Para los que no tengan el disco o no entiendan el texto, aquí lo dejo en español junto con algunas de las fotos que le acompañan, solo las que he podido sacar sin estropear el libreto. Las canciones ya se pueden encontrar por ahí en multimedia, creo... 
Esta colección de canciones inéditas de los Jackson 5 -tres valiosos discos y solo uno de una serie de rarezas lanzadas después de que el grupo dejara Motown en 1975- tan solo pone de relieve lo duro que el grupo y su productor trabajaban, así como la clara apuesta del fundador de la compañía, Berry Gordy, por la carrera de estos chicos. En comparación, se ha hecho mucho en la actualidad respecto a la cantidad de material inédito de Tupac Shakur después de su muerte. Respecto a esto, la ética de trabajo de los Jackson 5, habría sorprendido incluso a Shakur.
Cuando Michael, Jermaine, Jackie, Marlon y Tito firmaron con Motown a finales de 1968, Gordy podría haber estado indeciso sobre la longevidad de su carrera, pero estaba muy seguro sobre cómo hacer un éxito. El instinto de Gordy nunca le falló; el cantante principal era un buen partido y la historia de los cinco hermanos llegados de la durísima ciudad de Gary, Indiana, fue el sueño de un equipo de publicidad, especialmente si estaba envuelto por el maravilloso mito del descubrimiento de Diana Ross. Pero más que nada, Gordy sabía que podía contar con el talento de los compositores y productores que había reunido, incluido Deke Richards, quien, junto con el personal de Motown: Frank Wilson, R. Dean Taylor y Pamela Sawyer, había sido miembro del colectivo creativo conocido como El Clan.
Aún en la veintena, Richards, un guitarrista y antiguo cantante principal de una banda de R&B, se convertiría en el líder de La Corporación (The Corporation), su equipo de producción junto con Freddie Perren, Fonce Mizell y Gordy. Todos ellos llevaron a los Jackson 5 a lo más alto de las listas del Pop. Tuvieron su época dorada con varios números uno durante esa época mágica de la Jacksonmanía de 1970, derribando a los Beatles de la primera posición, no una, sino dos veces.
Y aún con todos los discos y grabaciones de los Jackson 5que se han convertido en parte del conocimiento popular, había literalmente docenas de temas que por una u otra razón no fueron lanzados oficialmente.
Come And Get It incluye actuaciones extraordinarias de canciones originales y versiones desde el verano de 1969, cuando la carrera del grupo empezaba en serio, hasta 1974, cuando los J5 estaban madurando. Podemos escuchar; si se hubieran tomado otras decisiones creativas, lo que podrían haber sido singles nº 1 y temas clásicos de un álbum, así como echar un vistazo a lo que podría haber pasado si se hubieran quedado con el sello discográfico y los productores que les llevaron a la fama.
Deke Richards supervisó esa fama y, por suerte, supervisó esta colección; la fuerza del material es un testamento de su poderoso toque pop. Además de los asombrosos temas de Corporation, Deke se ha unido en la producción musical con sus protegidos Freddie Perren, Fonce Mizel, Mel Larson y Jerry Marcellino, así como también con Bobby Taylor, el cantante-compositor-productor que había llevado al grupo a Motown y les visualizó como los herederos del trono del soul. Hal Davis, primer productor de la costa oeste de Motown, tiene una docena de temas, Willie Hutch tiene dos, mientras que Clay Murray, un nombre sorprendente en el mundo de los J5, contribuye con una versión de un sencillo poco conocido de Motown.
Se puede sentir Come And Get It en tiempo real; se puede escuchar a los hermanos creciendo en el estudio. Sus canciones y la magia que los J5 traen son innegables. Estas perlas son un excepcional regalo.
Mark Anthony Neal
y Harry Weinger
LARGA VIDA A LOS JACKSON 5
Por Deke Richards
En el verano de 1969 ya llevaba trabajando durante unos cuantos años como compositor y productor en Motown Records en Los Ángeles, cuando Berry Gordy invitó a parte del personal a ver a un grupo nuevo en el Daisy Club en Rodeo Drive.
ESA FUE LA PRIMERA VEZ QUE VI A LOS JACKSON 5
Mi mandíbula se cayó al suelo. No sabía cómo responder al hecho de ver a Frankie Lymon, James Brown y Jackie Wilson retratados en el mismo chavalillo al mismo tiempo. ¿Era eso posible? ¿Era eso realmente posible? Estaba a menos de 6 metros de estos cinco chicos jóvenes de Indiana y se lo puedo decir ahora mismo: Sí. Aquello era Palabra de Dios.
Si alguna vez en su vida han escuchado cantar a un joven artista con todo su corazón, no importa quien fuera y dónde sucedió, se lo garantizo: la experiencia no fue nada comparada con la noche que vi a Michael Jackson y sus cuatro hermanos. Cuando la actuación terminó, todo el mundo supo que había sido testigo de algo muy especial; algo como un milagro, y lo más parecido a un fenómeno.
Yo no sabía que iba a producir al grupo hasta que el fundador de Motown, Berry Gordy, mi mentor, me llevó a conocerles.
“Este es uno de nuestros mayores productores de la costa oeste, Deke Richards”, les dijo BG“. “Va a ser responsable de hacer que os consigamos un éxito al instante”.
“¿Lo es?”, pensé para mí mismo. Perfecto. Intenté poner de mi parte diciendo que el espectáculo fue genial. Los chicos fueron cordiales, pero hasta el día de hoy estoy convencido de que se quedaron pasmados porque el presidente de su discográfica había elegido a un tipo blanco para ser su héroe-productor discográfico. Pero Berry sabía una cosa que yo no sabía: Que el tema que había hecho recientemente para Gladys Knight & the Pips iba a llevarles directamente al top 100 de Billboard. Se necesitó trabajarlo algo, pero ese tema, –“I Wanna Be Free”, lo llamé- ese tema fue un exitazo. Después de trabajar conmigo en “Love Child”, el éxito creado por El Clan para las Supremes tras dejar la compañía Holland-Dozier y Holland, Berry había desarrollado un profundo sentido de confianza y fe en mí.
Michael, a quien le encantaba la película El Mago de Oz, dijo: “Tío, ahora tenemos un caballo de distinto color”.
Pero Michael aprendía rápidamente. Era como una esponja, absorbiéndolo todo. Podía coger una parte que yo le había dado y cantármela perfectamente; incluso me entregaba una línea que era mejor que la que le había dado. Me hacía desear que otros artistas fueran tan capaces como él. Y solo tenía 11 años. A los 12 y 13 se convirtió en completamente escalofriante. No importa lo bueno que fuera, Michael quería ser mejor; hasta llegar a ser definitivamente el mejor.
Nunca pensé en Michael como un niño. Quizás ese fue mi error. Para mí, era un completo profesional, solo que era joven y pequeño. Cuando no estaba grabando en el estudio, se sentaba detrás de la consola y hacía dibujos de mi y de otros mientras yo estaba trabajando en la sala de control. (Esos bocetos se han perdido, lo mismo que una buena parte de mis masters, destruidos en un incendio en mi estudio de Hollywood).
Trabajar con niños hacía difícil establecer tiempos de descanso. Michael gastaba bromas a los otros o hacía ruidos mientras grabábamos, o escupía su bebida sobre Jermaine. Eso significaba que Mike salía corriendo por el estudio perseguido por los demás, a veces hasta fuera de la puerta, con los auriculares metiendo ruido y los micrófonos colgando. Yo podía conseguir que todo volviera a la calma pero cuando las cosas se descontrolaban demasiado, mis instrucciones eran simples: coge el teléfono y LLAMA A PAPÁ JOE. Joe decía: “pon a Michael al teléfono”. Cinco minutos después, volvían al trabajo. (Aunque, sinceramente, no importa lo serio que fuera, en muchas ocasiones me sorprendía a mi mismo riendo por lo bajo).
