Cris_htw
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¡Que es lo que está pasando en Cataluña!
Me gustaría que en este foro se opinara, desde el respeto y la libertad democrática, sobre un tema que comienza a ser preocupante, al menos para muchos ciudadanos catalanes que observamos como los movimientos violentos que acaecen con alarmante normalidad en el País Vasco, se van adoptando aquí cada vez con más fuerza.
No me ha preocupado nunca excesivamente, el hecho de que se celebraran semanalmente reivindicaciones catalanistas por las ciudades, pueblos, barrios en los que sin duda existe un arraigo a una cultura, una lengua, una historia propia. Reconozco que tampoco me alarmé cuando recibía octavillas, de amenazante impresión política y delirio por un nacionalismo excluyente. No me dio por reflexionar cuando en un colegio público me educaban en una lengua distinta a la materna y no existía otra opción salvo la enseñanza privada. No me sentí amenazada al leer que se multaba a un empresario por no tener el rótulo de su tienda en catalán. Como no me sorprendió el hecho de que reclamaran el uso de su idioma en los Tribunales de Justicia como ya se obliga en el País Vasco.
Podría seguir enumerando muchas de estas situaciones que acontecen en la vida de los catalanes y que pueden llegar a ser, si cruzan la línea del derecho, repulsivas manifestaciones de violentos y descerebrados.
El tema lo saco a tenor de los últimos acontecimientos, sucedidos en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona donde un profesor tuvo que suspender su clase debido a que sus explicaciones fueron interrumpidas violentamente por ocho jóvenes encapuchados. Poco más tarde, al llegar a su despacho, pudo comprobar, además, cómo le habían atrancado la puerta, taponado la cerradura y ensuciado las paredes con pintadas insultantes entre las que destacaba un amenazante: "Fòra de Catalunya!" Es preocupante saber que esto no es un caso aislado, y que ya han sido víctimas otros profesores y personas relevantes en la vida política de Cataluña.
A continuación, añado parte de un artículo que comenta un poco los por qué de estos actos:
“¿Por qué los ocho encapuchados escogieron a Francisco Caja como víctima? El motivo es muy simple. Caja había actuado como abogado en el recurso que la asociación Convivencia Cívica Catalana interpuso contra una resolución del Departament de Ensenyament, de fecha 29 de mayo del 2000. Este recurso ha dado origen a una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, de fecha de 14 de septiembre pasado, con un veredicto favorable a los argumentos aportados por dicha asociación. El quid de la cuestión está en la materia sobre la que versa la sentencia: la política lingüística. Ello, naturalmente, no justifica pero sí explica, dadas las limitaciones de la vida democrática en Catalunya, tanto la agresión como el silencio subsiguiente.
¿Se imaginan lo que hubiera ocurrido en Catalunya si ocho encapuchados hubieran agredido violentamente a un profesor de universidad por defender la política lingüística de la Generalitat? No se lo explico porque no hace falta: lo saben perfectamente. Pero si en Catalunya una asociación crítica con esa política interpone un recurso ante los tribunales, es decir, ejercita uno de los instrumentos esenciales de un Estado de derecho, espera pacientemente cuatro años a que la sentencia se dicte y, al fin, los jueces le dan la razón, no solamente las personas que la representan resultan agredidos, sino que tanto los poderes públicos como la sociedad guardan un pudoroso silencio, probablemente porque temen ser considerados como anticatalanes por aquellos que se han autootorgado el monopolio de las esencias patrias que, en definitiva, no es otra cosa que tener el poder difuso de controlar ciertas ideas.”
(Fuente: La Vanguardia, Francesc de Carreras - 04/11/2004)
Ayer viernes 12 de noviembre, se celebró un acto para apoyar a dicho profesor, al cual no solo asistieron Josefina Albert, Francisco Caja, Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Carlos Martínez Gorriarán, Gotzone Mora, Nicolás Redondo Terreros, Eduardo Uriarte, Iván Tubau y Aleix Vidral-Quadras sino que como no se excluía a nadie, también intervinieron fugazmente a gritos una pandilla de jóvenes que nos tachaban a todos de “fascistas”.
Es vergonzoso que a estos actos no se les de la publicidad que merecen y que para poder ser celebrados con normalidad tengan que estar presentes agentes de seguridad y que determinados profesores tengan que ir escoltados.
¿Por qué tiene que ser humillante sentir una bandera, un país, un idioma?... Estoy francamente harta de que ciertas opiniones sean tildadas de “fachas” y que con ello nos intimiden y avergüencen por ser reivindicativos con nuestras propias ideas. ¿Qué tiene de malo ser español? ¿Qué tiene de malo querer hablar español, en territorio español y con la misma garantía que el catalán? ¡No son las dos lenguas oficiales en Cataluña! ¿Pq tienen menos derechos los estudiantes, de Burgos o Salamanca, que vienen a estudiar aquí?
