Los términos optimismo y pesimismo describen el modo en que las personas interpretan las cosas buenas y malas que les suceden.
Los pesimistas creen que probablemente no resolverán nunca sus problemas, y suponen que sus problemas son consecuencia de sus propios actos y que tienen por imposibles de cambiar.
Los optimistas creen que sus problemas son temporales y que se deben a la mala suerte o a circunstancias incontrolables. Los optimistas creen que sus problemas se resolverán con el paso del tiempo, o que ellos mismos resolverán sus problemas. Cuando los optimistas advierten que ellos mismos tienen defectos o faltas, suponen que son capaces de mejorarse a sí mismos.
Es importante comprender que desear lo que se tiene es una filosofía esencialmente optimista. La aceptación puede ser optimista o pesimista.
Ni el optimismo ni el pesimismo tienen nada que ver con la inteligencia ni con el sentido común. Ambos son estilos explicativos que pueden ser utilizados por todos en general.
Los pesimistas creen que probablemente no resolverán nunca sus problemas, y suponen que sus problemas son consecuencia de sus propios actos y que tienen por imposibles de cambiar.
Los optimistas creen que sus problemas son temporales y que se deben a la mala suerte o a circunstancias incontrolables. Los optimistas creen que sus problemas se resolverán con el paso del tiempo, o que ellos mismos resolverán sus problemas. Cuando los optimistas advierten que ellos mismos tienen defectos o faltas, suponen que son capaces de mejorarse a sí mismos.
Es importante comprender que desear lo que se tiene es una filosofía esencialmente optimista. La aceptación puede ser optimista o pesimista.
Ni el optimismo ni el pesimismo tienen nada que ver con la inteligencia ni con el sentido común. Ambos son estilos explicativos que pueden ser utilizados por todos en general.