*GREENPEACE COMPRA UN CARGAMENTO DE MADERA ILEGAL EN BRASIL PARA DEMOSTRAR LA FALTA DE CONTROL SOBRE LA ACTIVIDAD MADERERA EN LA AMAZONIA*
Greenpeace ha llevado a cabo una investigación para averiguar y exponer cómo se realiza la compra-venta de madera ilegal procedente de la Amazonia. La organización ha comprado un cargamento de madera tropical El cargamento comprado por Greenpeace se compone de 29 metros cúbicos de madera tropical extraídos en selvas cercanas a los municipios de Cujubim y Machadinho D`oeste, al nordeste de Rondônia. La mayor parte de estas áreas está siendo deforestada para convertirla en pastizales para ganado. Los troncos fueron aserrados en la Serraria Fortaleza, en Cujubim (Rondônia). Un intermediario del municipio de Ariquemes (Rondônia) vendió a Greenpeace la nota fiscal y el permiso de transporte de madera (ATPF), que son los documentos legales necesarios para transportar la madera. Gracias a estos documentos el cargamento ilegal pudo ser transportado hasta la ciudad de Sao Paulo. Así, la madera ilegal ha recorrido más de 3.000 kilómetros de carreteras federales y del estado de Brasil, ha atravesado tres estados diferentes y dos puestos de control del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) (Trevo de Vilhena, en Rondônia, e Trevo do Lagarto, en Mato Grosso). La carga llegó a São Paulo el pasado 6 de diciembre.
"Este cargamento de madera ilegal jamás podría ser identificado por las autoridades ya que lleva documentos legales"- ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de Bosques de Greenpeace.- "Nuestra acción muestra que además de actividades criminales clásicas, como la falsificación de documentos, existe un hecho aún más grave, el uso de documentos oficiales para "lavar" actividades ilegales".
Greenpeace España denunció a finales del mes de octubre que las obras de ampliación del Museo Reina Sofía habían utilizado madera amazónica procedente de empresas implicadas en la tala, transporte y procesamiento de madera ilegal en el Estado de Pará, en la Amazonia brasileña. Pese a que el Museo poseía permisos de exportación e importación de la madera, Greenpeace demostró que las empresas vendedoras de la madera habían sido multadas reiteradamente por carecer de la debida documentación de la madera transportada y procesada en sus serrerías.
"Todavía hoy estamos esperando que el Museo Reina Sofía o el Ministerio de Cultura digan públicamente que no permitirán que madera ilegal sea utilizada en obras de construcción, ampliación o remodelación de museos españoles", ha añadido Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace España.
Todo este trabajo de investigación y denuncia sólo es posible gracias a personas como tú. Si todavía no eres socio hazlo aquí: www.colaboracongreenpeace.org
Greenpeace ha llevado a cabo una investigación para averiguar y exponer cómo se realiza la compra-venta de madera ilegal procedente de la Amazonia. La organización ha comprado un cargamento de madera tropical El cargamento comprado por Greenpeace se compone de 29 metros cúbicos de madera tropical extraídos en selvas cercanas a los municipios de Cujubim y Machadinho D`oeste, al nordeste de Rondônia. La mayor parte de estas áreas está siendo deforestada para convertirla en pastizales para ganado. Los troncos fueron aserrados en la Serraria Fortaleza, en Cujubim (Rondônia). Un intermediario del municipio de Ariquemes (Rondônia) vendió a Greenpeace la nota fiscal y el permiso de transporte de madera (ATPF), que son los documentos legales necesarios para transportar la madera. Gracias a estos documentos el cargamento ilegal pudo ser transportado hasta la ciudad de Sao Paulo. Así, la madera ilegal ha recorrido más de 3.000 kilómetros de carreteras federales y del estado de Brasil, ha atravesado tres estados diferentes y dos puestos de control del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) (Trevo de Vilhena, en Rondônia, e Trevo do Lagarto, en Mato Grosso). La carga llegó a São Paulo el pasado 6 de diciembre.
"Este cargamento de madera ilegal jamás podría ser identificado por las autoridades ya que lleva documentos legales"- ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de Bosques de Greenpeace.- "Nuestra acción muestra que además de actividades criminales clásicas, como la falsificación de documentos, existe un hecho aún más grave, el uso de documentos oficiales para "lavar" actividades ilegales".
Greenpeace España denunció a finales del mes de octubre que las obras de ampliación del Museo Reina Sofía habían utilizado madera amazónica procedente de empresas implicadas en la tala, transporte y procesamiento de madera ilegal en el Estado de Pará, en la Amazonia brasileña. Pese a que el Museo poseía permisos de exportación e importación de la madera, Greenpeace demostró que las empresas vendedoras de la madera habían sido multadas reiteradamente por carecer de la debida documentación de la madera transportada y procesada en sus serrerías.
"Todavía hoy estamos esperando que el Museo Reina Sofía o el Ministerio de Cultura digan públicamente que no permitirán que madera ilegal sea utilizada en obras de construcción, ampliación o remodelación de museos españoles", ha añadido Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace España.
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