Según WWF/Adena, la expansión urbanística es la responsable de las inundaciones alicantinas
Madrid, 29 de octubre de 2007- WWF/Adena lamenta las cuantiosas pérdidas materiales y humanas ocasionadas por las lluvias torrenciales en Alicante y hace un llamamiento a la Generalitat Valenciana para que revise los planes de ordenación urbanística del litoral con el fin de evitar que se repitan en un futuro los impactos de las avenidas.
Las dramáticas consecuencias de las intensas precipitaciones que asolaron el litoral alicantino durante la pasada semana ponen de manifiesto, una vez más, la necesidad de desarrollar y aplicar políticas efectivas de ordenación territorial que minimicen el impacto de las lluvias torrenciales.
Este tipo de lluvias son habituales en esta época del año debido al fenómeno de carácter natural de la llamada “gota fría” que afecta principalmente, a la costa mediterránea. Los ecosistemas naturales asociados al litoral y a los ríos y barrancos mediterráneos constituyen un elemento fundamental de protección frente a inundaciones ya que cumplen una función amortiguadora por su elevada capacidad de infiltración de las aguas.
Sin embargo, la ocupación del litoral, de los barrancos y ramblas sufrida en los últimos años para la construcción de viviendas o infraestructuras, ha destruido los ecosistemas naturales capaces de paliar los efectos de las avenidas, como riberas, humedales, saladares o llanuras de inundación.
Los Planes Generales de Ordenación Urbana que aprueban los Ayuntamientos y en última instancia la Generalitat Valenciana, así como la insuficiente aplicación de la Ley de Regulación de Actividad Urbanística (LRAU) de 1994, han llevado a la Generalitat Valenciana a ser un mal ejemplo para toda la Unión Europea, contando con numerosas denuncias de grupos conservacionistas y de la propia Comisión Europea.
La Generalitat Valenciana reconoce la existencia de cientos de miles de viviendas construidas en zonas calificadas como “inundables” sin embargo, según WWF/Adena, no sólo no asume su responsabilidad si no que ha acusado al Ministerio de Medio Ambiente como responsable de la catástrofe por no mantener los “cauces limpios”. WWF/Adena recuerda, tal y como se ha puesto de manifiesto en el II Seminario Internacional de Restauración de Ríos, celebrado esta semana en Madrid, que la vegetación natural asociada a los cauces constituyen un elemento esencial de protección y no es, en ningún modo, la responsable de los efectos de las inundaciones.
Según Nuria Moreno, portavoz del Grupo de Alicante de WWF/Adena, “la única manera de revertir esta situación es impulsar un profundo cambio en la política de ordenación territorial, diseñando estrategias para proteger y conservar el dominio público hidráulico y el costero. La Generalitat Valenciana no puede continuar anunciando planes millonarios para paliar los efectos de posibles avenidas, mientras continúa permitiendo la construcción en zonas inundables.”
WWF/Adena insiste además en que la Generalitat Valenciana invierta mayores esfuerzos en la aplicación efectiva con criterio de sostenibilidad de la legislación vigente y en la necesidad de que las administraciones locales no se comprometan a legalizar, con fines electorales, en los próximos Planes Generales de ordenación Urbanística las viviendas construidas en el dominio público hidráulico o costero.
Artículo: Lourdes Hernández
Fuente
Madrid, 29 de octubre de 2007- WWF/Adena lamenta las cuantiosas pérdidas materiales y humanas ocasionadas por las lluvias torrenciales en Alicante y hace un llamamiento a la Generalitat Valenciana para que revise los planes de ordenación urbanística del litoral con el fin de evitar que se repitan en un futuro los impactos de las avenidas.
Las dramáticas consecuencias de las intensas precipitaciones que asolaron el litoral alicantino durante la pasada semana ponen de manifiesto, una vez más, la necesidad de desarrollar y aplicar políticas efectivas de ordenación territorial que minimicen el impacto de las lluvias torrenciales.
Este tipo de lluvias son habituales en esta época del año debido al fenómeno de carácter natural de la llamada “gota fría” que afecta principalmente, a la costa mediterránea. Los ecosistemas naturales asociados al litoral y a los ríos y barrancos mediterráneos constituyen un elemento fundamental de protección frente a inundaciones ya que cumplen una función amortiguadora por su elevada capacidad de infiltración de las aguas.
Sin embargo, la ocupación del litoral, de los barrancos y ramblas sufrida en los últimos años para la construcción de viviendas o infraestructuras, ha destruido los ecosistemas naturales capaces de paliar los efectos de las avenidas, como riberas, humedales, saladares o llanuras de inundación.
Los Planes Generales de Ordenación Urbana que aprueban los Ayuntamientos y en última instancia la Generalitat Valenciana, así como la insuficiente aplicación de la Ley de Regulación de Actividad Urbanística (LRAU) de 1994, han llevado a la Generalitat Valenciana a ser un mal ejemplo para toda la Unión Europea, contando con numerosas denuncias de grupos conservacionistas y de la propia Comisión Europea.
La Generalitat Valenciana reconoce la existencia de cientos de miles de viviendas construidas en zonas calificadas como “inundables” sin embargo, según WWF/Adena, no sólo no asume su responsabilidad si no que ha acusado al Ministerio de Medio Ambiente como responsable de la catástrofe por no mantener los “cauces limpios”. WWF/Adena recuerda, tal y como se ha puesto de manifiesto en el II Seminario Internacional de Restauración de Ríos, celebrado esta semana en Madrid, que la vegetación natural asociada a los cauces constituyen un elemento esencial de protección y no es, en ningún modo, la responsable de los efectos de las inundaciones.
Según Nuria Moreno, portavoz del Grupo de Alicante de WWF/Adena, “la única manera de revertir esta situación es impulsar un profundo cambio en la política de ordenación territorial, diseñando estrategias para proteger y conservar el dominio público hidráulico y el costero. La Generalitat Valenciana no puede continuar anunciando planes millonarios para paliar los efectos de posibles avenidas, mientras continúa permitiendo la construcción en zonas inundables.”
WWF/Adena insiste además en que la Generalitat Valenciana invierta mayores esfuerzos en la aplicación efectiva con criterio de sostenibilidad de la legislación vigente y en la necesidad de que las administraciones locales no se comprometan a legalizar, con fines electorales, en los próximos Planes Generales de ordenación Urbanística las viviendas construidas en el dominio público hidráulico o costero.
Artículo: Lourdes Hernández
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