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La influencia cultural de Michael Jackson va más allá de críticas negativas, de periodistas con comentarios malintencionados y de personas con poca luz; más aún, su música se transmite, como si de material genético se tratara, de padre a hijo, de primo a prima, en resumen, de familiar a familiar.
Leyendo en estos últimos días a algunos, no muchos por suerte, "críticos" de música, dióme por preguntar directamente a uno de ellos qué les lleva a "poner verde" a un disco. Sencillamente, me contestó que, en un caso como Invincible, lo que ocurre es que los buenos críticos (profesionales), "critican tras oír el disco", mientras otros, lo "critican de oída" que no es lo mismo (vamos, que una gran mayoría, sin oírlo, emite un juicio por lo que se enteran de otros medios...)
Yo enseñé a mi cuñado (que apenas tenía 10 años) lo que significaba Michael Jackson; no lo pinté como un Dios, ni siquiera como lo supremo; simplemente le enseñé que eso era buena música. Rápidamente él adquirió y aprehendió esa forma de ver la vida artísticamente. Es algo así como el "no conformarse con lo bueno...hay que buscar lo mejor".
De esta forma, a pesar de oír grupos de hip-hip como "Ari", por ejemplo, él sabe perfectamente que la quintaesencia musical tiene nombre y apellidos y nació hace 43 años en Gary (Indiana).
Con esto, y para no enrollarme más que si no después la cosa se hace infumable, quiero decir que al igual que se les enseña a los niños lo que es bueno y lo que es malo, se les debería instruir en música correctamente.
No obstante, si a alguien no le gusta Michael Jackson, por lo menos debería enseñar a sus vástagos cuáles son las verdaderas raíces de la música actual para que, una vez, escuchados y asimilados esos valores, pudieran elegir.
No se trata de ser dictador sino de, al igual que ocurre con el abecedario, con las historias del descubrimiento de América, etcétera, enseñar a nuestros menores de qué va esto de la música y de quién es quién en el panorama actual y porqué.
De esta forma, quizás, sólo quizás, podamos crear una nueva sociedad de jóvenes con conocimientos musicales y con capacidad crítica; o lo que es lo mismo, el antagonismo a los borregos que siguen ciegamente las leyes de las radiofórmulas que prodigan verdades a medias sobre pseodoartistas del tres al cuarto que no constituyen, en ningún caso, cultura musical.
Nada más, amigos. Con mi "charla" editorializante, espero que no se hayan aburrido demasiado. Esto es un foro y lo mío es una idea...
Espero no haberles molestado. Un abrazo a todos/as.
Leyendo en estos últimos días a algunos, no muchos por suerte, "críticos" de música, dióme por preguntar directamente a uno de ellos qué les lleva a "poner verde" a un disco. Sencillamente, me contestó que, en un caso como Invincible, lo que ocurre es que los buenos críticos (profesionales), "critican tras oír el disco", mientras otros, lo "critican de oída" que no es lo mismo (vamos, que una gran mayoría, sin oírlo, emite un juicio por lo que se enteran de otros medios...)
Yo enseñé a mi cuñado (que apenas tenía 10 años) lo que significaba Michael Jackson; no lo pinté como un Dios, ni siquiera como lo supremo; simplemente le enseñé que eso era buena música. Rápidamente él adquirió y aprehendió esa forma de ver la vida artísticamente. Es algo así como el "no conformarse con lo bueno...hay que buscar lo mejor".
De esta forma, a pesar de oír grupos de hip-hip como "Ari", por ejemplo, él sabe perfectamente que la quintaesencia musical tiene nombre y apellidos y nació hace 43 años en Gary (Indiana).
Con esto, y para no enrollarme más que si no después la cosa se hace infumable, quiero decir que al igual que se les enseña a los niños lo que es bueno y lo que es malo, se les debería instruir en música correctamente.
No obstante, si a alguien no le gusta Michael Jackson, por lo menos debería enseñar a sus vástagos cuáles son las verdaderas raíces de la música actual para que, una vez, escuchados y asimilados esos valores, pudieran elegir.
No se trata de ser dictador sino de, al igual que ocurre con el abecedario, con las historias del descubrimiento de América, etcétera, enseñar a nuestros menores de qué va esto de la música y de quién es quién en el panorama actual y porqué.
De esta forma, quizás, sólo quizás, podamos crear una nueva sociedad de jóvenes con conocimientos musicales y con capacidad crítica; o lo que es lo mismo, el antagonismo a los borregos que siguen ciegamente las leyes de las radiofórmulas que prodigan verdades a medias sobre pseodoartistas del tres al cuarto que no constituyen, en ningún caso, cultura musical.
Nada más, amigos. Con mi "charla" editorializante, espero que no se hayan aburrido demasiado. Esto es un foro y lo mío es una idea...
Espero no haberles molestado. Un abrazo a todos/as.