Cómo conseguimos una fotografía exclusiva de Michael Jackson
Por Richard B. Stolley. Traducido por Xtarlight.
Michael Jackson camina a través del Rainbow Corridor, un tunel de luces de neón en el Epcot Center de Disney
A las 3 de la madrugada Michael Jackson estaba dando una vuelta por el Epcot Center de Disney World en Orlando, Florida seguido por la reportera de LIFE Nancy Griffin, la fotógrafo Lynn Goldsmith, sus guardaespaldas, su manager, su equipo de filmación, un grupo de empleados de Disney y un Sikh con turbante que es el cocinero de Michael.
Antes, Goldsmith había estado echando humo. Quería fotografiar a Michael en la mágica luz de la niebla. Al principio llovió y él no apareció. Goldsmith cuenta, "Ya no quería ser fan de Michael Jackson. Estaba furiosa." Cinco horas más tarde llegó. "Sus ojos brillaban y me dijo ‘Lynn Goldsmith, eres preciosa.’ Estoy enamorada de este hombre, es un Principe Azul".
Griffin, que había estado en ocho conciertos de Jackson para preparar nuestra historia de portada, dijo de Michael "Él provoca un efecto en ti. Irradia pureza y amabilidad. Pero es reservado y estricto cuando se trata de conducir su carrera y su imagen. Michael Jackson no es un blandengue.”
En New York, el editor de entertainment Jim Watters visitó a Michael en su suite de 1.500 dólares por noche en el Helmsley Palace. Era la 1 de la madrugada. Watters cuenta, "Apareció de ninguna parte. Su apretón de manos fue débil. Sonrió un poco pero no se quitó su sombrero ni sus gafas oscuras. Encendió la tele."
Para seguir con la conversación, Watters recuerda. “Bueno, la última vez que estuve en su suite, Liz Taylor tenía a media docena de niños, más criados, sus mascotas - incluído un loro - todo por todas partes" La silenciosa estrella sonreía.
En los siguientes minutos, Watters contó historias sobre Liz, incluida la de cómo lavó su diamante Krupp en la pecera de su habitación de Beverly Hills.
En la tele estaban reponiendo 'The Honeymooners' y Michael dijo, "Jackie Gleason es un genio. ¿Le has visto en la película 'Gigot'?” Watters dijo que si, entonces le preguntó, “¿Sabes quién la dirigió? Aunque Jackson es un trivial de cine andante, estaba preplejo. "Gene Kelly" respondió Watters, otro trivial en sí mismo. Ya habían roto el hielo. Michael es fan de Kelly. "Incluso vino a mi casa. Realmente es una de las grandes estrellas".
Más tarde, el manager de Michael le dijo a Watters, “Eres el primer periodista que ha conseguido permiso para visitar a Michael en más de dos años. Está superando los problemas que ha tenido con la prensa".
El señuelo de Disney World ayudó a conseguir nuestra sesión de fotos sin precedentes en el Epcot Center. Goldsmith puso una cinta de James Brown, eso tentó a Michael, incluso bailó unos pasitos detrás de las cámaras. Eso se convirtió en la forma de sacar su personalidad infantil.
Griffin recuerda, "En un momento, cuando estabamos esperando a que llegaran unas luces, Michael decidió que quería hacernos una foto a Lynn y a mi".
Goldsmith dice, "Le dije que se acercara más, pero él respondió, 'Oh, no. Sé lo que hago. Creo que os tengo a las dos... giraos a este lado un poco. Quiero que parezca un cuadro...' Click. 'He hecho una buena foto' "
Los lectores de LIFE pueden juzgar por sí mismos – la fotografía de Michael está debajo. Sólo una cosa, Sr. Jackson – dónde le mandamos el cheque de 150$?
En casa en Never-Never Land
Durante un descanso de la gira, Michael, amigo de las montañas rusas se une a sus sobrinos en el Roaring Tiger del Circus World en Orlando. Se subió seis veces durante esta visita.
"Disney World es mi lugar" dice Michael, de 26 años, que en su fantasía se identifica con Peter Pan, el niño que no quería crecer. En los últimos años, Michael ha visitado este parque temático de Orlando, Florida seis veces – es su retiro del mundo adulto. En el Hotel Royal Plaza de Disney World, ha instalado sus ocho Grammys de 1983 en cajas de trofeos (protegidos con una alarma) en sus habitaciones negras y doradas renombradas "The Michael Jackson Suite". Cuando el artista no está allí, otros pagan 600 dólares la noche por dormir en su cama. Los trabajadores de Disney World le prestan seguridad y escolta durante sus estancias en el parque, y en sus restaurantes se le sirven platos especialmente preparados de vegetales al vapor y arroz, con mantequilla desalada y frutas.
