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llegan a abandonar al perro para castigar las malas notas del hijo
«El otro día llamó una mujer que quería dejarnos a su perro, después de cuatro años viviendo con él, para castigar a su hijo porque había sacado malas notas en el colegio». Alejandra Mier, coordinadora de las dos perreras municipales gijonesas (Serín y Poago) se muestra muy alarmada ante el aumento de los abandonos de canes en la ciudad.
Según dice, no hay una razón que explique esta avalancha, pero el mes pasado «acabamos con 14 perros de más», señala. Reconoce que en los albergues gijoneses están «hasta arriba» y que incluso hay unos 30 animales en lista de espera para ser «adoptados» por los servicios municipales.
Sólo este fin de semana pasado se recogieron cinco canes entre los dos albergues, donde ya se juntan unos 300 ejemplares (250 en Serín y 50 en Poago) a la espera de un dueño.
Mier señala que cinco personas se encargan de cuidarlos y alimentarlos todos los días. Reconoce que el excesivo hacinamiento «conlleva peleas, suciedad y enfermedades por mucho que limpies. Ocurriría igual entre personas».
La gran mayoría de estos perros son mestizos. Suelen ser crías de camadas que se regalan alegremente. Pasado un tiempo, el animal crece o el dueño se cansa y no duda en abandonar a su mascota.
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De por si me parece mal que un perro que nada tenga que la culpa, tenga que pagar por las malas notas de su hijo, pero lo que si me parece peor es separar a un perro de un niño, estos llegan a ser grandes amigos y para el perro tambien. Me parece una castigo cruelsisimo.
«El otro día llamó una mujer que quería dejarnos a su perro, después de cuatro años viviendo con él, para castigar a su hijo porque había sacado malas notas en el colegio». Alejandra Mier, coordinadora de las dos perreras municipales gijonesas (Serín y Poago) se muestra muy alarmada ante el aumento de los abandonos de canes en la ciudad.
Según dice, no hay una razón que explique esta avalancha, pero el mes pasado «acabamos con 14 perros de más», señala. Reconoce que en los albergues gijoneses están «hasta arriba» y que incluso hay unos 30 animales en lista de espera para ser «adoptados» por los servicios municipales.
Sólo este fin de semana pasado se recogieron cinco canes entre los dos albergues, donde ya se juntan unos 300 ejemplares (250 en Serín y 50 en Poago) a la espera de un dueño.
Mier señala que cinco personas se encargan de cuidarlos y alimentarlos todos los días. Reconoce que el excesivo hacinamiento «conlleva peleas, suciedad y enfermedades por mucho que limpies. Ocurriría igual entre personas».
La gran mayoría de estos perros son mestizos. Suelen ser crías de camadas que se regalan alegremente. Pasado un tiempo, el animal crece o el dueño se cansa y no duda en abandonar a su mascota.
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De por si me parece mal que un perro que nada tenga que la culpa, tenga que pagar por las malas notas de su hijo, pero lo que si me parece peor es separar a un perro de un niño, estos llegan a ser grandes amigos y para el perro tambien. Me parece una castigo cruelsisimo.