Hola, como veo que la noticia no podeis leerla entera, lo que hago a continuación es pegarla enterita, pido disculpas.
EL ZOO DEL SIGLO XXI / ANA MARIA CIOABA
Princesa, gitana y esposa a los 12 años
La hija del rey de los gitanos fue obligada a casarse con un joven de 15 años. Sus protestas y sus lágrimas no evitaron la boda. Las autoridades rumanas han ordenado separar a los menores
ROSA MENESES ARANDA
Iba a ser la boda del año. Cuatrocientos invitados habían acudido con sus mejores galas a los desposorios de la princesa Ana María -hija del rey de los gitanos, Florin Cioaba-, el pasado sábado en la ciudad rumana de Sibiu, en Transilvania. La novia estaba radiante con su vestido de boda italiano de 4.000 dólares y la diadema de diamantes que coronaba sus cabellos. Una lujosa carroza tirada por hermosos caballos esperaba a los novios a la puerta de la iglesia. Todo era perfecto, como en un cuento de hadas, hasta que Ana María decidió escapar de su jaula de oro.
A sus 12 años, iba a embarcarse contra su voluntad en un matrimonio para toda la vida. Nadie le había preguntado cuáles eran sus deseos y nadie había reparado en que aún era una niña. Así que se remangó el largo vestido blanco y echó a correr en plena ceremonia, en un intento desesperado de evitar su destino.
Envuelta en lágrimas, logró salir de la iglesia y dejar atrás al novio, Birita Mihai, de 15 años, que permaneció de pie junto al altar, sin poder salir de su asombro. «¡Dejadme en paz!» gritó la niña a la multitud de reporteros que se congregaba a las afueras de la iglesia, mientras buscaba refugio en una casa cercana.
Pero su acto de rebeldía sólo duró unos minutos; quince, para ser más exactos: el tiempo que tardó su familia en convencerla de que volviera a la iglesia para terminar la ceremonia, oficiada por su propio padre, en calidad de líder religioso de su comunidad.
Lo único que Ana María pudo hacer para mostrar su disconformidad con el giro irreversible que iba a tomar su vida fue no volver a dirigirle la palabra al novio. Ni siquiera le miró durante la fiesta ni brindó con él. Incluso afirmó que no se consideraba una mujer casada. «¿Qué boda?», contestaba Ana María cuando se le preguntaba por su casamiento. Sus 12 damas de honor no dudaron en apoyar su rebeldía insultando al novio y gritando: «¡Birita, fuera!».
El incidente no consiguió aguar la fiesta y las celebraciones, que durarían tres días, siguieron su curso. «Hoy es un día muy feliz para la casa real, uno de los más felices de mi vida...Es mejor que los niños se casen jóvenes», declaraba el padre de la novia, que recibió de la familia de su yerno 500 piezas de oro, una limusina y un apartamento para desposar a Ana María.
Y llegó la noche de bodas y, con ella, la familia de Ana María cumplió la costumbre de mostrar con orgullo a los invitados la sábana manchada con la sangre virginal de la novia, símbolo de que el matrimonio había sido consumado.
«Ana María me dijo que era lo más horrible que le había ocurrido.Que se sintió como si una gran roca hubiese caído sobre ella», explicó Dana Chendea, portavoz del rey de los gitanos, tras la ceremonia. Más tarde, Chendea precisó que la niña «se está resignando a su destino». «Ahora, Ana María dejará el colegio y se concentrará en sus deberes como esposa. Ayudará a su suegra a cocinar y a limpiar la casa y cuidará a sus hijos. No importa lo que ella quiere», agregó la portavoz.
El caso de Ana María ha desatado fuertes críticas contra las autoridades rumanas y ha puesto de manifiesto que cada año, cientos de matrimonios entre niños, tradicionales entre la etnia gitana, son tolerados en este país. Según el censo de 2002, hay más de medio millón de zíngaros en Rumanía, aunque los líderes de esta etnia incrementan su cifra hasta los 1,5 millones.
La eurodiputada y observadora de la Unión Europea en Rumanía, Emma Nicholson, calificó lo sucedido de «violación de una menor» y pidió protección para la niña. La comisaria europea de Asuntos Sociales, Anna Diamantopulu, recordó que Rumanía está inmersa en un proceso de adhesión a la UE, lo que conlleva respetar los derechos fundamentales.
Para reconciliarse con la UE, las autoridades de Rumanía decidieron ayer que los recién casados deberán vivir separados y cesar toda relación conyugal hasta que cumplan la edad legal para contraer matrimonio, 16 años para ella y 18 para él. «Deben cesar inmediatamente cualquier relación sexual o conyugal o serán enviados a un hogar infantil», indicó Anca Dragan, responsable del Servicio de Protección Infantil de Sibiu. Las instituciones rumanas también determinaron que Ana María vuelva al colegio este mismo lunes.
El casamiento ha sido declarado ilegal y la Fiscalía de Sibiu ha abierto una causa contra el marido adolescente por relaciones sexuales con una menor. Es la primera vez que una boda tradicional gitana entre menores es tratada como un delito en Rumanía.
Por su parte, el patriarca Florin Cioaba calificó la decisión de las instituciones rumanas como «una mascarada contra la casa real». «Esta clase de matrimonios están presentes en las tradiciones gitanas desde hace cientos de años. Mi esposa tenía 13 años cuando nos casamos, yo tenía 14», añadió el rey de los gitanos.
El único diputado gitano en el Parlamento rumano, Madalin Voicu, estima que su etnia «debe armonizar sus tradiciones con las leyes del país y abandonar las mentalidades medievales». Y añade: «Esta unión es una ofensa para la comunidad, pues un niño de 12 o 15 años no puede comprender la noción de matrimonio».
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LO DICHO Y HECHO
«Es lo más horrible que me ha pasado. Me siento como si una roca hubiese caído sobre mí»
1991: Nace Ana María en el seno de una destacada familia de etnia gitana de Rumanía. 1992: Ion Cioaba, abuelo de Ana María, se autoproclama rey internacional de los gitanos. El mismo año, su primo Iulian I se impone a sí mismo el título de emperador de los gitanos de todo el mundo. 1997: Ion Cioaba fallece a los 62 años, víctima de un infarto. Su hijo Florin (padre de Ana María) hereda el título de rey de los gitanos. 1998: Con siete años, la princesa Ana María es prometida en matrimonio a Birita Mihai, tan sólo tres años mayor que ella. 2003: El patriarca gitano Ilie Stanescu disputa la autoridad a Florin Cioaba y se hace proclamar rey, con el consentimiento del emperador Iulian I. 2003: Cumplidos los 12 años, la princesa Ana María es obligada a casarse con Birita.
Venga, ahora espero que si se pueda leer, gracias
