ThrobEr
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Puede que alguno se sorprenda del artículo que decido poner hoy, pero es algo que marcó un antes y un después en la carrera de MJ.
Mucha gente tiene una pésima imagen de MJ precisamente por este acuerdo y aunque no signifique el admitir la culpabilidad, la opinión general pública no lo ve del mismo modo. Recientemente, en palabras del propio MJ escuchamos que no quedó conforme con este acuerdo y que se arrepentía de haberlo hecho... La prensa trató así este tema:
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Michael Jackson compra por 1.400 millones de pesetas el silencio del menor que le acusaba
El acuerdo económico consigue que el niño retire la denuncia por abusos deshonestos
Michael Jackson no comparecerá ante los tribunales el próximo 31 de marzo por abusos deshonestos a un niño de 14 años. Sus abogados llegaron anoche a un acuerdo con los representantes legales del menos, por lo que será retirada la denuncia. Aunque los abogados de Jackson no han dado detalles sobre la cantidad que deberá pagar por el silencio, fuentes cercanas al artista hablan de 10 millones de dólares (1.430 millones de pesetas) como cifra más posible. “El haber llegado a un acuerdo no significa aceptar la culpabilidad”, declaró ayer Johnnie Cochran, uno de los abogados del cantante.
El acuerdo anunciado está servido. Tras largas y polémicas negociaciones, los abogados del cantante norteamericano Michael Jackson y los representantes del niño de 14 años que durante medio año le acusó de abusos deshonestos, han concretado una cifra para comprar el silencio.
La cifra a pagar permanece en los terrenos del enigma. “Entre cinco y 40 millones de dólares”, afirman algunos diarios estadounidenses. 700 y 5.600 millones de pesetas son límites demasiado amplios, especialmente cuando fuentes cercanas al cantante han concretado mucho más: 10 millones de dólares (1.430 millones de pesetas). Un silencio muy caro.
De esta cifra millonaria, una cantidad se pagará de manera inmediata como primera entrega y el resto será depositado en una cuenta (trust fund) a nombre del menor. El padre del muchacho denunciante también recibirá su parte: aproximadamente un millón de dólares (140 millones de pesetas).
Extorsión
Este arreglo fuera de los tribunales llega 24 horas después de que la fiscalía de Los Ángeles descartase una demanda de extorsión que Michael Jackson podría haber presentado contra el padre del niño.
“Michael Jackson es totalmente inocente. El haber llegado a un acuerdo no significa nada sobre la aceptación de una supuesta culpabilidad”, afirmó anoche Johnnie Cochran, uno de los abofados del cantante, tras la firma del acuerdo.
El abogado del menor, Lawrence Feldman, ase negó a comentar si creía inocente o culpable a Michael Jackson, y destacó que lo más importante era acabar lo antes posible para que el muchacho demandante recupere la normalidad en su vida, sin la presión de un juicio. “Este caso ha significado un traumatismo emocional muy fuerte para el chico”, dijo Feldman.
Este abogado confirmó también que “ambas partes han acordado que la demanda sea resuelta y retirada inmediatamente”, aunque el menor mantiene que Michael Jackson abusó sexualmente de él.
El acuerdo alcanzado ayer en Santa Mónica (California), evitará un juicio civil y otro juicio criminal posterior, aunque no está claro si la fiscalía de California puede seguir adelante con la demanda criminal.
En el estado de California, la fiscalía no puede forzar a una supuesta víctima a que testifique en los casos de abusos sexuales si se niega a hacerlo, aunque sí tiene facultades para llamar a declarar en juicios que tratan otro tipo e crímenes.
Según Lawrence Feldman, el acuerdo suscrito ayer no incluye el compromiso del menos a no declarar en caso de que hubiera un juicio, aunque parece seguro que el compromiso evitará que Michael Jackson comparezca ante el juez. “Tendremos que esperar para conocer cual será la postura del juez”, dijo Feldman. El caso está zanjado... por ahora.
Reacción
La reacción en Estados Unidos no se ha hecho esperar. “La impresión es que si tienes dinero, puedes comprar la solución de tus problemas”, declaró ayer Laurie Stevenson, profesora de Derecho Criminal en la Universidad de Loyola, de Los Ángeles.
“Desafortunadamente, nunca sabremos la verdad y esto es muy frustrante. El acuerdo es asqueroso, porque su mensaje es que si eres rico y famoso, puedes arrojar un poco de tu fortuna a los pies de la justicia y solucionar cualquier pleito. La justicia se compra”, añadió Stevenson.
Con este acuerdo, se da el penúltimo paso de una truculenta historia que comenzó en marzo del pasado año, cuando el menor acusó a Jackson de abusar de él durante días. Después llegaron las opiniones de familiares, amigos, chóferes y guardaespaldas, para defender o afirmar que el muchacho no era el primero ni será el último, mientras el artista permanecía oculto y adicto a los sedantes. Las fotografía de los testículos de Jackson añadieron más morbo a un asunto que anoche parece haberse cerrado con la firma del acuerdo multimillonario.
AGENCIAS, El País, miércoles 26 de enero de 1994.
La mordaza de oro
“No me juzguen como un criminal. Soy inocente”, proclamaba Michael Jackson el pasado 22 de diciembre en la cadena de televisión CNN. Un mes más tarde, compra el silencio del niño de 14 años que le acusa de abusos sexuales, para evitar el juicio del 31 de marzo. Vestido con una cazadora adornada con un bordado de Peter Pan, Michael Jackson se ha encontrado, de la noche a la mañana, zarandeado por ese mundo adulto del que ha intentado huir desde su nacimiento, el 29 de agosto de 1958.