Pero en aquel tiempo éramos todos muy jóvenes. Ninguno de nosotros, excepto Berry, estaba casado y tenía hijos. Así que la mayor parte del tiempo hacíamos turnos dobles y triples en el estudio con una cosa en nuestras mentes: salir con un éxito.
Tenía grandes planes para todos los chicos. Jermaine estaba camino de un par de vuelos de prueba en las caras B que le hicieron despegar por sí mismo. Grabamos un gran LP con Jackie e iba a hacer un LP instrumental para Tito. Tenían mucho talento y a pesar de estar tratando con niños, era un placer trabajar con ellos. Así es como me sentí trabajando en esta colección especial. Nada podría hacerme vacilar, porque es la realidad.
¿LOS JACKSON V?
Cuando terminamos “I Want You Back”, Berry y yo estábamos en una de las pequeñas salas de mezclas de los estudios RCA de Hollywood. Estábamos batallando por sacar la mejor actuación de todo el mundo. Yo hacía todo lo posible con cada gramo de energía y cada ápice de conocimiento que había aprendido tanto de él como de mi maestro Russ Terrana, el mejor ingeniero de Motown.
Era más de medianoche cuando todo estaba en calma, pero a Berry no le importó: llamó y despertó a Phil Jones, director del departamento de ventas, para revisar la información necesaria para la compañía discográfica. Phil tenía solo una última pregunta: “¿Cuál va a ser el nombre del grupo?”, preguntó. Hubo una pausa y Berry se volvió y dijo: “Es tu bebé, Deke. ¿Qué quieres que les diga, Jackson Five escrito con número o con letra?”.
Me pilló totalmente con la guardia baja. “Bueno”, dije, “¿Cómo tienen escrito su nombre los Four Tops?”, BG contestó: “El 4 está escrito así: C-U-A-T-R-O. Dije: “OK, entonces quiero que los chicos se llamen con el número 5”. Es una pequeñez, pero siempre sabré que les di ese número “5”.
(El ingeniero que hizo el master acetato para que nos lo lleváramos a casa había escuchado la conversación y escribió en la etiqueta: “JACKSON V”, usando el número romano. Todavía tengo el acetato original).
Berry y yo salimos esa noche del estudio como dos colegiales que acababan de aprobar su examen final.
Deke Richards
Esta colección de canciones inéditas de los Jackson 5 -tres valiosos discos y solo uno de una serie de rarezas lanzadas después de que el grupo dejara Motown en 1975- tan solo pone de relieve lo duro que el grupo y su productor trabajaban, así como la clara apuesta del fundador de la compañía, Berry Gordy, por la carrera de estos chicos. En comparación, se ha hecho mucho en la actualidad respecto a la cantidad de material inédito de Tupac Shakur después de su muerte. Respecto a esto, la ética de trabajo de los Jackson 5, habría sorprendido incluso a Shakur.
Cuando Michael, Jermaine, Jackie, Marlon y Tito firmaron con Motown a finales de 1968, Gordy podría haber estado indeciso sobre la longevidad de su carrera, pero estaba muy seguro sobre cómo hacer un éxito. El instinto de Gordy nunca le falló; el cantante principal era un buen partido y la historia de los cinco hermanos llegados de la durísima ciudad de Gary, Indiana, fue el sueño de un equipo de publicidad, especialmente si estaba envuelto por el maravilloso mito del descubrimiento de Diana Ross. Pero más que nada, Gordy sabía que podía contar con el talento de los compositores y productores que había reunido, incluido Deke Richards, quien, junto con el personal de Motown: Frank Wilson, R. Dean Taylor y Pamela Sawyer, había sido miembro del colectivo creativo conocido como El Clan.
Aún en la veintena, Richards, un guitarrista y antiguo cantante principal de una banda de R&B, se convertiría en el líder de La Corporación (The Corporation), su equipo de producción junto con Freddie Perren, Fonce Mizell y Gordy. Todos ellos llevaron a los Jackson 5 a lo más alto de las listas del Pop. Tuvieron su época dorada con varios números uno durante esa época mágica de la Jacksonmanía de 1970, derribando a los Beatles de la primera posición, no una, sino dos veces.
