(Con muuucho cariño para Earth Song). :*)
Una ola verde se extiende por USA. Los ciudadanos del país más contaminante del planeta toman conciencia para atajar las consecuencias del cambio climático. En esta nueva batalla, Nueva York y Chicago han comenzado la carrera por ver quien es más “verde”. Las calles se llenan con más ciclistas que antes, en los supermercados, evitan dar bolsas de plástico y las cambian por las de tela reutilizables. Recomiendan beber agua del grifo, que en NY es más buena que la embotellada. La conciencia ecológica llega a EEUU, hasta la mismísima casa blanca. Y es que un neoyorkino produce 7 toneladas de sustancias calentadoras del planeta, frente a las 24 del americano medio. Todo empezó con la fiebre del oso polar Knut, nacido en Berlín. Interminables colas se formaron para verle. La pregunta es si más allá de la moda, de Knut, de las pelis de pingüinos, de “Una verdad incómoda” del ex presi y Nobel de la Paz Al Gore, y de la señal de alarma en forma de documental de Leo DiCaprio, hay un cambio de mentalidad. Hasta Bush reconoce el problema en cuyo país el pitorreo respecto al cambio climático es ya marginal. Y cuando USA se toma algo en serio, lo hace de verdad…
Por su parte, el alcalde de Chicago, Richard Daley, quiere superar a NY y convirtió en 2001 el techo del Ayuntamiento en un jardín visitable. Su hijo hizo plantar 500.000 árboles por la ciudad y se desplaza en bici. En general en todos los EEUU existe una cruzada en contra del plástico, prohibiéndose las bolsas y las botellas y estudian obligar a reciclar a los supermercados y grandes almacenes. En California ya existe una ley de reciclaje obligatorio para superficies mayores de 500 metros cuadrados. La campaña para consumir agua del grifo es increíble. Para fabricar las botellas de plástico que cada año se beben los yankees se necesitan más de un millón y medio de barriles de petróleo, sin contar con el gasto del transporte. En NY el agua del grifo es más buena que la embotellada. En Frisco y L.A. los funcionarios ahorran dinero público bebiendo del grifo. En cuanto a los coches, hay 3 por cada 4 habitantes. En cambio en China 1 cada 100… Si alcanzaran su nivel de desarrollo habrían 1.100 millones de coches y necesitarían 99 millones de barriles al día. Un caos. Desengancharse del petróleo significaría liberarse del control de países como Arabia Saudí, Venezuela o Rusia o lo que es lo mismo, dejar de alimentar a la soga con la que nos ahogamos nosotros mismos.
-Fuente: www.magazinedigital.com
Una ola verde se extiende por USA. Los ciudadanos del país más contaminante del planeta toman conciencia para atajar las consecuencias del cambio climático. En esta nueva batalla, Nueva York y Chicago han comenzado la carrera por ver quien es más “verde”. Las calles se llenan con más ciclistas que antes, en los supermercados, evitan dar bolsas de plástico y las cambian por las de tela reutilizables. Recomiendan beber agua del grifo, que en NY es más buena que la embotellada. La conciencia ecológica llega a EEUU, hasta la mismísima casa blanca. Y es que un neoyorkino produce 7 toneladas de sustancias calentadoras del planeta, frente a las 24 del americano medio. Todo empezó con la fiebre del oso polar Knut, nacido en Berlín. Interminables colas se formaron para verle. La pregunta es si más allá de la moda, de Knut, de las pelis de pingüinos, de “Una verdad incómoda” del ex presi y Nobel de la Paz Al Gore, y de la señal de alarma en forma de documental de Leo DiCaprio, hay un cambio de mentalidad. Hasta Bush reconoce el problema en cuyo país el pitorreo respecto al cambio climático es ya marginal. Y cuando USA se toma algo en serio, lo hace de verdad…
Por su parte, el alcalde de Chicago, Richard Daley, quiere superar a NY y convirtió en 2001 el techo del Ayuntamiento en un jardín visitable. Su hijo hizo plantar 500.000 árboles por la ciudad y se desplaza en bici. En general en todos los EEUU existe una cruzada en contra del plástico, prohibiéndose las bolsas y las botellas y estudian obligar a reciclar a los supermercados y grandes almacenes. En California ya existe una ley de reciclaje obligatorio para superficies mayores de 500 metros cuadrados. La campaña para consumir agua del grifo es increíble. Para fabricar las botellas de plástico que cada año se beben los yankees se necesitan más de un millón y medio de barriles de petróleo, sin contar con el gasto del transporte. En NY el agua del grifo es más buena que la embotellada. En Frisco y L.A. los funcionarios ahorran dinero público bebiendo del grifo. En cuanto a los coches, hay 3 por cada 4 habitantes. En cambio en China 1 cada 100… Si alcanzaran su nivel de desarrollo habrían 1.100 millones de coches y necesitarían 99 millones de barriles al día. Un caos. Desengancharse del petróleo significaría liberarse del control de países como Arabia Saudí, Venezuela o Rusia o lo que es lo mismo, dejar de alimentar a la soga con la que nos ahogamos nosotros mismos.
-Fuente: www.magazinedigital.com