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Por Alastair Macdonald
BAGDAD/FALUYA (Reuters) - En medio de protestas de miembros del Consejo de Gobierno de Irak, un general de Estados Unidos dijo el jueves que no veía necesidad de pedir disculpas por el ataque donde murieron unas 40 personas que, según testigos, eran civiles que estaban celebrando una boda.
"¿Cuánta gente va al desierto, a 16 kilómetros de la frontera con Siria, para celebrar una boda a 130 kilómetros del punto más cercano de civilización?," dijo a reporteros en Faluya el general James Mattis, comandante de la Primera División de Marines.
"Había más de una decena de hombres en edad militar. No seamos inocentes," agregó.
Cuando reporteros le preguntaron sobre el testimonio de testigos y un cortometraje de la cadena de televisión árabe Al Arabiya sobre el entierro de cadáveres, entre ellos el de un niño, muertos durante el ataque, Mattis contestó: "No he visto las imágenes, pero durante la guerra ocurren cosas malas. No tengo que pedir disculpas por la conducta de mis hombres."
Un miembro del Consejo de Gobierno dijo que le resultaba difícil creer la versión estadounidense de los hechos.
"Su historia no parece convincente," dijo Mahmoud Othman a Reuters. "Creo que se han equivocado."
Los informes sobre la muerte de civiles y las imágenes de niños muertos transmitidas por la televisión árabe constituyen un nuevo revés para la misión estadounidense en Irak, ya perjudicada por el escándalo sobre las fotos donde aparecen soldados estadounidenses vejando a prisioneros iraquíes.
No obstante, tanto líderes iraquíes como aliados estadounidenses consideran que una rápida retirada del ejército norteamericano de Irak podría desatar peores derramamientos de sangre.
La impaciencia con la ocupación parece estar creciendo no sólo entre los iraquíes, sino también entre los aliados de Estados Unidos y entre el pueblo norteamericano, que expresará su opinión con su voto en las elecciones presidenciales de noviembre.
Por su parte, el político iraquí Ahmad Chalabi, miembro del Consejo de Gobierno de Irak, lanzó un fuerte ataque verbal contra las fuerzas estadounidenses y el comandante de la policía, nombrado por Estados Unidos, después de que soldados norteamericanos y efectivos policiales iraquíes registraron su casa y su oficina el jueves.
Ya es hora de que las tropas de ocupación de Estados Unidos se marchen de Irak, dijo Chalabi, quien a principios de esta semana perdió el apoyo económico estadounidense para su partido político.
"Invadieron el hogar de un miembro del Consejo de Gobierno pocos días después de la muerte del presidente del Consejo de Gobierno debido a una explosión en un punto de control," dijo Chalabi en una conferencia de prensa.
BODA EN UN REFUGIO
Cuando se le preguntó sobre el ataque del miércoles, el general de brigada Mark Kimmitt dijo a Reuters que habían atacado "un presunto refugio de combatientes extranjeros," a 25 kilómetros de la frontera con Siria.
Sin embargo, testigos dijeron a televisión Al Arabiya que el ataque se realizó en la aldea de Makr al-Deeb contra invitados a una boda y que al menos 41 personas habían muerto.
Según la televisión árabe, un residente del lugar dijo que no hubo tiros al aire durante la boda, una costumbre musulmana durante este tipo de celebraciones, que ha causado problemas tanto en Irak como en Afganistán.
"Fuimos atacados y respondimos al ataque," dijo Kimmitt.
"Calculamos que unos 40 murieron. Sin embargo, operamos dentro de las reglas de combate," añadió.
El residente local Sabri Mujlis dijo a Reuters que había trasladado los cadáveres de ocho personas a la capital de la región, Ramadi, y que había visto otros 35 cuerpos a un costado de la carretera de personas que, según él, habían perdido la vida durante un ataque aéreo de fuerzas estadounidenses.
"Los mataron después de la boda," agregó.
Un primo de Hussein al-Ali, un cantante de bodas muy conocido localmente, y su hermano Mohaned, un músico, dijo a Reuters que este había muerto después de actuar en la celebración.
Según militares estadounidenses, el desierto occidental iraquí, donde es común el contrabando, se ha convertido en una ruta de combatientes extranjeros, incluidos militantes de la red Al Qaeda, para penetrar en Irak procedentes de Siria.
Un comunicado del ejército estadounidense dijo que sus tropas hallaron en el lugar armas, dinero iraquí y sirio, pasaportes extranjeros y un teléfono celular.
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