UNA JOVEN BRITÁNICA DESCUBRE QUE TIENE DOS ÓRGANOS SOBRANTES EN PERFECTO ESTADO Y DECIDE DONARLOS A QUIEN LOS NECESITE
Un caso entre un millón. He aquí la proporción de seres humanos que tienen cuatro riñones.
Hace unos meses, Laura Moon de 18 años, descubrió que formaba parte de ese selecto club y desde entonces anda revolucionada tratando de averiguar qué teclas debe tocar para donar los dos órganos que le sobran.
Todo empezó con un accidente de coche. Laura sufría dolores estomacales y su médico de cabecera le recomendó que se hiciera un escáner. El especialista no creía lo que veía. ¿Cómo podía tener la criatura no dos ni tres, sino cuatro riñones? Pues así era. Y no de cualquier tamaño. Dos miden unos 14 centímetros y otros dos alrededor de nueve.
Porque lo llamativo científicamente del caso de Laura no es que tenga más de dos riñones: le ocurre a una de cada 125 personas y muchas mueren sin ni siquiera saberlo. Lo relevante es que no tiene tres sino cuatro y que los cuatro están perfectamente desarrollados y funcionando.
Lo natural es que estos órganos extra sean pequeños y algo deformes. Los de Laura funcionan, en cambio, perfectamente y son perfectos para una donación.
De todas formas, no fue algo que se le ocurriera a la chica espontáneamente sino, como tantas cosas en la vida, leyendo la prensa. En concreto, el periódico local, Yorkshire Evening Post, que publicó un día la triste historia del pequeño Luke, un niño de tres años que vive sin riñones y enganchado a una máquina de diálisis. En realidad, poco puede hacer Laura por él, pues necesita los riñones de un niño y no los de una adolescente, pero Luke fue al menos la espita por la que brotó el espíritu solidario en esta joven, que acaba de empezar a trabajar en el departamento de atención al cliente de una empresa de Leeds. "No estoy muy segura de cómo funcionan las donaciones", ha declarado estos días, "pero sé que tengo cuatro riñones y me gustaría ayudar a alguien como Luke si es posible".
Laura contaba estos días el estupor de su médico en torno al hallazgo: "El tipo me lo dijo y me aseguró que eran bien grandes y entonces me dijo que si me importaba que tomaran unas imágenes de ellos para enseñarlas en la universidad".
Tiene gracia, pero Laura no es la única con más de dos riñones en la familia. Una de sus tías políticas tiene tres y se ha enterado prácticamente al mismo tiempo. De todas formas, su tercer órgano no es apto para la donación, así que la sobrina tendrá que portar en solitario la antorcha solidaria de la familia. El camino que le espera a Laura no será fácil.
La donación en el Reino Unido está envuelta en un rosario de trabas burocráticas que el Gobierno se propone ahora levantar mirándose en el espejo de España, líder mundial en el sector. Por el momento, el requisito básico que impone la ley es que donante y beneficiario no se conozcan de antemano y que no medie entre ellos una transacción económica.
El riñon no es el único órgano que en ocasiones está duplicado. Una de cada 1000 mujeres británicas nace con dos úteros y recientemente un ejecutivo indio acudió a un hospital de Delhi para que le extirparan un pene de más.
La duplicidad del riñón arranca en el primer trimestre del embarazo cuando los riñones-no se sabe muy bien por qué- se dividen en dos. Lo más común es que estos órganos sean secesiones parciales o que se conviertan en segundos uréteres. Por eso es tan relevante el caso de Laura, la adolescente con dos salvavidas entre pecho y espalda.
El Mundo
Un caso entre un millón. He aquí la proporción de seres humanos que tienen cuatro riñones.
Hace unos meses, Laura Moon de 18 años, descubrió que formaba parte de ese selecto club y desde entonces anda revolucionada tratando de averiguar qué teclas debe tocar para donar los dos órganos que le sobran.
Todo empezó con un accidente de coche. Laura sufría dolores estomacales y su médico de cabecera le recomendó que se hiciera un escáner. El especialista no creía lo que veía. ¿Cómo podía tener la criatura no dos ni tres, sino cuatro riñones? Pues así era. Y no de cualquier tamaño. Dos miden unos 14 centímetros y otros dos alrededor de nueve.
Porque lo llamativo científicamente del caso de Laura no es que tenga más de dos riñones: le ocurre a una de cada 125 personas y muchas mueren sin ni siquiera saberlo. Lo relevante es que no tiene tres sino cuatro y que los cuatro están perfectamente desarrollados y funcionando.
Lo natural es que estos órganos extra sean pequeños y algo deformes. Los de Laura funcionan, en cambio, perfectamente y son perfectos para una donación.
De todas formas, no fue algo que se le ocurriera a la chica espontáneamente sino, como tantas cosas en la vida, leyendo la prensa. En concreto, el periódico local, Yorkshire Evening Post, que publicó un día la triste historia del pequeño Luke, un niño de tres años que vive sin riñones y enganchado a una máquina de diálisis. En realidad, poco puede hacer Laura por él, pues necesita los riñones de un niño y no los de una adolescente, pero Luke fue al menos la espita por la que brotó el espíritu solidario en esta joven, que acaba de empezar a trabajar en el departamento de atención al cliente de una empresa de Leeds. "No estoy muy segura de cómo funcionan las donaciones", ha declarado estos días, "pero sé que tengo cuatro riñones y me gustaría ayudar a alguien como Luke si es posible".
Laura contaba estos días el estupor de su médico en torno al hallazgo: "El tipo me lo dijo y me aseguró que eran bien grandes y entonces me dijo que si me importaba que tomaran unas imágenes de ellos para enseñarlas en la universidad".
Tiene gracia, pero Laura no es la única con más de dos riñones en la familia. Una de sus tías políticas tiene tres y se ha enterado prácticamente al mismo tiempo. De todas formas, su tercer órgano no es apto para la donación, así que la sobrina tendrá que portar en solitario la antorcha solidaria de la familia. El camino que le espera a Laura no será fácil.
La donación en el Reino Unido está envuelta en un rosario de trabas burocráticas que el Gobierno se propone ahora levantar mirándose en el espejo de España, líder mundial en el sector. Por el momento, el requisito básico que impone la ley es que donante y beneficiario no se conozcan de antemano y que no medie entre ellos una transacción económica.
El riñon no es el único órgano que en ocasiones está duplicado. Una de cada 1000 mujeres británicas nace con dos úteros y recientemente un ejecutivo indio acudió a un hospital de Delhi para que le extirparan un pene de más.
La duplicidad del riñón arranca en el primer trimestre del embarazo cuando los riñones-no se sabe muy bien por qué- se dividen en dos. Lo más común es que estos órganos sean secesiones parciales o que se conviertan en segundos uréteres. Por eso es tan relevante el caso de Laura, la adolescente con dos salvavidas entre pecho y espalda.
El Mundo