Extractos de un artículo publicado hoy por Vanity Fair bajo el título: Pino Sagliocco, el señor de los conciertos.
(...) Desde que empezó a organizar conciertos en 1979 ha trabajado con los más grandes, de los Rolling Stones a Michael Jackson, pasando por Sinatra.
“Echo la vista atrás y me pongo triste. Estoy comprobando cómo se va una parte de mi vida. Murieron Camarón, Freddie Mercury y Frank Zappa, y en los últimos tiempos Prince, Michael Jackson, Bowie… George Michael estuvo en mi casa poco antes de morir, pasando unos días conmigo. Fue devastador, tenía muchos planes”.
(...)
¿Este tipo de artistas llegan en algún momento a creerse inmortales?
Todo lo contrario. Los que he mencionado eran plenamente conscientes de la muerte. Sabían que su música puede sobrevivirles pero también que no llegarían a viejos. Han vivido intensamente y con pasión, disfrutando el día a día y dejándose todo en lo que hacían.
¿Cómo eran las conversaciones con personas tan particulares como Prince o Michael Jackson? ¿De qué se habla con gente así?
Casi siempre sobre cosas muy profundas, relacionadas con el mundo de la creación y el arte. Es difícil hablar de cosas mundanas con gente así. (...)
¿Cuáles fueron los conciertos más complicados de montar?
En los primeros 80 los de Soft Cell, Soft Cell o The Residents, porque no había la infraestructura adecuada en España. Más adelante fueron Rolling Stones, Michael Jackson, Madonna o Queen, que requerían un despliegue técnico tremendo, con muchos camiones y montajes de cuatro o cinco días.
"De Michael se han dicho muchas cosas que no eran ciertas. Fue el Peter Pan del S XX. Veía el mundo a través de los ojos de los niños. Nunca quiso crecer porque no le dejaron disfrutar de su infancia. Por eso se identificaba tanto con los más pequeños. Era puro, limpio, soñador… Fue uno de los grandes defensores de los niños. Esas acusaciones [de abusos a menores] quedaron todas en nada pero ya era tarde porque el juicio paralelo le había condenado. En España hicimos un proyecto juntos en el que se involucró, con Lladró haciendo una escultura que se iba a entregar a los jefes de estado con la declaración de los derechos del niño. Quería conseguir de ellos un compromiso para la defensa de la infancia. Tampoco se ha contado que invitaba a miles de niños enfermos a su casa de Neverland para que disfrutaran de su parque de atracciones, o de las cantidades que donaba a infinidad de organizaciones. Nunca quiso que se supiera esto. En cambio, apareció el padre de un niño, que quería dinero para financiar una película y le extorsionó. Los abogados recomendaron a Michael que no le pagara pero él no quería conflictos… ¿Si habría dejado a mis hijos con él? Sin ningún problema. Es más, habría sido un orgullo. ¿Cómo puede ser que en su casa durmieran más de 5 mil niños y sólo le acusaran dos o tres?".
[Vanity Fair]
(...) Desde que empezó a organizar conciertos en 1979 ha trabajado con los más grandes, de los Rolling Stones a Michael Jackson, pasando por Sinatra.
“Echo la vista atrás y me pongo triste. Estoy comprobando cómo se va una parte de mi vida. Murieron Camarón, Freddie Mercury y Frank Zappa, y en los últimos tiempos Prince, Michael Jackson, Bowie… George Michael estuvo en mi casa poco antes de morir, pasando unos días conmigo. Fue devastador, tenía muchos planes”.
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¿Este tipo de artistas llegan en algún momento a creerse inmortales?
Todo lo contrario. Los que he mencionado eran plenamente conscientes de la muerte. Sabían que su música puede sobrevivirles pero también que no llegarían a viejos. Han vivido intensamente y con pasión, disfrutando el día a día y dejándose todo en lo que hacían.
¿Cómo eran las conversaciones con personas tan particulares como Prince o Michael Jackson? ¿De qué se habla con gente así?
Casi siempre sobre cosas muy profundas, relacionadas con el mundo de la creación y el arte. Es difícil hablar de cosas mundanas con gente así. (...)
¿Cuáles fueron los conciertos más complicados de montar?
En los primeros 80 los de Soft Cell, Soft Cell o The Residents, porque no había la infraestructura adecuada en España. Más adelante fueron Rolling Stones, Michael Jackson, Madonna o Queen, que requerían un despliegue técnico tremendo, con muchos camiones y montajes de cuatro o cinco días.
"De Michael se han dicho muchas cosas que no eran ciertas. Fue el Peter Pan del S XX. Veía el mundo a través de los ojos de los niños. Nunca quiso crecer porque no le dejaron disfrutar de su infancia. Por eso se identificaba tanto con los más pequeños. Era puro, limpio, soñador… Fue uno de los grandes defensores de los niños. Esas acusaciones [de abusos a menores] quedaron todas en nada pero ya era tarde porque el juicio paralelo le había condenado. En España hicimos un proyecto juntos en el que se involucró, con Lladró haciendo una escultura que se iba a entregar a los jefes de estado con la declaración de los derechos del niño. Quería conseguir de ellos un compromiso para la defensa de la infancia. Tampoco se ha contado que invitaba a miles de niños enfermos a su casa de Neverland para que disfrutaran de su parque de atracciones, o de las cantidades que donaba a infinidad de organizaciones. Nunca quiso que se supiera esto. En cambio, apareció el padre de un niño, que quería dinero para financiar una película y le extorsionó. Los abogados recomendaron a Michael que no le pagara pero él no quería conflictos… ¿Si habría dejado a mis hijos con él? Sin ningún problema. Es más, habría sido un orgullo. ¿Cómo puede ser que en su casa durmieran más de 5 mil niños y sólo le acusaran dos o tres?".
[Vanity Fair]