Desde aquí me manifiesto en contra de todos los actos que coaccionan la libertad de expresión y opinión personal, que ya se convierte en algo habitual para los que no se pliegan a los objetivos nacionalistas.
:nono:
No me ha preocupado nunca excesivamente, el hecho de que se celebraran semanalmente reivindicaciones catalanistas por las ciudades, pueblos, barrios en los que sin duda existe un arraigo a una cultura, una lengua, una historia propia. Reconozco que tampoco me alarmé cuando recibía octavillas, de amenazante impresión política y delirio por un nacionalismo excluyente. No me dio por reflexionar cuando en un colegio público me educaban en una lengua distinta a la materna y no existía otra opción salvo la enseñanza privada. No me sentí amenazada al leer que se multaba a un empresario por no tener el rótulo de su tienda en catalán. Como no me sorprendió el hecho de que reclamaran el uso de su idioma en los Tribunales de Justicia como ya se obliga en el País Vasco.
Podría seguir enumerando muchas de estas situaciones que acontecen en la vida de los catalanes y que pueden llegar a ser, si cruzan la línea del derecho, repulsivas manifestaciones de violentos y descerebrados.
El tema lo saco a tenor de los últimos acontecimientos, sucedidos en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona donde un profesor tuvo que suspender su clase debido a que sus explicaciones fueron interrumpidas violentamente por ocho jóvenes encapuchados. Poco más tarde, al llegar a su despacho, pudo comprobar, además, cómo le habían atrancado la puerta, taponado la cerradura y ensuciado las paredes con pintadas insultantes entre las que destacaba un amenazante: "Fòra de Catalunya!" Es preocupante saber que esto no es un caso aislado, y que ya han sido víctimas otros profesores y personas relevantes en la vida política de Cataluña.
A continuación, añado parte de un artículo que comenta un poco los por qué de estos actos:
“¿Por qué los ocho encapuchados escogieron a Francisco Caja como víctima? El motivo es muy simple. Caja había actuado como abogado en el recurso que la asociación Convivencia Cívica Catalana interpuso contra una resolución del Departament de Ensenyament, de fecha 29 de mayo del 2000. Este recurso ha dado origen a una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, de fecha de 14 de septiembre pasado, con un veredicto favorable a los argumentos aportados por dicha asociación. El quid de la cuestión está en la materia sobre la que versa la sentencia: la política lingüística. Ello, naturalmente, no justifica pero sí explica, dadas las limitaciones de la vida democrática en Catalunya, tanto la agresión como el silencio subsiguiente.
¿Se imaginan lo que hubiera ocurrido en Catalunya si ocho encapuchados hubieran agredido violentamente a un profesor de universidad por defender la política lingüística de la Generalitat? No se lo explico porque no hace falta: lo saben perfectamente. Pero si en Catalunya una asociación crítica con esa política interpone un recurso ante los tribunales, es decir, ejercita uno de los instrumentos esenciales de un Estado de derecho, espera pacientemente cuatro años a que la sentencia se dicte y, al fin, los jueces le dan la razón, no solamente las personas que la representan resultan agredidos, sino que tanto los poderes públicos como la sociedad guardan un pudoroso silencio, probablemente porque temen ser considerados como anticatalanes por aquellos que se han autootorgado el monopolio de las esencias patrias que, en definitiva, no es otra cosa que tener el poder difuso de controlar ciertas ideas.”
(Fuente: La Vanguardia, Francesc de Carreras - 04/11/2004)
Ayer viernes 12 de noviembre, se celebró un acto para apoyar a dicho profesor, al cual no solo asistieron Josefina Albert, Francisco Caja, Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Carlos Martínez Gorriarán, Gotzone Mora, Nicolás Redondo Terreros, Eduardo Uriarte, Iván Tubau y Aleix Vidral-Quadras sino que como no se excluía a nadie, también intervinieron fugazmente a gritos una pandilla de jóvenes que nos tachaban a todos de “fascistas”.
Es vergonzoso que a estos actos no se les de la publicidad que merecen y que para poder ser celebrados con normalidad tengan que estar presentes agentes de seguridad y que determinados profesores tengan que ir escoltados.
¿Por qué tiene que ser humillante sentir una bandera, un país, un idioma?... Estoy francamente harta de que ciertas opiniones sean tildadas de “fachas” y que con ello nos intimiden y avergüencen por ser reivindicativos con nuestras propias ideas. ¿Qué tiene de malo ser español? ¿Qué tiene de malo querer hablar español, en territorio español y con la misma garantía que el catalán? ¡No son las dos lenguas oficiales en Cataluña! ¿Pq tienen menos derechos los estudiantes, de Burgos o Salamanca, que vienen a estudiar aquí?
Desde aquí me manifiesto en contra de todos los actos que coaccionan la libertad de expresión y opinión personal, que ya se convierte en algo habitual para los que no se pliegan a los objetivos nacionalistas.
:nono:
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