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Esta es la noticia con la que nos hemos levantado hoy en Gijón. No tengo palabras...
GIJÓN
Un niño de seis años muere degollado por un perturbado en el parque de Isabel La Católica
El homicida rajó al menor con un cuchillo cuando miraba los pájaros del recinto a escasos metros de su madre «Lo maté por mandato divino», dijo Ramón del Barrio tras su detención
R. L. / A. V. / O. E/GIJÓN
Un niño gijonés de seis años, Borja Solar, murió alrededor de las siete y media de la tarde de ayer desangrado en el parque Isabel La Católica. El pequeño fue degollado por un extraño, cuando contemplaba una jaula llena de pájaros exóticos en compañía de su madre. El homicida, Ramón del Barrio López, se acercó a la víctima por la espalda, sacó un cuchillo de grandes dimensiones, y cortó el cuello al niño. Según diversas fuentes, está en tratamiento psiquiátrico desde hace tiempo, pero carece de antecedentes penales. En 1999 intentó suicidarse tirándose desde un quinto piso.
«De repente oí gritar a unos niños, me acerqué a ellos y ví al asesino con el cuchillo ensangrentado», relató a la Policía un testigo presencial, todavía conmocionado, que en el momento de los hechos paseaba con su mujer y su hijo pequeño por el parque.
«¿Qué he hecho!»
El testigo increpó al homicida, que al ser reprendido señaló a voces: «¿Qué he hecho! ¿Qué he hecho!». Acto seguido, «tiró el cuchillo, le dio una patada y se ausentó» de la escena del crimen tranquilamente, sin correr.
A los pocos minutos, fue detenido por un agente del Parque Infantil de Tráfico y por el guarda del recinto de Isabel La Católica, que le dieron el alto el la zona conocida como el 'kilometrín', junto al paseo del río Piles y muy cerca del lugar donde mató al pequeño. Un coche patrulla le trasladó a la Comisaría de El Natahoyo, donde quedó detenido.
Ramón del Barrio López, de 33 años, natural de Mieres y vecino del barrio de El Coto, confesó a los agentes que actuado «por mandato divino». Eligió a su víctima «al azar»: en ese momento había un buen número de críos mirando los pájaros del parque.
Entretanto, la madre de Borja Solar intentaba sin éxito recuperar a su hijo, que se desangraba por momentos, tapándole el enorme corte que tenía en el cuello. Las asistencias sanitarias se desplazaron rápidamente al lugar de los hechos, pero no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño, que murió en presencia de su madre y de un gran número de familias que pasaban la tarde en el parque Isabel La Católica.
Hijo y nieto único
La terrible noticia corrió como la pólvora. La abuela del niño -hijo y nieto único- se presentó muy pronto en el recinto. Ni ella ni la madre podían creerse lo que había sucedido y entraron en estado de 'shock' nervioso. Médicos del centro de salud que hay enfrente de la zona de juegos se desplazaron inmediatamente a la zona del suceso y facilitaron un calmante a las dos mujeres, que fueron desplazadas fuera del lugar de la muerte para evitar males mayores.
En los minutos posteriores a la tragedia fueron llegando otros familiares, primero el padre y unos tíos y tías y, luego, el abuelo. El padre mantuvo en todo momento una entereza increíble. De hecho, escuchó el relato del suceso por boca del principal testigo, junto al lugar en que murió el niño. Estaba muy serio, como si no acabase de creérselo, mientras que el resto de los familiares lloraban desesperadamente.
«¿No tiene sentido!»
Las tías del pequeño estaban absolutamente destrozadas y se abrazaban tiradas en el césped. Sus lamentos se oían incluso a varios metros de distancia. Gritaban «¿Dios mío, por qué!» y «¿No tiene sentido!». Decenas de personas se arremolinaron alrededor de la escena del crimen en las dos horas y media posteriores a la muerte, hasta que el juez levantó el cadáver y la funeraria se lo llevó del parque. Hasta esa hora, el pequeño cuerpo del niño permaneció tapado con una sábana ensangrentada y con dos bolsas de suero clavadas en los brazos.
Dos personas que curioseaban en la zona tuvieron que ser atendidas por los efectivos sanitarios, al desmayarse por la impresión que les produjo el suceso.
Además de una UVI móvil, se presentaron en el lugar agentes de la Policía Local, Bomberos y Cuerpo Nacional de Policía.
El Grupo de Homicidios de la Comisaría de Gijón se hará cargo de la investigación, aunque parece que ésta no se alargará demasiado, ya el móvil del crimen está bastante claro.
Borja Solar vivía con sus padres en la parroquia de Deva.
