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La fiscal cita un informe del CNI que advirtió del riesgo de un ataque por la guerra de Irak
ABC
MADRID. La fiscal del 11-M no sólo descarta por completo la participación de ETA en la matanza, sino que sitúa el mayor atentado sufrido por España en la órbita de la red terrorista que dirige Osama bin Laden. Para argumentarlo, Olga Sánchez recuerda en su escrito de calificación un comunicado del multimillonario saudí en el que señalaba a España como potencial objetivo de sus ataques terroristas. Por ello, el CNI consideraba que era necesario reforzar las medidas de protección.
Esta advertencia de Osama bin Laden, así como el aviso sobre la presencia de elementos radicales islamistas en territorio español, está recogida en un informe elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia el 27 de octubre de 2003 -titulado «Evaluación de la amenaza terrorista de origen islámico» y que la fiscal también incluye como anexo a su escrito-, que en su día se remitió al Gobierno de José María Aznar.
En ese documento, los espías españoles vinculaban las posibilidades de riesgo de un ataque terrorista islamista con el despliegue de las Fuerzas Armadas españolas en Irak. Así, el CNI subrayaba que para la sociedad árabe, la presencia de las tropas españolas en Bagdad era considerada como «una ocupación militar de un territorio islámico». E igualmente, el informe remitido al Gobierno subrayaba que «el Islam radical estima que España se ha alineado con los enemigos del Islam (sic)».
El escrito de la Fiscalía recibió ayer la crítica del portavoz del Partido Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, en cuya opinión el informe de calificación del Ministerio Público utiliza «argumentos políticos y valoraciones subjetivas», dejando a un lado «su responsabilidad y su deber». Para Zaplana, es una «barbaridad» que la fiscal establezca una relación entre el 11-M y la intervención de España en la guerra de Irak. «No hay precedentes, en ningún país europeo, en ningún país democrático del mundo, de que un fiscal achaque un atentado terrorista a decisiones legítimas de un Gobierno democrático. Es tan sorprendente como intolerable», subrayó.
ÁNGEL DE ANTONIO
Estado en el que quedó el edificio de Leganés tras el suicidio colectivo de los terroristas
ABC
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Esta advertencia de Osama bin Laden, así como el aviso sobre la presencia de elementos radicales islamistas en territorio español, está recogida en un informe elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia el 27 de octubre de 2003 -titulado «Evaluación de la amenaza terrorista de origen islámico» y que la fiscal también incluye como anexo a su escrito-, que en su día se remitió al Gobierno de José María Aznar.
En ese documento, los espías españoles vinculaban las posibilidades de riesgo de un ataque terrorista islamista con el despliegue de las Fuerzas Armadas españolas en Irak. Así, el CNI subrayaba que para la sociedad árabe, la presencia de las tropas españolas en Bagdad era considerada como «una ocupación militar de un territorio islámico». E igualmente, el informe remitido al Gobierno subrayaba que «el Islam radical estima que España se ha alineado con los enemigos del Islam (sic)».
El escrito de la Fiscalía recibió ayer la crítica del portavoz del Partido Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, en cuya opinión el informe de calificación del Ministerio Público utiliza «argumentos políticos y valoraciones subjetivas», dejando a un lado «su responsabilidad y su deber». Para Zaplana, es una «barbaridad» que la fiscal establezca una relación entre el 11-M y la intervención de España en la guerra de Irak. «No hay precedentes, en ningún país europeo, en ningún país democrático del mundo, de que un fiscal achaque un atentado terrorista a decisiones legítimas de un Gobierno democrático. Es tan sorprendente como intolerable», subrayó.
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