Y aún con todos los discos y grabaciones de los Jackson 5que se han convertido en parte del conocimiento popular, había literalmente docenas de temas que por una u otra razón no fueron lanzados oficialmente.
Come And Get It incluye actuaciones extraordinarias de canciones originales y versiones desde el verano de 1969, cuando la carrera del grupo empezaba en serio, hasta 1974, cuando los J5 estaban madurando. Podemos escuchar; si se hubieran tomado otras decisiones creativas, lo que podrían haber sido singles nº 1 y temas clásicos de un álbum, así como echar un vistazo a lo que podría haber pasado si se hubieran quedado con el sello discográfico y los productores que les llevaron a la fama.
Deke Richards supervisó esa fama y, por suerte, supervisó esta colección; la fuerza del material es un testamento de su poderoso toque pop. Además de los asombrosos temas de Corporation, Deke se ha unido en la producción musical con sus protegidos Freddie Perren, Fonce Mizel, Mel Larson y Jerry Marcellino, así como también con Bobby Taylor, el cantante-compositor-productor que había llevado al grupo a Motown y les visualizó como los herederos del trono del soul. Hal Davis, primer productor de la costa oeste de Motown, tiene una docena de temas, Willie Hutch tiene dos, mientras que Clay Murray, un nombre sorprendente en el mundo de los J5, contribuye con una versión de un sencillo poco conocido de Motown.
Se puede sentir Come And Get It en tiempo real; se puede escuchar a los hermanos creciendo en el estudio. Sus canciones y la magia que los J5 traen son innegables. Estas perlas son un excepcional regalo.
Mark Anthony Neal
y Harry Weinger
LARGA VIDA A LOS JACKSON 5
Por Deke Richards
En el verano de 1969 ya llevaba trabajando durante unos cuantos años como compositor y productor en Motown Records en Los Ángeles, cuando Berry Gordy invitó a parte del personal a ver a un grupo nuevo en el Daisy Club en Rodeo Drive.
ESA FUE LA PRIMERA VEZ QUE VI A LOS JACKSON 5
Mi mandíbula se cayó al suelo. No sabía cómo responder al hecho de ver a Frankie Lymon, James Brown y Jackie Wilson retratados en el mismo chavalillo al mismo tiempo. ¿Era eso posible? ¿Era eso realmente posible? Estaba a menos de 6 metros de estos cinco chicos jóvenes de Indiana y se lo puedo decir ahora mismo: Sí. Aquello era Palabra de Dios.
Si alguna vez en su vida han escuchado cantar a un joven artista con todo su corazón, no importa quien fuera y dónde sucedió, se lo garantizo: la experiencia no fue nada comparada con la noche que vi a Michael Jackson y sus cuatro hermanos. Cuando la actuación terminó, todo el mundo supo que había sido testigo de algo muy especial; algo como un milagro, y lo más parecido a un fenómeno.
Yo no sabía que iba a producir al grupo hasta que el fundador de Motown, Berry Gordy, mi mentor, me llevó a conocerles.
“Este es uno de nuestros mayores productores de la costa oeste, Deke Richards”, les dijo BG“. “Va a ser responsable de hacer que os consigamos un éxito al instante”.
“¿Lo es?”, pensé para mí mismo. Perfecto. Intenté poner de mi parte diciendo que el espectáculo fue genial. Los chicos fueron cordiales, pero hasta el día de hoy estoy convencido de que se quedaron pasmados porque el presidente de su discográfica había elegido a un tipo blanco para ser su héroe-productor discográfico. Pero Berry sabía una cosa que yo no sabía: Que el tema que había hecho recientemente para Gladys Knight & the Pips iba a llevarles directamente al top 100 de Billboard. Se necesitó trabajarlo algo, pero ese tema, –“I Wanna Be Free”, lo llamé- ese tema fue un exitazo. Después de trabajar conmigo en “Love Child”, el éxito creado por El Clan para las Supremes tras dejar la compañía Holland-Dozier y Holland, Berry había desarrollado un profundo sentido de confianza y fe en mí.
