http://es.noticias.yahoo.com/12/20090423/tod-una-joven-resucita-durante-su-velato-7f81b96.html
Error o milagro? Es la pregunta que se hacen médicos y familiares después de que una joven discapacitada declarada muerta en un hospital nicaragüense empezara a mover las manos en su ataúd durante el velatorio, informó el miércoles la prensa local.
http://www.que.es/ultimas-noticias/curiosas/fotos/ataudes-mas-extravagantes/index.html
El hecho ocurrió en la comarca Los Cerros, departamento de Masaya (sur), cuando los familiares de Yerenia Lández observaron que se movía y "respiraba con dificultad", relató su hermana Elízabeth al Nuevo Diario.
La resucitada, de 23 años, padece una enfermedad cerebral congénita, y hace una semana dejó repentinamente de moverse en su silla de ruedas.
Sus parientes la llevaron a un hospital público de Masaya, donde horas después los médicos certificaron su muerte.
"A la niña la entregaron con algodón en la nariz, en los oídos y en sus partes íntimas. Nos dijeron que si la metían en la morgue los trámites iban a ser más costosos y dilatados, pero si conseguíamos un carro nos daban el cuerpo", contó la mujer.
Su cuñada Lillian dijo que cuando fue a recoger el cadáver tuvo la impresión de que Yerenia estaba viva, pero que los médicos la regañaron cuando ella les hizo la observación.
Pobladores de la comarca creen que lo que le ocurrió a la joven fue un milagro, mientras los médicos quedaron espantandos cuando la vieron regresar viva.
Hay más casos como por ejemplo este otro.
El jirón Bolognesi en el distrito de Tayabamba en la provincia de Pataz (La Libertad) se ha convertido en la vivienda más concurrida de la jurisdicción en los últimos días, luego que el fin de semana una mujer, Felícita Guizábalo, de 37 años, se levantara pocas horas después de haber sido dada por muerta y en el preciso momento en el que era colocada en un ataúd.
El hecho, que ha sido interpretado por la población como un mensaje de Dios, ocurrió el sábado a las 9 de la mañana, cuando la “occisa” se desvaneció, dejó de respirar y su cuerpo se puso frío, ante los ojos de sus familiares. Un día antes, la mujer –que padece de cáncer al estómago- había acudido a atenderse en una posta cercana.
De inmediato se llamó a un médico para reanimar a Felícita, sin embargo, la doctora –cuyo nombre nadie recuerda- declaró la muerte de la paciente y señaló que “no había nada más por hacer”.
Soñó con anciano y campo que calificó de “Paraíso”
Horas después, y en el instante en que era colocada en un ataúd, la “fallecida” abrió los ojos para sorpresa y posterior algarabía de su familia, en particular de sus cuatro hijos, el mayor de los cuales tiene 14 años. Cuando ocurrió el hecho, esposo se encontraba en Trujillo, atendiéndose de una grave condición médica.
Al despertar, Felícita narró que estuvo en un “profundo sueño” en el que se vio caminando desnuda en compañía de un anciano que la llevó por un estrecho camino de espinas, con las cuales solo ella se dañaban.
Posteriormente -comentó- llegaron a un amplio campo que ella califica de “Paraíso” en el que abundaba la comida. En lugar de quedarse, le dijo al anciano que prefería regresar por sus hijos. Luego dice haber despertado muy cansada. En conversación con una radioemisora local, Guizábalo dice que en el momento en que se le daba por muerta, estaba consciente de algunas cosas que pasaban a su alrededor.
Error o milagro? Es la pregunta que se hacen médicos y familiares después de que una joven discapacitada declarada muerta en un hospital nicaragüense empezara a mover las manos en su ataúd durante el velatorio, informó el miércoles la prensa local.
http://www.que.es/ultimas-noticias/curiosas/fotos/ataudes-mas-extravagantes/index.html
El hecho ocurrió en la comarca Los Cerros, departamento de Masaya (sur), cuando los familiares de Yerenia Lández observaron que se movía y "respiraba con dificultad", relató su hermana Elízabeth al Nuevo Diario.
La resucitada, de 23 años, padece una enfermedad cerebral congénita, y hace una semana dejó repentinamente de moverse en su silla de ruedas.
Sus parientes la llevaron a un hospital público de Masaya, donde horas después los médicos certificaron su muerte.
"A la niña la entregaron con algodón en la nariz, en los oídos y en sus partes íntimas. Nos dijeron que si la metían en la morgue los trámites iban a ser más costosos y dilatados, pero si conseguíamos un carro nos daban el cuerpo", contó la mujer.
Su cuñada Lillian dijo que cuando fue a recoger el cadáver tuvo la impresión de que Yerenia estaba viva, pero que los médicos la regañaron cuando ella les hizo la observación.
Pobladores de la comarca creen que lo que le ocurrió a la joven fue un milagro, mientras los médicos quedaron espantandos cuando la vieron regresar viva.
Hay más casos como por ejemplo este otro.
El jirón Bolognesi en el distrito de Tayabamba en la provincia de Pataz (La Libertad) se ha convertido en la vivienda más concurrida de la jurisdicción en los últimos días, luego que el fin de semana una mujer, Felícita Guizábalo, de 37 años, se levantara pocas horas después de haber sido dada por muerta y en el preciso momento en el que era colocada en un ataúd.
El hecho, que ha sido interpretado por la población como un mensaje de Dios, ocurrió el sábado a las 9 de la mañana, cuando la “occisa” se desvaneció, dejó de respirar y su cuerpo se puso frío, ante los ojos de sus familiares. Un día antes, la mujer –que padece de cáncer al estómago- había acudido a atenderse en una posta cercana.
De inmediato se llamó a un médico para reanimar a Felícita, sin embargo, la doctora –cuyo nombre nadie recuerda- declaró la muerte de la paciente y señaló que “no había nada más por hacer”.
Soñó con anciano y campo que calificó de “Paraíso”
Horas después, y en el instante en que era colocada en un ataúd, la “fallecida” abrió los ojos para sorpresa y posterior algarabía de su familia, en particular de sus cuatro hijos, el mayor de los cuales tiene 14 años. Cuando ocurrió el hecho, esposo se encontraba en Trujillo, atendiéndose de una grave condición médica.
Al despertar, Felícita narró que estuvo en un “profundo sueño” en el que se vio caminando desnuda en compañía de un anciano que la llevó por un estrecho camino de espinas, con las cuales solo ella se dañaban.
Posteriormente -comentó- llegaron a un amplio campo que ella califica de “Paraíso” en el que abundaba la comida. En lugar de quedarse, le dijo al anciano que prefería regresar por sus hijos. Luego dice haber despertado muy cansada. En conversación con una radioemisora local, Guizábalo dice que en el momento en que se le daba por muerta, estaba consciente de algunas cosas que pasaban a su alrededor.