BILBAO (España). Es el artista vivo más cotizado del mundo -su "Balloon Dog" (Orange) se subastó por 58,4 millones de dólares en 2013-, pero Jeff Koons afirma sin titubear que para él lo económico "no tiene ningún significado" y que lo que le interesa es plasmar la energía de la vida y convertirse "en el mejor artista".
Es más, espera que el hecho de que se le considere un artista mediático sea solamente un reflejo "del poder" de su trabajo y que signifique que las cosas que ha hecho "han sido útiles para las personas en la medida en que les ha permitido que sus vidas sean mejores".
Así de filosófico se ha mostrado el artista norteamericano, que ha viajado a Bilbao (norte de España) para inaugurar la primera gran retrospectiva sobre su carrera, que llega al Guggenheim tras su exhibición en el Whitney Museum of American Art de Nueva York y en el Centro Pompidou de París.
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Una de estas obras es "Michael Jackson y Bubbles", un icono que el cantante no pudo contemplar más que en fotos.
"Quedamos en reunirnos en un par de ocasiones pero no fue posible. Las personas que le conocían bien me dijeron que estaba muy orgulloso de la escultura y que le encantaba", recordó Koons, quien dice estar seguro de que "Michael llegó a ver la obra, aunque fuera por la noche en algún museo".
[7dias.com]
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