de agosto los padres tuvieron que viajar fuera de España y los niños quedaron al cuidado de su abuela y de la niñera. Una mañana la abuela encontró a la niña con el rostro amoratado.
"La abuela preguntó a la niñera qué había pasado y ella contestó que la niña se había caído de la cama, pero la cama de la niña es muy baja y no tiene muebles alrededor, no podía haberse dado ese golpe, -explica Encarnación, la madre de los niños-. Además cambió de comportamiento".
No sólo la niña, también sus hermanos cambian de comportamiento. Por eso deciden espiar a la niñera y se quedan horrorizados. La niñera golpea a la niña porque no quería cenar. Y llega a arrojar a uno de los niños por unas escaleras que dan al jardín. La escena fue grabada por un familiar de las niñas. En ese mismo momento, despidió a la niñera.
"La despidió por pegar a los niños y ella contestó que para ella eso no era pegar, por lo que, razón de más para despedirla porque si para ella eso no es pegar, cuando pegue, mata", añade la madre.
Las secuelas psicológicas en los niños se prolongaron durante días. Llamaban a la niñera "la bruja mala". "No querían que nadie se les acercara, no aceptaban muestras de cariño, tenían pesadillas...", señala Encarnación.
Encarnación hace un llamamiento a vecinos y familiares para evitar casos como este.
"Una vecina me comentó que había oído una vez a esta mujer decir a los niños que o se estaban quietos o sus padres no iban a volver nunca y esto me lo dijo cuando ya la habíamos despedido; a veces oímos o vemos cosas y no lo decimos porque creemos que es una intromisión en la intimidad de las personas, pero estamos hablando de menores", añade la madre.
La niñera, una mujer ecuatoriana de 35 años fue detenida. Ahora está en libertad condicional.
www.a3n.tv
Mariana tiene 35 años, pocos escrúpulos y la mano demasiado larga. Llegó, como asistenta doméstica, a una casa de Las Rozas, en Madrid, hace dos meses. En apariencia era una mujer educada y una buena cuidadora. La realidad es otra. Pegaba, gritaba y maltrataba a los trillizos a quienes, supuestamente, debía de atender.
Encarnación es madre de dos niños y una niña, trillizos, de dos años y medio. Desde hacía dos meses habían contratado a Mariana para ayudar en el cuidado de los pequeños. El pasado mes de agosto los padres tuvieron que viajar fuera de España y los niños quedaron al cuidado de su abuela y de la niñera. Una mañana la abuela encontró a la niña con el rostro amoratado.
"La abuela preguntó a la niñera qué había pasado y ella contestó que la niña se había caído de la cama, pero la cama de la niña es muy baja y no tiene muebles alrededor, no podía haberse dado ese golpe, -explica Encarnación, la madre de los niños-. Además cambió de comportamiento".
No sólo la niña, también sus hermanos cambian de comportamiento. Por eso deciden espiar a la niñera y se quedan horrorizados. La niñera golpea a la niña porque no quería cenar. Y llega a arrojar a uno de los niños por unas escaleras que dan al jardín. La escena fue grabada por un familiar de las niñas. En ese mismo momento, despidió a la niñera.
"La despidió por pegar a los niños y ella contestó que para ella eso no era pegar, por lo que, razón de más para despedirla porque si para ella eso no es pegar, cuando pegue, mata", añade la madre.
Las secuelas psicológicas en los niños se prolongaron durante días. Llamaban a la niñera "la bruja mala". "No querían que nadie se les acercara, no aceptaban muestras de cariño, tenían pesadillas...", señala Encarnación.
Encarnación hace un llamamiento a vecinos y familiares para evitar casos como este.
"Una vecina me comentó que había oído una vez a esta mujer decir a los niños que o se estaban quietos o sus padres no iban a volver nunca y esto me lo dijo cuando ya la habíamos despedido; a veces oímos o vemos cosas y no lo decimos porque creemos que es una intromisión en la intimidad de las personas, pero estamos hablando de menores", añade la madre.
La niñera, una mujer ecuatoriana de 35 años fue detenida. Ahora está en libertad condicional.
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