El abogado de Dolores Vázquez se muestra convencido de que la explosión mediática influyó en el jurado
Pedro Apalategui afirma la incidencia de determinaos medios en el resultado del enjuiciamiento
EFE / SALAMANCA
El abogado Pedro Apalategui, quien ejerció la defensa de Dolores Vázquez en el juicio por el asesinato, en 1999, de la joven malagueña Rocío Wanninkhof, se mostró hoy convencido de que "la explosión mediática de determinados medios sobre este asunto terminó influyendo en las personas del jurado popular".
Dolores Vázquez fue acusada y declarada culpable, aunque posteriormente quedó exculpada y en libertad cuando la investigación apuntó al británico Tony Alexander King como autor de la muerte de Wanninkhof y también de otra joven, Sonia Carabantes.
Apalategui, que participó hoy en el XVII Congreso de Derecho Penal de la Universidad de Salamanca, afirmó a los periodistas que el caso fue "patológicamente hablando muy especial en cuanto a la incidencia de determinados medios, y especialmente de cadenas de televisión en cuanto al posterior resultado de ese enjuiciamiento, con una incidencia muy directa en el posible contenido del veredicto".
"No es que sean errores cometidos por los periodistas, no es un problema de errar, sino de plantear juicios donde en determinados programas hay quien interviene de juez, hay quien interviene de fiscal, y quien dibuja un perfil de una persona a la que no conoce que en este caso es la persona a la que se estaba enjuiciando", refirió.
Ironizó el letrado con que en el procedimiento judicial contra Vázquez "faltó una ventanilla para hacer apuestas sobre el veredicto".
No obstante, el abogado precisó que los miembros del jurado no fueron los culpables de lo ocurrido.
"Aquí han intervenido desde profesionales del derecho hasta jueces y fiscales, donde todos tenemos que asumir nuestra parte de culpa porque todos nos hemos confundido", aseveró.
De los errores cometidos "precisamente por la enorme invasión de medios que se produjo en aquel juicio oral", la responsabilidad menor sería la de los jurados y la mayor "quizá" la de los profesionales del derecho, dijo Apalategui.
Diferencias con Estados Unidos
A la hora de equiparar el juicio paralelo a Vázquez con un caso como el de Michael Jackson, a quien se juzga en Estados Unidos por un supuesto delito de pederastia, sostuvo que "la única diferencia es que allí, si el juez se percata de la posible incidencia en las garantías del proceso a través de informaciones que pueden influir en los jurados, tiene la posibilidad de prohibirlo y de trasladar el juicio a un Estado donde la incidencia mediática sea menor".
Las garantías son distintas entre ambos países, toda vez que en España "el jurado es unan institución de poco arraigo, poca experiencia reciente y todos nos vimos sorprendidos sobre qué hacer cuando existe una incidencia de esta naturaleza", agregó.
También indicó que "la dignidad profesional está en el conocimiento de los asuntos que puedan tener cierta complicación teórica", por lo que "ir a debatir o a informar sobre temas que en particular pueden tener cierta complejidad sin un mínimo conocimiento de la institución jurídica que pueda ser objeto de debate es arriesgado".
Pedro Apalategui afirma la incidencia de determinaos medios en el resultado del enjuiciamiento
EFE / SALAMANCA
El abogado Pedro Apalategui, quien ejerció la defensa de Dolores Vázquez en el juicio por el asesinato, en 1999, de la joven malagueña Rocío Wanninkhof, se mostró hoy convencido de que "la explosión mediática de determinados medios sobre este asunto terminó influyendo en las personas del jurado popular".
Dolores Vázquez fue acusada y declarada culpable, aunque posteriormente quedó exculpada y en libertad cuando la investigación apuntó al británico Tony Alexander King como autor de la muerte de Wanninkhof y también de otra joven, Sonia Carabantes.
Apalategui, que participó hoy en el XVII Congreso de Derecho Penal de la Universidad de Salamanca, afirmó a los periodistas que el caso fue "patológicamente hablando muy especial en cuanto a la incidencia de determinados medios, y especialmente de cadenas de televisión en cuanto al posterior resultado de ese enjuiciamiento, con una incidencia muy directa en el posible contenido del veredicto".
"No es que sean errores cometidos por los periodistas, no es un problema de errar, sino de plantear juicios donde en determinados programas hay quien interviene de juez, hay quien interviene de fiscal, y quien dibuja un perfil de una persona a la que no conoce que en este caso es la persona a la que se estaba enjuiciando", refirió.
Ironizó el letrado con que en el procedimiento judicial contra Vázquez "faltó una ventanilla para hacer apuestas sobre el veredicto".
No obstante, el abogado precisó que los miembros del jurado no fueron los culpables de lo ocurrido.
"Aquí han intervenido desde profesionales del derecho hasta jueces y fiscales, donde todos tenemos que asumir nuestra parte de culpa porque todos nos hemos confundido", aseveró.
De los errores cometidos "precisamente por la enorme invasión de medios que se produjo en aquel juicio oral", la responsabilidad menor sería la de los jurados y la mayor "quizá" la de los profesionales del derecho, dijo Apalategui.
Diferencias con Estados Unidos
A la hora de equiparar el juicio paralelo a Vázquez con un caso como el de Michael Jackson, a quien se juzga en Estados Unidos por un supuesto delito de pederastia, sostuvo que "la única diferencia es que allí, si el juez se percata de la posible incidencia en las garantías del proceso a través de informaciones que pueden influir en los jurados, tiene la posibilidad de prohibirlo y de trasladar el juicio a un Estado donde la incidencia mediática sea menor".
Las garantías son distintas entre ambos países, toda vez que en España "el jurado es unan institución de poco arraigo, poca experiencia reciente y todos nos vimos sorprendidos sobre qué hacer cuando existe una incidencia de esta naturaleza", agregó.
También indicó que "la dignidad profesional está en el conocimiento de los asuntos que puedan tener cierta complicación teórica", por lo que "ir a debatir o a informar sobre temas que en particular pueden tener cierta complejidad sin un mínimo conocimiento de la institución jurídica que pueda ser objeto de debate es arriesgado".