The Guardian publica un pequeño extracto del libro Stray Cat Struts: My Life as a Rockabilly Rebel de Slim Jim Phantom...
El día que Michael Jackson me felicitó por mi canción sobre el gato
Fue a mediados de los 80, en el LA Coliseum, el batería de los Stray Cats, Slim Jim Phantom estaba en un concierto de Bruce Springsteen cuando llegó alguien extraordinario...
Parte de la diversión de los conciertos es estar metido en el ambiente. Normalmente, cuando más grande es el concierto, mejor es el ambiente. Esta fue una de esas ocasiones. Britt Ekland (esposa de Phantom por entonces) y yo fuimos a ver a Bruce Springsteen y la E Street Band en el LA Coliseum. Debía ser la gira de Born in the USA y todo estaba muy animado. Britt era muy fan, el guitarrista Nils Lofgren era un buen amigo, El Boss era fan de los Stray Cats y había estado sobre el escenario con nosotros en un concierto el verano anterior, así que fuimos bienvenidos en el concierto. Antes del concierto hubo una pequeña reunión de invitados en una de las salas acristaladas sobre el estadio.
Yo ya llevoaba unos cuantos años en esto y me sentía cómodo y confiado a la hora de estar y charlar con cualquiera, sobre todo en actos relacionados con el rock’n’roll. Britt también había estado en todas partes y lo había visto todo. Había un ascensor que llegaba desde el parking a la zona reservada del dueño del estadio. Aquello era un acto civilizado tipo cocktail de backstage, no el típico mogollón de los camerinos de punk rock donde comencé. Me estaba tomando un combinado en un vaso de plástico, mi single sonaba en la radio y estaba allí con mi señora, que era estrella del cine, así que todo iba sobre ruedas.
Resulta que estaba mirando hacia el ascensor en el momento preciso en que se abrieron las puertas y se hizo el silencio en la sala. Salieron Michael Jackson y Elizabeth Taylor, los dos solos. MJ iba con toda su parafernalia de la era Thriller: brillos, una chaqueta militar con un cordón dorado bajo la charretera, gafas de aviador, pelo perfectamente rizado y húmedo, calcetines brillantes, zapatos negros y lo más importante, un guante brillante.
Elizabeth Taylor iba como la mayor estrella del cine del mundo con su traje enjoyado y zapatos a juego. Todo esto en una tarde, en una sala acristalada sobre un estadio de fútbol. Nadie dijo nada y hubo un silencio incómodo en la sala. ¿Habían venido todos a conocerles? ¿Con quién hablarían? ¿Les ofrecería alguien una bebida? ¿Qué hacían allí?
MJ se acercó lentamente hacia mi, me ofreció su mano con el guante y con su tono único e infantil susurró: "Me gusta muho vuestra canción sobre el gato". "Hmmm, gracias, hombre", conseguí articular a croar mientras estrechaba su mano con el guante. Estaba asombrado. Hay una diferencia entre un momento tipo "Vaya, esto es guay" y estar absolutamente alucinado. Creo que Liz y Britt se dijeron hola y hablaron un par de segundos. MJ y Liz dieron una vuelta por la sala, volvieron al ascensor y se fueron antes de que empezase el concierto. No recuerdo un momento igual a aquello, ni antes ni después. Para mi, la mayoría de esos extraños momentos me afectaron más a posteriori, cuando me daba cuenta, un poco tarde, de que había ocurrido algo especial.
*Traducido por Xtarlight y Mpenziwe para www.MJHideOut.com
Por favor, no utilices esta traducción en otra web, en su lugar, pon un link directo a este post. Gracias!
Supongo que se refería a esta canción
Si MJ llevaba guante (que me extraña), se lo quitó antes de salir, cosa que ocurrió tras el primer set de canciones, no antes del concierto...
El día que Michael Jackson me felicitó por mi canción sobre el gato
Fue a mediados de los 80, en el LA Coliseum, el batería de los Stray Cats, Slim Jim Phantom estaba en un concierto de Bruce Springsteen cuando llegó alguien extraordinario...
Parte de la diversión de los conciertos es estar metido en el ambiente. Normalmente, cuando más grande es el concierto, mejor es el ambiente. Esta fue una de esas ocasiones. Britt Ekland (esposa de Phantom por entonces) y yo fuimos a ver a Bruce Springsteen y la E Street Band en el LA Coliseum. Debía ser la gira de Born in the USA y todo estaba muy animado. Britt era muy fan, el guitarrista Nils Lofgren era un buen amigo, El Boss era fan de los Stray Cats y había estado sobre el escenario con nosotros en un concierto el verano anterior, así que fuimos bienvenidos en el concierto. Antes del concierto hubo una pequeña reunión de invitados en una de las salas acristaladas sobre el estadio.
Yo ya llevoaba unos cuantos años en esto y me sentía cómodo y confiado a la hora de estar y charlar con cualquiera, sobre todo en actos relacionados con el rock’n’roll. Britt también había estado en todas partes y lo había visto todo. Había un ascensor que llegaba desde el parking a la zona reservada del dueño del estadio. Aquello era un acto civilizado tipo cocktail de backstage, no el típico mogollón de los camerinos de punk rock donde comencé. Me estaba tomando un combinado en un vaso de plástico, mi single sonaba en la radio y estaba allí con mi señora, que era estrella del cine, así que todo iba sobre ruedas.
Resulta que estaba mirando hacia el ascensor en el momento preciso en que se abrieron las puertas y se hizo el silencio en la sala. Salieron Michael Jackson y Elizabeth Taylor, los dos solos. MJ iba con toda su parafernalia de la era Thriller: brillos, una chaqueta militar con un cordón dorado bajo la charretera, gafas de aviador, pelo perfectamente rizado y húmedo, calcetines brillantes, zapatos negros y lo más importante, un guante brillante.
Elizabeth Taylor iba como la mayor estrella del cine del mundo con su traje enjoyado y zapatos a juego. Todo esto en una tarde, en una sala acristalada sobre un estadio de fútbol. Nadie dijo nada y hubo un silencio incómodo en la sala. ¿Habían venido todos a conocerles? ¿Con quién hablarían? ¿Les ofrecería alguien una bebida? ¿Qué hacían allí?
MJ se acercó lentamente hacia mi, me ofreció su mano con el guante y con su tono único e infantil susurró: "Me gusta muho vuestra canción sobre el gato". "Hmmm, gracias, hombre", conseguí articular a croar mientras estrechaba su mano con el guante. Estaba asombrado. Hay una diferencia entre un momento tipo "Vaya, esto es guay" y estar absolutamente alucinado. Creo que Liz y Britt se dijeron hola y hablaron un par de segundos. MJ y Liz dieron una vuelta por la sala, volvieron al ascensor y se fueron antes de que empezase el concierto. No recuerdo un momento igual a aquello, ni antes ni después. Para mi, la mayoría de esos extraños momentos me afectaron más a posteriori, cuando me daba cuenta, un poco tarde, de que había ocurrido algo especial.
*Traducido por Xtarlight y Mpenziwe para www.MJHideOut.com
Por favor, no utilices esta traducción en otra web, en su lugar, pon un link directo a este post. Gracias!
Supongo que se refería a esta canción
Si MJ llevaba guante (que me extraña), se lo quitó antes de salir, cosa que ocurrió tras el primer set de canciones, no antes del concierto...