“La industria del ocio está tan cargada de abogados, que sufrir una querella por algo que no has hecho es una parte del proceso de iniciación”, declaró el artista hace meses. El viaje iniciático fuera de su torre de marfil empapelada de dólares, ha demostrado que el intentar venderse como un Peter Pan sin Wendy no equivale a ser memo. El 25 de noviembre, en pleno escándalo, cedía a la EMI la administración de su catálogo de ediciones musicales ATV, en el que se encuentran canciones de los Beatles, Elvis Presley, Little Richard y UB40, entre otros. La MJJ Enterprises (es decir, Michael Jackson) recibió a cambio 13.500 millones de pesetas. Poco para alguien acostumbrado a ser moneda de cambio desde niño.
El benjamín
Bajo la vigilancia de su madre Katherine, Michael Jackson ya ensayaba a los cinco años los pasos de baile que sus hermanos Jackie, Tito y Jermaine realizaban en público. Aprendió deprisa porque un año más tarde se incorporó al grupo junto a su hermano Marlon. En 1963, Michael era el benjamín de los Jackson 5; tenía seis años.
Todo el mundo fijó su mirada en aquel chaval, y su padre lo cuidó como una mina: trabajo duro, mano rápida y rentabilidad máxima. Montó una sala de ensayos en casa para evitar el contacto con el exterior, y sus únicas salidas fuera de aquella cárcel camuflada de casa de muñecas eran para cantar y volver con los bolsillos calientes.
En 1975, Michael Jackson firmó un contrato en solitario con unos derechos muy superiores al 2,7% con el que timaban a sus hermanos. Desde entonces, bailó al son de cifras con diez dígitos. En 1979, su reunión con Quincy Jones para grabar Off the wall aumentó aún más su cotización con 10 millones de discos vendidos, cantidad que se elevó al cuadrado en 1983 por el conjunto de su obra.
Y llegó la compra de la ATV por 5.000 millones; los contratos con la Pepsi por 500 (después aumentó a 1.500); los derechos biográficos por 6.000; un contrato con la casa Sony por 8.400... Son cifras habituales para un artista que no subía a un escenario por menos de 100 millones; cantidades ridículas para quien puede pagar 1.400 por una mordaza de oro.
N. Sáenz de Tejada, El País, miércoles 26 de enero de 1994.
Tocado por la gracia
La fiscalía de Los Ángeles tiene una división sobre el crimen organizado cuyo jefe no se entera. O sea, que ha oído las cintas donde el representante del niño mancillado pedía una pasta para olvidarse de los tocamientos a que fue sometido y ha dicho que eso no es un chantaje, sino una negociación para llegar a un acuerdo civil. Groucho Marx, después de preguntarle a una dama si se iría a la cama con él por un millón de dólares y obtener una respuesta afirmativa, le ofreció cinco pavos; la dama, ofendida, decía que por quién la había tomado. “Eso ya ha quedado claro”, respondía Groucho; “ahora estamos discutiendo el precio”.
En este caso ha quedado claro también quién es la puta: una ordenación social o jurídica, no sé, que ha permitido que se alcanzara el “acuerdo civil”. El error de Jackson fue no discutir el precio antes de tocar, además de ser negro en Norteamérica, donde los negros sólo pueden tocar el saxófono. Con lo rico que es podía haberse ido a toca a Rusia, por ejemplo, y hubiera tocado lo que le hubiera venido en gana por dos duros y sin riesgos. Y quien dice Rusia dice Cuba, que me han contado que los menores se te meten en la cama del hotel a cambio de que los invites a una ducha. Y, en fin, están todos los países del antiguo Este, donde los niños y las niñas se te ofrecen en la carretera, o sea, que puedes tocarlos en un plis plas y luego ni se acuerdan de ti, porque están ciegos de hambre. Y eso por no hablar de nosotros, porque no quiero líos, pero a mí me parece que el duque de Feria no está en la cárcel por tocar, sino por tonto. O sea, que si lo que te gusta es tocar hay un mercado inmenso a tu disposición, la cosa es que tus aficiones tocadoras se adecuen a tu presupuesto.
A Michael Jackson le ha salido la cosa un poco cara porque es uno de esos románticos a los que les gusta charlar con la puta antes de llevársela a la cama. Además, como es muy hogareño, le gusta hacerlo en casa, sin prisas, o sea, a domicilio, y eso encarece mucho el tocamiento. Porque si algo ha quedado claro es que todo es una cuestión de precio. Ayer mismo, o antes de ayer, no sé, que con la diferencia horaria es un lío esto de los días, el juez del caso urgió a las partes para que llegaran a un acuerdo. O sea, que la justicia, si lo he entendido bien, ha actuado de intermediaria, de alcahueta, entre la puta y su cliente, y eso no es. O sí, porque en un mundo donde todo gira alrededor de la pasta, el deber último de la justicia es vigilar el justiprecio de las cosas.
Yo no voy a andar con mentiras; quiero decir que por diez millones de dólares que me permitirían alternar con gente de bien como Al Kassar, me dejo tocar lo que sea. Y usted también, y aquel que ahora cruza la calle, y mi tendero. No vamos a discutir ahora eso; ahora estamos hablando del precio, como Groucho, y el verdadero precio es que ésta sea la noticia cultural más relevante de la jornada. Y lo es, sin duda, porque esos diez millones de dólares nos dicen mejor que cualquier sesudo editorial lo que hemos llegado a ser. Yo a Jackson le haría un monumento porque todo lo que toca lo convierte en oro, como a ese niño que, más que por un negro con vitíligo, parece haber sido tocado por la gracia. De nada.
Juan José Millás, El País, miércoles 26 de enero de 1994.
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