Michael, a quien le encantaba la película El Mago de Oz, dijo: “Tío, ahora tenemos un caballo de distinto color”.
Pero Michael aprendía rápidamente. Era como una esponja, absorbiéndolo todo. Podía coger una parte que yo le había dado y cantármela perfectamente; incluso me entregaba una línea que era mejor que la que le había dado. Me hacía desear que otros artistas fueran tan capaces como él. Y solo tenía 11 años. A los 12 y 13 se convirtió en completamente escalofriante. No importa lo bueno que fuera, Michael quería ser mejor; hasta llegar a ser definitivamente el mejor.
Nunca pensé en Michael como un niño. Quizás ese fue mi error. Para mí, era un completo profesional, solo que era joven y pequeño. Cuando no estaba grabando en el estudio, se sentaba detrás de la consola y hacía dibujos de mi y de otros mientras yo estaba trabajando en la sala de control. (Esos bocetos se han perdido, lo mismo que una buena parte de mis masters, destruidos en un incendio en mi estudio de Hollywood).
Trabajar con niños hacía difícil establecer tiempos de descanso. Michael gastaba bromas a los otros o hacía ruidos mientras grabábamos, o escupía su bebida sobre Jermaine. Eso significaba que Mike salía corriendo por el estudio perseguido por los demás, a veces hasta fuera de la puerta, con los auriculares metiendo ruido y los micrófonos colgando. Yo podía conseguir que todo volviera a la calma pero cuando las cosas se descontrolaban demasiado, mis instrucciones eran simples: coge el teléfono y LLAMA A PAPÁ JOE. Joe decía: “pon a Michael al teléfono”. Cinco minutos después, volvían al trabajo. (Aunque, sinceramente, no importa lo serio que fuera, en muchas ocasiones me sorprendía a mi mismo riendo por lo bajo).
Pero en aquel tiempo éramos todos muy jóvenes. Ninguno de nosotros, excepto Berry, estaba casado y tenía hijos. Así que la mayor parte del tiempo hacíamos turnos dobles y triples en el estudio con una cosa en nuestras mentes: salir con un éxito.
Tenía grandes planes para todos los chicos. Jermaine estaba camino de un par de vuelos de prueba en las caras B que le hicieron despegar por sí mismo. Grabamos un gran LP con Jackie e iba a hacer un LP instrumental para Tito. Tenían mucho talento y a pesar de estar tratando con niños, era un placer trabajar con ellos. Así es como me sentí trabajando en esta colección especial. Nada podría hacerme vacilar, porque es la realidad.
¿LOS JACKSON V?
Cuando terminamos “I Want You Back”, Berry y yo estábamos en una de las pequeñas salas de mezclas de los estudios RCA de Hollywood. Estábamos batallando por sacar la mejor actuación de todo el mundo. Yo hacía todo lo posible con cada gramo de energía y cada ápice de conocimiento que había aprendido tanto de él como de mi maestro Russ Terrana, el mejor ingeniero de Motown.
Era más de medianoche cuando todo estaba en calma, pero a Berry no le importó: llamó y despertó a Phil Jones, director del departamento de ventas, para revisar la información necesaria para la compañía discográfica. Phil tenía solo una última pregunta: “¿Cuál va a ser el nombre del grupo?”, preguntó. Hubo una pausa y Berry se volvió y dijo: “Es tu bebé, Deke. ¿Qué quieres que les diga, Jackson Five escrito con número o con letra?”.
Me pilló totalmente con la guardia baja. “Bueno”, dije, “¿Cómo tienen escrito su nombre los Four Tops?”, BG contestó: “El 4 está escrito así: C-U-A-T-R-O. Dije: “OK, entonces quiero que los chicos se llamen con el número 5”. Es una pequeñez, pero siempre sabré que les di ese número “5”.
(El ingeniero que hizo el master acetato para que nos lo lleváramos a casa había escuchado la conversación y escribió en la etiqueta: “JACKSON V”, usando el número romano. Todavía tengo el acetato original).
Berry y yo salimos esa noche del estudio como dos colegiales que acababan de aprobar su examen final.
Deke Richards
