Desde que el proceso comenzó en la localidad de Santa María, en enero, el llamado "rey del pop" no ha repetido un solo traje
EFE
El Universal online
Los Angeles, EU
Miércoles 20 de abril de 2005
javascript:abrir('http://www.eluniv.../detalles_correo.notas?p_id',279131,'notas'); http://www.eluniversal.com.mx/pls/impreso/version_imprimir?id_nota=279131&tabla=notas http://publicidad.eluniversal.com.m...-300-250.gif/63306138303232343432333635656230
13:26 El juicio contra Michael Jackson, acusado de pederastia, tiene poco de habitual. Ni tan siquiera en el vestir, donde el acusado, lejos de comparecer elegante y discreto, sorprende cada día con un nuevo estilo.
Desde que el proceso comenzó en la tranquila localidad de Santa María (California), en enero, el llamado "rey del pop" no ha repetido un solo traje.
Modelos en blanco, negro, azul marino, turquesa, grana o incluso malva han coloreado su paso diario por el tribunal. La fiscalía ha anunciado su intención de concluir su parte del proceso para finales de la próxima semana, cuando comenzará el turno de la defensa en un juicio que fácilmente se puede prolongar hasta junio.
Un largo proceso para el que Jackson necesita un amplio vestuario que diariamente tiene en común el mismo elemento: estrambótico hasta el punto de lo indefendible o, en el mejor de los casos, nada discreto.
Como reconocen los expertos en juicios, una opinión corroborada por el sentido común, a la hora de comparecer en un proceso al acusado le conviene ofrecer una imagen discreta y respetable.
La meta es la de no llamar la atención para evitar que los miembros del jurado se tomen la apariencia del acusado como una falta de respeto a la seriedad de los cargos.
Jackson, de 46 años, está acusado de un total de diez cargos criminales, cuatro de ellos referentes a supuestos abusos sexuales contra un menor de trece años convaleciente de cáncer.
La sentencia, de ser declarado culpable, tampoco es motivo de broma, ya que puede implicar hasta 20 años de cárcel para el cantante.
Aún así, su estilo en el vestir sigue siendo la sorpresa diaria en este juicio, al que llegó a asistir con sus ya famosos pantalones del pijama azules, eso sí, conjuntado con una chaqueta.
"Hay que recordar que Michael Jackson no está acostumbrado a comparecer ante el público diariamente", le disculpó un allegado al cantante.
El intérprete de "Bad" o "Thriller", que durante años asombró a su público con un estilo en el vestir tan llamativo como su música, se ha tomado sus comparecencias jurídicas como un escenario más.
Para ello cuenta con el asesoramiento de Michael Bush, durante años su encargado de vestuario, y del modisto de Chicago Willie Scott, quien trabajó con anterioridad con Prince o Louis Farrakhan, líder de la organización radical negra Nación del Islam.
Según su portavoz, Jackson se levanta diariamente a las 04.00 de la madrugada para prepararse para el juicio.
A excepción del día del pijama, en el que supuestamente llegó desde el hospital al que acudió tras una caída, su indumentaria siempre incluye un traje.
Sin embargo, el estilo ha variado a lo largo de las semanas del conjunto blanco de los primeros días, con su familia también de blanco como para subrayar su inocencia, al colorido estilo de las últimas semanas, más similar al del estrambótico músico Librace o a un capitán de barco a punto de surcar el Pacífico en su yate.
Además, están los complementos. Siempre va ataviado con brazaletes en tonos por lo general dorados, que se coordinan con los brocados del chaleco y que Jackson describió como un detalle de moda sin más significado que el de crear tendencias.
O esas medallas militares que luce en ocasiones y que al parecer no tienen ninguna relación con su historia personal o la de su familia, más allá de un abalorio para su indumentaria comprado en el Reino Unido.