(El Comercio Digital)
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GIJÓN
Un niño de seis años muere degollado por un perturbado en el parque de Isabel La Católica
El homicida rajó al menor con un cuchillo cuando miraba los pájaros del recinto a escasos metros de su madre «Lo maté por mandato divino», dijo Ramón del Barrio tras su detención
R. L. / A. V. / O. E/GIJÓN
Un niño gijonés de seis años, Borja Solar, murió alrededor de las siete y media de la tarde de ayer desangrado en el parque Isabel La Católica. El pequeño fue degollado por un extraño, cuando contemplaba una jaula llena de pájaros exóticos en compañía de su madre. El homicida, Ramón del Barrio López, se acercó a la víctima por la espalda, sacó un cuchillo de grandes dimensiones, y cortó el cuello al niño. Según diversas fuentes, está en tratamiento psiquiátrico desde hace tiempo, pero carece de antecedentes penales. En 1999 intentó suicidarse tirándose desde un quinto piso.
«De repente oí gritar a unos niños, me acerqué a ellos y ví al asesino con el cuchillo ensangrentado», relató a la Policía un testigo presencial, todavía conmocionado, que en el momento de los hechos paseaba con su mujer y su hijo pequeño por el parque.
«¿Qué he hecho!»
El testigo increpó al homicida, que al ser reprendido señaló a voces: «¿Qué he hecho! ¿Qué he hecho!». Acto seguido, «tiró el cuchillo, le dio una patada y se ausentó» de la escena del crimen tranquilamente, sin correr.
A los pocos minutos, fue detenido por un agente del Parque Infantil de Tráfico y por el guarda del recinto de Isabel La Católica, que le dieron el alto el la zona conocida como el 'kilometrín', junto al paseo del río Piles y muy cerca del lugar donde mató al pequeño. Un coche patrulla le trasladó a la Comisaría de El Natahoyo, donde quedó detenido.
Ramón del Barrio López, de 33 años, natural de Mieres y vecino del barrio de El Coto, confesó a los agentes que actuado «por mandato divino». Eligió a su víctima «al azar»: en ese momento había un buen número de críos mirando los pájaros del parque.
Entretanto, la madre de Borja Solar intentaba sin éxito recuperar a su hijo, que se desangraba por momentos, tapándole el enorme corte que tenía en el cuello. Las asistencias sanitarias se desplazaron rápidamente al lugar de los hechos, pero no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño, que murió en presencia de su madre y de un gran número de familias que pasaban la tarde en el parque Isabel La Católica.
Hijo y nieto único
La terrible noticia corrió como la pólvora. La abuela del niño -hijo y nieto único- se presentó muy pronto en el recinto. Ni ella ni la madre podían creerse lo que había sucedido y entraron en estado de 'shock' nervioso. Médicos del centro de salud que hay enfrente de la zona de juegos se desplazaron inmediatamente a la zona del suceso y facilitaron un calmante a las dos mujeres, que fueron desplazadas fuera del lugar de la muerte para evitar males mayores.
En los minutos posteriores a la tragedia fueron llegando otros familiares, primero el padre y unos tíos y tías y, luego, el abuelo. El padre mantuvo en todo momento una entereza increíble. De hecho, escuchó el relato del suceso por boca del principal testigo, junto al lugar en que murió el niño. Estaba muy serio, como si no acabase de creérselo, mientras que el resto de los familiares lloraban desesperadamente.
«¿No tiene sentido!»
Las tías del pequeño estaban absolutamente destrozadas y se abrazaban tiradas en el césped. Sus lamentos se oían incluso a varios metros de distancia. Gritaban «¿Dios mío, por qué!» y «¿No tiene sentido!». Decenas de personas se arremolinaron alrededor de la escena del crimen en las dos horas y media posteriores a la muerte, hasta que el juez levantó el cadáver y la funeraria se lo llevó del parque. Hasta esa hora, el pequeño cuerpo del niño permaneció tapado con una sábana ensangrentada y con dos bolsas de suero clavadas en los brazos.
Dos personas que curioseaban en la zona tuvieron que ser atendidas por los efectivos sanitarios, al desmayarse por la impresión que les produjo el suceso.
Además de una UVI móvil, se presentaron en el lugar agentes de la Policía Local, Bomberos y Cuerpo Nacional de Policía.
El Grupo de Homicidios de la Comisaría de Gijón se hará cargo de la investigación, aunque parece que ésta no se alargará demasiado, ya el móvil del crimen está bastante claro.
Borja Solar vivía con sus padres en la parroquia de Deva.
(El Comercio Digital)