Buenos días,
Estimado SanchezMandujano: por segunda ocasión en apenas unas horas, parecieras haber leído mi subconsciente (risas). Esta disyuntiva que has planteado también la había sopesado, de cara a una eventual puesta en cuestionamiento de la misma en la sección 'Opinión y debate'. No obstante, como tú te has anticipado, no debo más que elogiar tu valentía y capacidad de insertar nuevos puntos de intercambio dialéctico, constructivo y plural, desde el respeto, con los que dinamizar el foro.
En 2017 concluye el acuerdo Estate-Sony para la publicación de nuevo material musical en relación con Michael Jackson. Dado el resurgimiento -si bien, no a la altura (por otra parte, a todas luces inverosímil) del período antológico 1978-1993- de la imagen del genio de Gary en la opinión pública y en las instancias generadoras de cobertura mediática y consiguiente reconocimiento de su impagable legado (¿por qué la condición humana, desde la emergencia de la sociedad de consumo de masas, siempre reivindicará a exponentes ilustres en su disciplina arquetípica tras asistir con indiferencia, cuando no con indisimulado fulgor, a su caída años atrás, tras su deceso?), cabría la posibilidad -nada descabellada- de un anuncio de prórroga de la colaboración entre ambas partes para garantizar la continuidad del legado de Michael, y su difusión a las nuevas generaciones, como a efectos de -componente tabú para su escenificación externa, pero imprescindible para sus protagonistas entre bambalinas- perseverar en la acumulación de unas jugosas ganancias, las cuales persistirán hasta que el reguero de la gallina de los huevos de oro quede exprimido al máximo. Al menos, por un lapso de años más.
Así, de acuerdo con mi previsión estrictamente personal, preveo de cara al futuro la siguiente secuencia de lanzamientos:
a) Dangerous 25 aniversario, para fines del año 2016, inspirado dicho proyecto en su antecedente Bad 25, de 2012. Contendrá probablemente los temas del álbum de estudio original, algunas pistas emanadas de sesiones de grabación de la época descartadas en su momento por motivaciones diversas (Serious Effect, Work That Body, She Got It, If You Don't Love Me -aunque, y no me cuestionéis la razón, presiento que ésta última van a depararla para otros fines ajenos a los de una simple reedición-, Seven Digits) y alguna que otra sorpresa más. Y si en Thriller 25 y Bad 25 integraron remixes, no les quepa duda alguna de que en Dangerous 25 insistirán en dicha táctica de captación de un determinado tipo de target comercial, el cual se escapa a mi capacidad de comprensión (y ello a pesar de ser un conocedor del Márketing y la Comunicación).
b) Dos álbumes póstumos con contenido inédito, similares a Michael y Xscape. Piensen en canciones como Tomboy, Michael McKellar, Can't Get Your Weight Off of Me, Nite Line, Trouble, Days in Gloucestershire, entre otras. Dada la mayor aceptación que entre el público seguidor de Michael ha concitado Xscape, al refundir en un mismo LP las versiones alternativas y originales de cada tema, supongo que abogarán por emular la consabida fórmula. Aunque deberían emprender acciones de mejora en los siguientes apartados:
- No invertir presupuesto en formatos innecesarios de almacenamiento de discos: es decir, ¿para qué proveer a los espectadores dos Cd's, uno con ocho canciones y otro, con diecisiete, difiriendo en el color de la carátula de la portada, pudiendo minimizar costes y destinar gran parte del mismo, en una única tapa, más y mejor pulida, embellecida y espectacular en cuanto a atractivo visual y accesorios, con todos los temas en su haber, que dos, cubriendo uno de ellos todas las necesidades de quien adquiere el producto?
- Publicar un vinilo (un sector eminentemente al alza) con el contenido íntegro (nuevas versiones y originales), como bien han obrado algunas producciones piratas, conscientes de que podían arrebatarle a Sony una porción nada desdeñable de beneficios (y lo han conseguido en parte), al haber errado con estrépito la discográfica, al lanzar un LP con apenas ocho canciones, descuidando que gran parte de su audiencia tipo anhelaba portar consigo las originales.
Me sorprendió el rumor según el cual se podrían prepara actos (en el futuro) para la conmemoración de alguna edición aniversario para HIStory. Siendo francos, este álbum dispone en su seno de algunos elementos que redundan en detrimento de su reedición: una, que en 1995 fue concebido como una mezcla compuesta por grandes éxitos y nuevos temas, ambos numéricamente a partes iguales (quince en cada lote). Y, para mí, HIStory (el propio título así parecía sugerirlo) invitaba a sumergirse en la trayectoria musical (y visual) de Jackson en solitario. De ahí la inclusión de un libreto de cincuenta páginas con ilustraciones detalladas de su carrera, así como las treinta canciones que describían su pasado y presente en aquel instante. Sencillamente, no lo veo factible su conversión (y despiece) en los quince temas del año 95 e inéditas (¿Fear?), las cuales apenas se conocen, y no parecen resultar demasiadas, cuantitativamente hablando. Pero el tiempo me desmentirá (o no).
E Invincible ha pasado a engrosar el rol (un tanto infamante e injusto) de oveja negra, de patito feo, de su discografía. El que menores ventas ha despachado desde el deceso de Michael. Y no concibo la razón para ello, aunque concuerde en que no se trata de su mejor trabajo musical (pues el listado configurado por el cuarteto Off the Wall-Thriller-Bad-Dangerous resultaba, sencillamente, insuperable para cualquiera), pero tampoco el peor (¿acaso Got to Be There, Ben, Music & Me y Forever, Michael lo rebasan, en términos artísticos?). Quizá el público masivo lo asocie a la etapa inmediatamente previa, de tipo crepuscular, en la vida de Jackson (no musical, pues nunca he considerado en él indicios de declinamiento como solista), con múltiples problemas personales, profesionales y judiciales, de desgarro en lo existencial, de linchamiento mediático y defenestración por la opinión pública y prefiera recordarle en su etapa de mayor esplendor. Y muchos, inclusive en Estados Unidos, lo desconocen. Célebre se tornó una experiencia que trabé con un amigo mío en Nueva York hacía un año y medio. En una tienda de música, se topó con Invincible, y se mostró perplejo. ¡Creía que se trataba de un recopilatorio! Es una simple opinión personal, con la cual podríais llegar a disentir. Y lo respetaría. Así que, en ese sentido, apuesto por la hipótesis de que la mayoría de inéditas de Invincible no incluidas en el álbum se hallarán diseminadas en diversos proyectos de calado póstumo, desperdigadas e inconexas entre sí. Considero que deberían hacerle justicia, redimiéndolo y desempolvándolo de su ostracismo. Sin embargo, ello constituiría inequívocamente una muestra de error contraída por Sony en su decisión de anular cualquier tipo de promoción al disco en 2001, la cual no considero que llegara a producirse. Y si no, evoquen el antecedente del juego Michael Jackson: The Experience. Ni una sola mención a sencillo alguno de Invincible; ni tan siquiera You Rock My World. Y se trataba, entonces, de una oportunidad perfecta, para hacer valer ante los nuevos fans interesados por Michael tras su reciente pérdida, dicho trabajo. Y optaron por no hacerlo. Ellos sabrían.
Y en lo tocante a la distribución de giras de concierto, totalmente de acuerdo con quienes me habéis antecedido. Y deberían, de una vez por todas, remasterizar en Blu-Ray, en portales como YouTube, sus cortometrajes, pues en ese concepto Michael Jackson permanece en franca desventaja en relación con sus coetáneos de profesión y/o sucesores en el género.
Un cordial saludo a todos.