Son detalles peligrosos, como aprendió la empresaria y decoradora Martha Stewart, la "reina del hogar", cuando se presentó a su juicio por conspiración y obstrucción de la justicia luciendo un bolso Hermes Birkin valorado en varios miles de dólares. En el caso de ese otro juicio a un famoso, el veredicto fue de culpabilidad
EFE
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Miércoles 20 de abril de 2005
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13:26 El juicio contra Michael Jackson, acusado de pederastia, tiene poco de habitual. Ni tan siquiera en el vestir, donde el acusado, lejos de comparecer elegante y discreto, sorprende cada día con un nuevo estilo.
Desde que el proceso comenzó en la tranquila localidad de Santa María (California), en enero, el llamado "rey del pop" no ha repetido un solo traje.
Modelos en blanco, negro, azul marino, turquesa, grana o incluso malva han coloreado su paso diario por el tribunal. La fiscalía ha anunciado su intención de concluir su parte del proceso para finales de la próxima semana, cuando comenzará el turno de la defensa en un juicio que fácilmente se puede prolongar hasta junio.
Un largo proceso para el que Jackson necesita un amplio vestuario que diariamente tiene en común el mismo elemento: estrambótico hasta el punto de lo indefendible o, en el mejor de los casos, nada discreto.
Como reconocen los expertos en juicios, una opinión corroborada por el sentido común, a la hora de comparecer en un proceso al acusado le conviene ofrecer una imagen discreta y respetable.
La meta es la de no llamar la atención para evitar que los miembros del jurado se tomen la apariencia del acusado como una falta de respeto a la seriedad de los cargos.
Jackson, de 46 años, está acusado de un total de diez cargos criminales, cuatro de ellos referentes a supuestos abusos sexuales contra un menor de trece años convaleciente de cáncer.
La sentencia, de ser declarado culpable, tampoco es motivo de broma, ya que puede implicar hasta 20 años de cárcel para el cantante.
Aún así, su estilo en el vestir sigue siendo la sorpresa diaria en este juicio, al que llegó a asistir con sus ya famosos pantalones del pijama azules, eso sí, conjuntado con una chaqueta.
"Hay que recordar que Michael Jackson no está acostumbrado a comparecer ante el público diariamente", le disculpó un allegado al cantante.
El intérprete de "Bad" o "Thriller", que durante años asombró a su público con un estilo en el vestir tan llamativo como su música, se ha tomado sus comparecencias jurídicas como un escenario más.
Para ello cuenta con el asesoramiento de Michael Bush, durante años su encargado de vestuario, y del modisto de Chicago Willie Scott, quien trabajó con anterioridad con Prince o Louis Farrakhan, líder de la organización radical negra Nación del Islam.
Según su portavoz, Jackson se levanta diariamente a las 04.00 de la madrugada para prepararse para el juicio.
A excepción del día del pijama, en el que supuestamente llegó desde el hospital al que acudió tras una caída, su indumentaria siempre incluye un traje.
Sin embargo, el estilo ha variado a lo largo de las semanas del conjunto blanco de los primeros días, con su familia también de blanco como para subrayar su inocencia, al colorido estilo de las últimas semanas, más similar al del estrambótico músico Librace o a un capitán de barco a punto de surcar el Pacífico en su yate.
Además, están los complementos. Siempre va ataviado con brazaletes en tonos por lo general dorados, que se coordinan con los brocados del chaleco y que Jackson describió como un detalle de moda sin más significado que el de crear tendencias.
O esas medallas militares que luce en ocasiones y que al parecer no tienen ninguna relación con su historia personal o la de su familia, más allá de un abalorio para su indumentaria comprado en el Reino Unido.
Son detalles peligrosos, como aprendió la empresaria y decoradora Martha Stewart, la "reina del hogar", cuando se presentó a su juicio por conspiración y obstrucción de la justicia luciendo un bolso Hermes Birkin valorado en varios miles de dólares. En el caso de ese otro juicio a un famoso, el veredicto fue de culpabilidad
