El Hombre de los Hielos murió tras combatir con cuatro oponentes
Un estudio de ADN revela que Oetzi se defendió bravamente de un grupo de atacantes antes de ser herido de muerte
Primero se dijo que era un cazador extraviado, atrapado por una tormenta. Luego, tras la primera autopsia, se concluyó que había sufrido algún tipo de agresión. Quizá había sido expulsado de su aldea. Más adelante, se afirmó que había sido asesinado y, además, de un flechazo por la espalda. Ahora, los científicos que llevan doce años estudiando la momia de Oetzi, el Hombre de los Hielos , ofrecen los resultados de esta peculiar investigación detectivesca. En efecto, Oetzi murió tras una agresión, pero lo hizo con las botas puestas, pues ofreció resistencia y luchó contra cuatro enemigos, por lo menos.
Oetzi, la víctima del altercado, fue un cazador prehistórico que vivió hace 5.300 años. Su cuerpo, momificado por procesos naturales, fue encontrado en 1991 en un glaciar de los Alpes por unos montañeros. Trasladado a la localidad italiana de Bolzano, Oetzi yace en una sala del museo local, en una urna acondicionada a seis grados bajo cero y con una humedad del 98% para facilitar su conservación. El desdichado cazador ostenta el honor de ser la momia más estudiada del mundo, en dura competencia con la del faraón Ramsés II.
Los científicos conocen al dedillo la ropa que vestía y saben que tenía barba y el pelo largo, poblado por molestos piojos. Han estudiado los tatuajes que adornaban su cuerpo y conocen los pormenores de su salud dental. Saben qué fue lo último que comió -carne de ciervo y cereales- y cómo se defendía. Ahora han descubierto algo más.
«Los análisis han demostrado la existencia de ADN de cuatro personas distintas a Oetzi», afirma el biólogo molecular Thomas Loy, de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia. El ADN de los adversarios de Oetzi ha aparecido en los pliegues de su ropa, sobre el filo de uno de sus cuchillos y en una punta de flecha partida que guardaba en su carcaj.
Heridas en la mano
El año pasado, el equipo encargado de la conservación de la momia había localizado una herida profunda en su mano derecha. Al parecer, Oetzi había intentado detener de un manotazo un golpe de cuchillo propinado por uno de sus oponentes.
Los especialistas se han lanzado a especular sobre cómo debió ocurrir. Se dice que Oetzi tuvo la mala fortuna de penetrar en el territorio de una tribu rival a la suya. Sorprendido por los lugareños, el cazador se vio envuelto en un altercado en el que no faltaron los flechazos y las puñaladas. Tuvo que huir, no sin antes recuperar una de sus flechas del cuerpo de un enemigo. Alguien le disparó por la espalda. El dardo penetró por debajo del hombro derecho y le causó la muerte tras una agonía larga.
El lugar en el que ocurrió el enfrentamiento se llama hoy Val Senales. Es un paso alpino situado en la frontera italo-austriaca, a 3.200 metros de altura y cerca del glaciar Similaun, en el macizo de Otzal.
El cazador rondaba los cuarenta años y estaba bien equipado para viajar por la montaña. Vestía unos calzones largos y una túnica de piel. Se abrigaba con una capa de fibra vegetal y calzaba botas rellenas de paja seca. Se cubría con un gorro de piel de oso. Las armas que utilizó para defenderse eran un hacha de bronce, un cuchillo, un arco y varias flechas
Este es Oetzi (El q esta tumbado:lengua: )
www.elcorreodigital.com
Me a sorprendio mucho esta noticia, la verdad es q es mala suerte lo q le paso a este hombre-prehistorico. Una pena q ya desde hace 5000 años ya nos estuviesemos pegando por tan simple chorrada de entrar en una zona o en un territorio de otra persona. Tambien es sorprendente las averiguaciones q han hecho los expertos, increible.
Un estudio de ADN revela que Oetzi se defendió bravamente de un grupo de atacantes antes de ser herido de muerte
Primero se dijo que era un cazador extraviado, atrapado por una tormenta. Luego, tras la primera autopsia, se concluyó que había sufrido algún tipo de agresión. Quizá había sido expulsado de su aldea. Más adelante, se afirmó que había sido asesinado y, además, de un flechazo por la espalda. Ahora, los científicos que llevan doce años estudiando la momia de Oetzi, el Hombre de los Hielos , ofrecen los resultados de esta peculiar investigación detectivesca. En efecto, Oetzi murió tras una agresión, pero lo hizo con las botas puestas, pues ofreció resistencia y luchó contra cuatro enemigos, por lo menos.
Oetzi, la víctima del altercado, fue un cazador prehistórico que vivió hace 5.300 años. Su cuerpo, momificado por procesos naturales, fue encontrado en 1991 en un glaciar de los Alpes por unos montañeros. Trasladado a la localidad italiana de Bolzano, Oetzi yace en una sala del museo local, en una urna acondicionada a seis grados bajo cero y con una humedad del 98% para facilitar su conservación. El desdichado cazador ostenta el honor de ser la momia más estudiada del mundo, en dura competencia con la del faraón Ramsés II.
Los científicos conocen al dedillo la ropa que vestía y saben que tenía barba y el pelo largo, poblado por molestos piojos. Han estudiado los tatuajes que adornaban su cuerpo y conocen los pormenores de su salud dental. Saben qué fue lo último que comió -carne de ciervo y cereales- y cómo se defendía. Ahora han descubierto algo más.
«Los análisis han demostrado la existencia de ADN de cuatro personas distintas a Oetzi», afirma el biólogo molecular Thomas Loy, de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia. El ADN de los adversarios de Oetzi ha aparecido en los pliegues de su ropa, sobre el filo de uno de sus cuchillos y en una punta de flecha partida que guardaba en su carcaj.
Heridas en la mano
El año pasado, el equipo encargado de la conservación de la momia había localizado una herida profunda en su mano derecha. Al parecer, Oetzi había intentado detener de un manotazo un golpe de cuchillo propinado por uno de sus oponentes.
Los especialistas se han lanzado a especular sobre cómo debió ocurrir. Se dice que Oetzi tuvo la mala fortuna de penetrar en el territorio de una tribu rival a la suya. Sorprendido por los lugareños, el cazador se vio envuelto en un altercado en el que no faltaron los flechazos y las puñaladas. Tuvo que huir, no sin antes recuperar una de sus flechas del cuerpo de un enemigo. Alguien le disparó por la espalda. El dardo penetró por debajo del hombro derecho y le causó la muerte tras una agonía larga.
El lugar en el que ocurrió el enfrentamiento se llama hoy Val Senales. Es un paso alpino situado en la frontera italo-austriaca, a 3.200 metros de altura y cerca del glaciar Similaun, en el macizo de Otzal.
El cazador rondaba los cuarenta años y estaba bien equipado para viajar por la montaña. Vestía unos calzones largos y una túnica de piel. Se abrigaba con una capa de fibra vegetal y calzaba botas rellenas de paja seca. Se cubría con un gorro de piel de oso. Las armas que utilizó para defenderse eran un hacha de bronce, un cuchillo, un arco y varias flechas
Este es Oetzi (El q esta tumbado:lengua: )
www.elcorreodigital.com
Me a sorprendio mucho esta noticia, la verdad es q es mala suerte lo q le paso a este hombre-prehistorico. Una pena q ya desde hace 5000 años ya nos estuviesemos pegando por tan simple chorrada de entrar en una zona o en un territorio de otra persona. Tambien es sorprendente las averiguaciones q han hecho los expertos, increible.