Recientemente, tras unos conciertos en Jacksonville, Michael y 20 personas de su circulo volaron en su 707 privado para pasar (en Disney) tres días de diversión. Cuando se les unieron 10 personas de Disney ("para su seguridad y la del público" segun su portavoz), la fiesta ya no pasaba desapercibida. Muchas jovencitas acamparon en la recepción del Royal Plaza, pero Michael las eludió saliendo ha hacer ejercicio a la piscina a las 5 de la madrugada. De día se puso una chaqueta roja con apliques dorados y se llevó a sus seis sobrinos y sobrinas que estaban de vacaciones a hacer expediciones a las atracciones de los Piratas del Caribe y el Space Mountain. Michael intentaba a medias ocultarse bajandose el sombrero sobre los ojos y las gafas hasta la punta de la nariz hasta que la mayor parte de su cara no se veía. Pero los fans le localizaban rápido y él ponía de los nervios a los guardaespaldas porque se paraba a charlar y firmar autógrafos. Una noche, un grupo de miles de personas que veían los fuegos artificiales le encontraron en una parte elevada de la estación de tren de la Main Street del Magic Kingdom. Al grito de “Michael, Michael,” todos se giraron a mirar a su ídolo, más maravilloso para ellos que las estrellas que hacían formas en el cielo.
La compañía disfrutando del baile del Oeste Hoop-Dee-Doo de Disney.
Un destello de la magia a máxima potencia
No es esto un mero concierto de rock. Michael ha cocinado un menú de efectos deslumbrantes: giros de los lasers rojos y verdes, una tempestad de explosiones, 2.200 luces multicolores que bañan el masivo escenario de 160 pies y 5 partes. El show comienza con una mezcla de Barrio Sésamo convirtiendose en Star Wars. Cinco monstruos de 10 pies de tamaño llamados Kreetons se meten en el escenario con música siniestra; un caballero heróico con armadura (Randy) saca una espada de una piedra y les hace trizas. Tras una cortina de humo y ante una luz cegadora, aparecen cinco figuras resplandecientes, y después de que Michael saluda con su guante a la muchedumbre, comienzan a bajar con paso serio. Desde la apertura con “Wanna Be Startin’ Something” (“We feed the audience pain juice,” dice Randy) hasta el cierre con "Shake Your Body", Michael guia a sus hermanos a través de 110 minutos a tope desde la era Motown a Thriller y Victory. Su rango de voz va de delicado a feroz; entrega unas líneas del histriónico "She’s Out of My Life" destrozado en el suelo. El hombre que ha demolido la línea entre la música popular negra y la blanca también homenajea a sus raíces con una explosión acapella asombrosa. Sus pies, mientras tanto, son un show de magia en sí mismos; girando, deslizandose, una pirueta aquí y allí y zas! Se queda haciendo sus famosas puntillas. Luego se derrite en una especie de mimo ¿es posible que haya huesos en esos miembros líquidos? Finalmente, con sombrero y lentejuelas negras interpreta de manera imponente "Billie Jean". Michael da a la audiencia lo que les ha estado guardando, lo que estaban esperando, un glorioso e imposible moonwalk por todo lo largo del escenario.
Entre conciertos - Familia, amigos y enchiladas
Segundos después de que que los Jacksons hagan su última reverencia, son lanzados de vuelta al hotel en furgonetas sin identificadores o helicópteros. Allí a Michael, voraz y sediento (quema casi dos kilos por concierto), su cocinero Mani Khalsa le sirve un plato vegetariano. Las favoritas de Michael son las enchiladas con queso, seguidas de sandia (para recuperar humedad). Normalmente ve un video del concierto de esa noche, estudiando cada matiz para ajustarlo. Amigos y famosos van cayendo por allí: en New York, Yoko y Sean Lennon, Donny Osmond, Brooke Shields e incluso un Principe Saudí comen dátiles, higos y nueces en su habitación. Todos las comodidades acompañan a Michael de parada en parada, incluyendo una pista de baile portátil para practicar. Pero a veces el hotel parece una prisión. La estrella escapa cuando puede. Además de atender a los servicios de los Testigos de Jehovah en cada ciudad, fue a ver Cazafantasmas en Kansas City y cenó con Katharine Hepburn en su casa de Manhattan. Pero la mayor parte del tiempo simplemente espera hasta que hace lo que más le gusta. "Michael es muy feliz cuando está en el escenario" dice Frank Dileo. "Cada noche antes del concierto, él es el primero en estar listo y preparado para salir".
Durante su estancia en Dallas, Michael estuvo invitado durante tres días en casa de su amigo Spanky McFarland, estrella infantil de Our Gang (La pandilla). Se conocieron en una cena tras los Oscars este año. Ambos hablaron sobre memorabilia de la serie y McFarland le regala a su amigo un comic sobre sus antiguos amigos actores Darla y Alfalfa. Ambos se llevan de maravilla, dice McFarland, porque "Michael' es realmente todo lo que dice ser. Es tan recto como una cuerda de guitarra".
este Michael derochando cualidades :ily:
