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¿Qué es la "hipótesis del hombre guerrero"?
El género masculino está en el origen de la mayoría de los conflictos del mundo, desde la violencia en el fútbol hasta las guerras mundiales. Es la conclusión a la que han llegado científicos de Estados Unidos, Reino Unido y Holanda en un reciente estudio que publica la revista Philosophical Transactions B.
Los investigadores sostienen que la inclinación a formar tribus y a categorizar a los individuos según el grupo al que pertenecen, así como a crear conflictos entre unos grupos y otros, la mantienen los "hombres guerreros", tanto en las sociedades humanas ancestrales como en la actualidad.
Esta tendencia al conflicto, que según los autores está en el corazón de la violencia intertribal, habría surgido durante la selección natural como resultado de la competición entre machos para conseguir pareja. Las peleas entre bandas, las disputas entre seguidores de un equipo de fútbol o los enfrentamientos que propician grupos religiosos fanáticos serían algunos ejemplos prácticos de las consecuencias de este comportamiento.
Las mujeres, por el contrario, tendrían el rol de "pacificadoras", según esta hipótesis. "Nuestra revisión de los últimos estudios sugiere que la mente humana está configurada de modo que tiende a perpetuar el enfrentamiento con los 'extraños'", explica Mark van Vugt, investigador del Instituto de Antropología Evolutiva y Cognitiva de la Universidad de Oxford y coautor del trabajo.
El género masculino está en el origen de la mayoría de los conflictos del mundo, desde la violencia en el fútbol hasta las guerras mundiales. Es la conclusión a la que han llegado científicos de Estados Unidos, Reino Unido y Holanda en un reciente estudio que publica la revista Philosophical Transactions B.
Los investigadores sostienen que la inclinación a formar tribus y a categorizar a los individuos según el grupo al que pertenecen, así como a crear conflictos entre unos grupos y otros, la mantienen los "hombres guerreros", tanto en las sociedades humanas ancestrales como en la actualidad.
Esta tendencia al conflicto, que según los autores está en el corazón de la violencia intertribal, habría surgido durante la selección natural como resultado de la competición entre machos para conseguir pareja. Las peleas entre bandas, las disputas entre seguidores de un equipo de fútbol o los enfrentamientos que propician grupos religiosos fanáticos serían algunos ejemplos prácticos de las consecuencias de este comportamiento.
Las mujeres, por el contrario, tendrían el rol de "pacificadoras", según esta hipótesis. "Nuestra revisión de los últimos estudios sugiere que la mente humana está configurada de modo que tiende a perpetuar el enfrentamiento con los 'extraños'", explica Mark van Vugt, investigador del Instituto de Antropología Evolutiva y Cognitiva de la Universidad de Oxford y coautor del trabajo.