(Leido en el suplemento de empleo de El País, domingo 6 enero).
El sector de centros de atención de llamadas a clientes se exprime la imaginación para conseguir satisfacer a sus empleados y evitar la fuga hacia otros trabajos. El puesto de teleoperador tiene fama de mal pagado y poco apetecible, así que idean nuevas formas de retener al empleado y estimularle... Es lo que llaman los especialistas en recursos humanos "salario emocional".
A los candidatos les ofrecen horarios de curro a la carta. Eso es lo que han hecho en la empresa 11811. Además de no deslocalizar sus oficinas fuera de España, al contrario que el resto del sector, su sede se encuentra en un atípico emplazamiento de Las Rozas (NE de Madrid, en villa Gace, vamos :mareao. Trabajan de 400 a 450 teleoperadores, la mayoría mujeres residentes en la zona que abandonaron sus trabajos para ser madres y ahora vuelven por la necesidad de sentirse útiles, más que por necesidad económica. En este centro se atienden 40.000 llamadas diarias y poseen actualizaciones informáticas de datos telefónicos cada 15 minutos.
El quid está en la flexibilidad de horarios, con un límite máximo de 30 horas semanales que el empleado puede repartir.
Así da gusto ir a currar !!! :mmm: ¿Alguien se apunta??? Puri, con lo que te gusta hablar por teléfono, serías feliz ahí ! Ji, ji...
El sector de centros de atención de llamadas a clientes se exprime la imaginación para conseguir satisfacer a sus empleados y evitar la fuga hacia otros trabajos. El puesto de teleoperador tiene fama de mal pagado y poco apetecible, así que idean nuevas formas de retener al empleado y estimularle... Es lo que llaman los especialistas en recursos humanos "salario emocional".
A los candidatos les ofrecen horarios de curro a la carta. Eso es lo que han hecho en la empresa 11811. Además de no deslocalizar sus oficinas fuera de España, al contrario que el resto del sector, su sede se encuentra en un atípico emplazamiento de Las Rozas (NE de Madrid, en villa Gace, vamos :mareao. Trabajan de 400 a 450 teleoperadores, la mayoría mujeres residentes en la zona que abandonaron sus trabajos para ser madres y ahora vuelven por la necesidad de sentirse útiles, más que por necesidad económica. En este centro se atienden 40.000 llamadas diarias y poseen actualizaciones informáticas de datos telefónicos cada 15 minutos.
El quid está en la flexibilidad de horarios, con un límite máximo de 30 horas semanales que el empleado puede repartir.
Así da gusto ir a currar !!! :mmm: ¿Alguien se apunta??? Puri, con lo que te gusta hablar por teléfono, serías feliz ahí ! Ji, ji...
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