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Una riña que acabó con un severo castigo. Un joven de 18 años y vecino de San Fernando (Cádiz) permaneció encadenado a la pata de su cama durante tres días después de que su padre le castigase por haber abandonado un cuartel del Ejército en Cartagena (Murcia) donde había comenzado la carrera militar.
Según informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno, el pasado viernes el joven regresó a su domicilio en la localidad de San Fernando después de pasar un día en el cuartel de Cartagena y comenzó una discusión con su padre porque éste le achacaba que no estudiaba ni tampoco trabajaba lo suficiente.
Posteriormente, su padre le encadenó a la pata de la cama, y así permaneció durante tres días, hasta que el joven consiguió alertar de su situación a la Policía Nacional el pasado lunes a través de un teléfono móvil.
Tras la llamada agentes policiales acudieron rápidamente a la vivienda y liberaron al joven, que presentaba distintas lesiones y contusiones en varias partes de su cuerpo.
El joven, que presentó a continuación una denuncia contra su progenitor, aseguró que los malos tratos eran algo habitual en la familia, pero que no había presentado antes una denuncia por desconocimiento de cómo debía realizarse.
Después de que tanto él como su madre ratificasen la denuncia en la Comisaría, el titular del juzgado número tres de San Fernando decretó prisión preventiva para L.A.C., de 42 años, que ingresó en el centro penitenciario de Puerto II en El Puerto de Santa María.
www.diariosur.es
Según informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno, el pasado viernes el joven regresó a su domicilio en la localidad de San Fernando después de pasar un día en el cuartel de Cartagena y comenzó una discusión con su padre porque éste le achacaba que no estudiaba ni tampoco trabajaba lo suficiente.
Posteriormente, su padre le encadenó a la pata de la cama, y así permaneció durante tres días, hasta que el joven consiguió alertar de su situación a la Policía Nacional el pasado lunes a través de un teléfono móvil.
Tras la llamada agentes policiales acudieron rápidamente a la vivienda y liberaron al joven, que presentaba distintas lesiones y contusiones en varias partes de su cuerpo.
El joven, que presentó a continuación una denuncia contra su progenitor, aseguró que los malos tratos eran algo habitual en la familia, pero que no había presentado antes una denuncia por desconocimiento de cómo debía realizarse.
Después de que tanto él como su madre ratificasen la denuncia en la Comisaría, el titular del juzgado número tres de San Fernando decretó prisión preventiva para L.A.C., de 42 años, que ingresó en el centro penitenciario de Puerto II en El Puerto de Santa María.
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