• Cambios en el aspecto y funcionamiento del foro. Ver detalles

Fallecen madres abrazadas a sus hijos - Guerra Irán-Líbano -

Beirut, Líbano (31 julio 2006).- Las mujeres se abrazaron a sus hijos para protegerlos de la muerte, pero este último e inútil escudo no bastó en el refugio de Cana, una localidad que ya había sufrido hace 10 años un bombardeo israelí que mató a un centenar de civiles.

Las madres, vestidas con pantalones de flores, yacían en el suelo, con los ojos aterrorizados, estrechando hasta ahogarlos a sus hijos para salvarlos.

Del edificio situado en la falda de una colina recientemente terminado, ya sólo queda un tercer piso que se sostiene en un equilibrio precario.

El propietario, un cultivador de tabaco llamado Abbas Hachem, construyó un sótano en el edificio, donde se habían refugiado vecinos y una decena de minusválidos mentales y físicos. Sesenta y tres personas, entre ellas 34 niños, afirmó Fares Attiyah, encargado del abastecimiento del refugio.

"Vi a mujeres en posición fetal, pegadas a la pared, pensando que el tabique las protegería, cuando en realidad ocurrió lo contrario. Su elección fue fatal, los tabiques se derrumbaron encima de ellas", cuenta entre sollozos Naim Rakka, responsable del equipo de Defensa Civil enviado al lugar.

Según relata, hubo una primera bomba y luego una implosión que destruyó el edificio.

Los socorristas trabajaban con sus manos para sacar de debajo de las ruinas los cadáveres cubiertos de polvo. Extraían niños en pijama y los cubrían con una manta antes de transportarlos a una casa.

"Hubo un primer bombardeo y algunas personas salieron del edificio. Varios minutos después, un segundo bombardeo lo convirtió en ruinas. Había 63 personas en su interior de las familias Shalhub y Hashem", contó Ghazi Aidibi.

"Después del bombardeo, había polvo por todas partes. No se veía nada. Logré salir con dos niñas y todo se derrumbó. Hay varios miembros de mi familia dentro y creo que no hay supervivientes", declaró conmocionado por lo sucedido Ibrahim Shalhub, de 26 años.

"El bombardeo fue tan intenso que nadie se podía mover. Las tareas de salvamento no comenzaron hasta esta mañana", agregó este hombre, uno de los escasos supervivientes.

"Saqué a mi hijo y a mi marido, Mohammad Shalhub, un parapléjico de 35 años, y lo dejé en un edificio porque ya no lo podía cargar. Pero cuando fui a sacar a mi hija, que se había quedado en el refugio, ya era demasiado tarde, el edificio se había hundido", explicó por su parte Rabab.

Algunos vecinos daban rienda suelta a su ira contra los estadounidenses.

"Bush bebe su whisky y cuenta los muertos", gritaba histérico un habitante que perdió a varios familiares. Otros trataban a los israelíes de "asesinos".

Mientras continuaban las tareas de rescate en la localidad, donde varias decenas de casas estaban destruidas, la aviación israelí seguía sus bombardeos en los alrededores de Cana.

Cana ya fue el escenario de un sangriento bombardeo israelí durante la operación "Uvas de la Ira" el 18 de abril de 1996, en el que murieron 105 civiles que se habían refugiado en un puesto de la ONU y otros 300 resultaron heridos.

Fuente: El Norte

Qué duro, me duele ver tódo ésto. Como decia Einstein: "Hay dos cosas infinitas en este mundo: el universo y la estupidez humana, aunque dudo que la primera sea infinita".
 
Pero a esos niños y a los observadores de la ONU los han asesinado para defenderse del terrorismo. Lo que pasa es que les falla un poco la puntería, pero nada mas.
 
Las madres debían ser terroristas y los niños bombas camufladas...Israel hace bien en defenderse de amenazas tan importantes como madres abrazadas a niños.

Ahora entiendo a los visionarios que en este país han dado el visto bueno a la "intervención" de Israel, sin duda, son personas muy inteligentes.;)
 
Esta es la ÚNICA y auténtica verdad de la guerra.

Esto es lo que se nos suele olvidar (a todos) cuando nos centramos en estadísticas de muertos diarios y mensuales o nos ponemos a discutir sobre lo oportuna o inoportuna que es la decisión política de apoyar o no una guerra, de iniciarla o defenderse de ella...

Cuando uno lee estas historias de gente concreta que sufre y muere horriblemente, cualquier "argumento" que tenga que ver con la política, la economía (léase petróleo) o la geoestrategia producen náuseas. Todos los que participan en una guerra, desde el máximo dirigente de un país hasta el último soldado "de a pie", están ciegos y podridos por dentro.
 
Última edición:
Atrás
Arriba